Kamcia, el amado caballo de Pedro Infante, que Eva Perón arrebató a México.
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Los juegos de poder entre México y Argentina hicieron que Kamcia quedara en manos de Eva Perón.
En la película No desearás a la mujer de tu hijo, Pedro Infante deja muy claro cuál era el alto precio que tenía que pagar la persona que quisiera poseer al carismático caballo Kamcia: “lo que usted pese en oro, las tres estrellas más bellas del cielo y lo que usted más quiera en la vida”.
Tristemente, la argentina Eva Perón, la última dueña del equino, no pagó ni un solo peso para poseerlo. Aunque el hecho de que esa primera dama no haya desembolsado nada para tener al animal sería lo de menos si Kamcia hubiera tenido un buen destino en Argentina. Por desgracia no fue así. Pero antes de informar cuál fue el final del caballo más famoso de México habrá que contar los antecedentes.
La historia de Kamcia empieza en el Hipódromo de las Américas a donde llegó, como el pura sangre que era, para competir en las carreras. Pero su dueño, un estadounidense cuyo nombre hasta el momento se desconoce, vio que no le servía para hacer dinero porque nunca seguía la curva de la pista de arena y en plena competencia, se seguía de frente. Aclaración: en las películas de Pedro Infante, que hicieran famoso a este bello equino blanco, se presenta a Kamcia como macho, aunque en realidad era hembra.
Tras la decepción del estadounidense con su yegua Kamcia, se presenta la oportunidad de venderla al capitán del Ejército Mexicano, Gabriel Gracida Jaramillo, quien tras adquirirla le dio un entrenamiento de la alta escuela. Las suertes que Kamcia realizaba se hicieron famosas por lo que a la primera oportunidad hizo una demostración de sus habilidades al Presidente de México, Manuel Ávila Camacho, en el campo militar de equitación. El mandatario quedó atónito con la destreza del equino.
No perdió la oportunidad de nombrar a Gracida como titular de la cuadra de caballos de la presidencia, con lo cual también lo ascendió a teniente coronel. En agradecimiento el caballista le regaló su yegua.
La fama le llegó a Kamcia. Fue llevada a Europa para encabezar el desfile de presentación del equipo mexicano de equitación, en los Juegos Olímpicos de Londres 1948.
Después, apareció en las películas La oveja negra y No desearás a la mujer de tu hijo, ambas en 1949, y después realizó demostraciones en los Juegos Panamericanos de 1951 realizados en Buenos Aires, Argentina. Sería en este punto donde México empezaría a perder a su caballo favorito.
Al ver la actuación de Kamcia, Eva Duarte de Perón, esposa del Presidente argentino, Juan Domingo Perón, no pudo evitar querer poseer la yegua. Así que su marido propuso a Humberto Mariles, primer medallista de oro en la historia de México, que se la vendiera. Claro que Mariles, deportista de la disciplina hípica, con toda la presión encima tuvo que decirle cara a cara al Presidente argentino que no. Pero Juan Domingo Perón no se daría por vencido, llamó a su homólogo mexicano, Miguel Alemán Valdés, para comunicarle que Mariles se negó a venderle a Kamcia. El Presidente Alemán terminó por ceder a la diplomática extorsión de Perón. Levantó el teléfono y ordenó tajante a Mariles que no le vendiera, sino que le regalara la yegua al Presidente Juan Domingo.
La vida es extraña. ¿No les parece que esta dinámica por poseer a Kamcia se parece mucho a la que se da dentro de la película No desearás a la mujer de tu hijo para poseer al mismo animal?
Una vez concluidos los Juegos Panamericanos, Kamcia se quedó en Argentina. Gabriel Gracida, Humberto Mariles, y el resto del equipo mexicano de equitación, regresaron a México desmoralizados (algunos dicen que llorando) por no volver con el equino más querido del país.
Cuatro años más tarde Juan Domingo Perón fue derrocado, todas sus posesiones las destruyeron los golpistas, incluida la cuadra de caballos en donde aún estaba Kamcia.