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Tres políticos resentidos y desplazados del poder público, Héctor Melesio Cuén, Estrada Ferreiro y “El Químico” Benítez, recurren a la agresividad verbal y al escándalo para enfrentar al Gobernador Rubén Rocha Moya.
El enfrentamiento del inquilino del Tercer Piso con el hacendado porfirista de la UAS es mucho más complejo que con los dos alcaldes defenestrados porque están involucrados muchos elementos. Uno de ellos, central, es que Melesio Cuén usa en su beneficio personal y político a la UAS. Para que eso sea posible, sembró una corrupción voraz en su casta divina, quien lubrica políticamente al PAS. Es decir, el uso político, la corrupción y, por lo tanto, la desvalorización académica de la casa rosalina han sido los factores por los que Rubén Rocha Moya confronta al dueño virtual de la UAS y del PAS. Pero hay que aclarar un tema fundamental: los primeros en denunciar esas perversiones fuimos trabajadores académicos y administrativos de la misma Universidad, desde el primer momento en el que Cuén empezaba a fincar su cacicazgo.
Ese escenario la conocía Rocha Moya desde hace varios años y lo criticó abiertamente en varios artículos periodísticos y entrevistas, pero la calló al momento de establecer alianzas electorales en 2021. Hecho que criticamos algunos opinantes en medios. Lo hizo porque, esto fue muy visible después, quería utilizar electoralmente al PAS. Y así fue. Cuén fue un ingenuo que creyó iba a cogobernar Sinaloa y se desbocó. Otros, no supimos ver la maniobra política de Rocha Moya. Alguna vez escribí que Cuén jugó a las damas chinas y Rocha jugó ajedrez.
Cuén le colmó el plato a Rocha Moya cuando, desde el primer momento en que se convirtió en Secretario de Salud, empezó a buscar hilos en la CDMX y Sinaloa para ir tejiendo la candidatura de Morena al Senado, sin ser de ese partido y sin tener un acuerdo con el Gobernador, lo cual era tanto insensato como arrogante. Y ya desalojado del gobierno rochista, siguió buscando la candidatura acercándose a Adán Augusto, lo cual era un desafío más al representante del poder moreno en Sinaloa. ¡Cuén quería ser el candidato número uno al Senado pasando por encima de Rocha, el poder real de Morena en Sinaloa!
Los golpes a Cuén han sido tan severos que éste radicalizó su lenguaje y apretó las tuercas del control político de la UAS aventándola a la confrontación con el Gobierno de Sinaloa. Pero, lo más grave de todo, es que el 24 de febrero, el PAS volvió a utilizar a la UAS cuando desafió agresivamente el homenaje constitucional del Presidente de la República y los jefes de las Fuerzas Armadas de México a la bandera. El PAS-UAS rebasó los límites de la sensatez y se acercó al abismo.
Es ya muy evidente que el PAS buscará desgastar electoralmente a Morena a través de la confrontación con el Gobierno del Estado utilizando a la UAS.
Estrada Ferreiro y Benítez Torres, por su parte, traen una estrategia similar: utilizar un lenguaje insultante contra Rocha Moya, hacer escándalo para llamar la atención y de ese modo hacer campaña. Ambos van como candidatos del PT al Senado y a San Lázaro. Por cierto, Morena, con amigos como el PT en Sinaloa, ¿para qué quiere enemigos?
Los dos ex alcaldes han declarado que fueron desplazados de sus oficinas no por los delitos que se les imputan sino porque Rocha Moya se está vengando de ellos debido a que le disputaron la candidatura al Tercer Piso. En el caso de “El Químico” hay numerosas versiones de que, en efecto, buscó ser el candidato de Morena a la Gubernatura con apoyos, según el mazatleco, de los hermanos de Andrés Manuel López Obrador; pero si Estrada Ferreiro deseaba ser el candidato no tenía ninguna posibilidad de serlo porque estaba peleado con todo mundo, empezando con los morenistas de Sinaloa.
“El Químico” olvida que, mucho antes que el Gobernador, numerosos ciudadanos mazatlecos ya señalaban su comportamiento frívolo y etílico, el nepotismo de su entonces esposa, Gabriela Peña, sus constantes viajes dispendiosos e inútiles y las fuertes sospechas de corrupción, lo cual se ha podido comprobar, por lo pronto, en la compra de las lámparas led. Y ha tenido suerte de que diversos constructores de condominios y cotos no digan públicamente lo que en privado comentan.
Estrada Ferreiro no exhibió las frivolidades del mazatleco pero sí un lenguaje soez muy reiterado que, por cierto, ahora imita “El Químico”. Los dos se peleaban con la prensa una y otra vez y ahora la buscan para que sean los transmisores de sus declaraciones provocadoras. Lo han logrado porque muchos medios gustosos del amarillismo han sido su eco. El culichi y el patasalada lo saben y los están utilizando como un recurso de campaña electoral. Creen en la tesis de Salvador Dalí de que “no importa que hablen bien o mal, lo que importa es que hablen de mí”.
En fin, lo cierto es que Cuén, Estrada y Benítez recurren a un lenguaje virulento, tanto por rencor como por recurso propagandístico en la coyuntura electoral. Quien está yendo mucho más allá de la agresividad verbal es el PAS de Cuén, buscando escandalizar durante las visitas de López Obrador a Sinaloa utilizando a la UAS. Y seguramente lo hará también en los actos de campaña de Claudia Sheinbaum cuando recorra nuestro estado.
Posdata
El Alcalde de Mazatlán, Édgar González, dice que síndicos y comisarios reciben presiones y amenazas del crimen organizado en la actual coyuntura electoral para favorecer a un partido. Nada nuevo, pero ¿a qué partido o partidos?