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"ÁMBITO"

"La amenaza"

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    magco7@hotmail.com

     

    La obra más portentosa puede ser cuestionable si para autorizar su desarrollo las autoridades no previeron los costos sociales del funcionamiento de la empresa. Tal podría ser el caso de la planta cervecera cancelada en Mexicali cuando en su avanzado proceso de construcción ya se habían invertido mil 400 millones de dólares.

    Pero resulta más cuestionable que la sentencia de cancelación de ese proyecto haya emanado de una de las “consultas ciudadanas” instituidas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, lo cual refleja un mecanismo similar al que se aplicó en el caso de la defenestrada obra del aeropuerto en Texcoco, pues ahora, como entonces, se validó la decisión de un grupo minoritario que en Mexicali no llegó al 5 por ciento de la población presuntamente afectada.

    Cabe observar que la firma estadounidense Constellation Brands había obtenido la autorización oficial para la construcción de esa planta cervecera porque se estimó que cumplía con los requisitos prescritos por la Ley. Sin embargo, de acuerdo con la motivación de la “consulta ciudadana”, el funcionamiento industrial de esa empresa demandaba la captación de un desproporcionado volumen del agua que hidrata a un importante sector de habitantes del cual se dice que en el escrutinio de marras apenas participó un 3 y medio por ciento.

    En ese contexto surge la observación de que en aquella misma zona peninsular fronteriza nació y opera una de las más importantes empresas cerveceras del mundo, que inicialmente cobró presencia en la población de Tecate y que ahora, con la anulación de la cancelada obra no tendrá que compartir asentamiento con algún competidor.

    Por el momento la Constellation Brands parece estar dispuesta a convenir con las autoridades mexicanas las consecuencias legales de la multicitada interrupción, y ya existen ofertas de los gobiernos de Nayarit y de Tabasco, en el sentido de que la firma estadounidense considere a esos estados en caso de posibilitarse una reubicación de la interrumpida obra, toda vez que en esas entidades no privan problemas de insuficiencia hidráulica.

    Lo anterior expone que, por justificada que pueda ser la decisión de frenar esa obra en proceso, priva una patente anormalidad en la auscultación con pretensiones de plebiscito mediante la cual se valida la decisión de una mínima representación ciudadana, cuando existen los medios para haber resuelto legal y formalmente ese caso.

    Por cuanto a la propuesta de los gobernadores de Nayarit y de Tabasco, esa disposición demuestra el interés de preservar una realización que proyectaba recursos económicos en beneficio de cientos o miles de trabajadores, y que fue cercenada mediante un procedimiento “a modo” cuando México está urgido de la inversión privada cuya presencia se ha diluido en reuniones y supuestos pactos que permanecen en suspenso, ahora dentro del ominoso compás de espera impuesto por la pandemia del coronavirus.

    En relación con esta amenaza sanitaria convertida en avante realidad, durante la conferencia mañanera del miércoles anterior se registró un restaurador chispazo de congruencia por parte del Presidente López Obrador quien, despojado de su excéntrico optimismo, advirtió sobre la suspensión de las congregaciones masivas que se daban en sus giras de trabajo con abrazos y otras manifestaciones de contacto físico. En ese mismo espacio se anunció la suspensión de actividades del Gobierno federal con excepción de las áreas esenciales como son salud, sanidad y seguridad.

    Resulta un tanto esperanzador contemplar que la retadora posición ante el desafío del coronavirus ceda realidad a un sensato seguimiento del protocolo prescrito para enfrentar consciente y hasta drásticamente a ese embate pandémico, según se anunció.

    Hablando de drasticidad, eso es lo que se requiere para erradicar la acción de algunos grupúsculos que, aprovechando la suspensión de actividades dictada por la campaña antivirus, y mediante las redes sociales convocan a ejecutar actos vandálicos en perjuicio del sector comercial de la zona conurbada metropolitana, y esto podría expandirse como una adicional amenaza.