Ya veremos qué traerán los tiempos de gobernanza de la primera mujer a cargo del timón nacional, una realidad que también se puede concretar para los estadounidenses, en cuya contienda electoral actual figura la abogada Kamala Harris.

    Después de un obligado receso por efectos del dengue, los que afortunadamente, hasta ahora, no han pasado a mayores, vuelvo a procurar la atención del pueblo bueno que me sigue, aunque claro, sin cerrarle la línea a los contras. De ninguna manera me deslizo sobre la corriente discriminatoria de la Presidenta Claudia Sheinbaum, la que ha marcado que para ella hay dos clases de gobernados y que sus oídos están abiertos solamente para los suyos. Los demás, que toquen las puertas de la Secretaría de Gobernación y en una de ésas, tal vez, les conceda un cruce de palabras.

    Ya veremos qué traerán los tiempos de gobernanza de la primera mujer a cargo del timón nacional, una realidad que también se puede concretar para los estadounidenses, en cuya contienda electoral actual figura la abogada Kamala Harris, Vicepresidenta en funciones, quien en su campaña hace todo lo que puede por desmarcarse de su jefe Joe Biden; es decir, busca establecer una identidad propia, detalle que hasta ahora no le hemos visto a la que nos gobierna.

    Interesante la carrera de esta mujer, descendiente de inmigrantes, forjada a base del esfuerzo y que justo hoy domingo 20 de octubre está arribando a sus floridos 60 años de edad, viendo su primera luz en Oakland, California

    Kamala, al igual que Claudia, desciende de progenitores con antecedentes universitarios. Su padre, de sangre jamaiquina, y que curiosamente, por las circunstancias, de nombre Donald, es un destacado economista, profesor emérito de la prestigiada Universidad de Stanford, mientras que su mamá, la hindú Shyamala Gopalan Harris, fue una destacada biomédica cuya carrera ha quedado inscrita en los anales de la Universidad de Berkley, donde, entre otras cosas, se destacan sus investigaciones sobre el cáncer, justo la enfermedad que le quitó la vida.

    Bajo ese ambiente creció Kamala y aunque no siempre sucede, Harris tomó el camino de la formación universitaria, optando por la abogacía, ciencia política y economía.

    La sonriente Momala, como la nombran sus allegados, profesionalmente se inclinó por la actividad gubernamental, encontrando en su hoja de vida que ha sido Senadora, Fiscal General de San Francisco, California, y Fiscal del estado de California, posiciones que la elevaron a convertirse en la primera mujer en ocupar la Vicepresidencia de los Estados Unidos, bajo el actual mandato de Joe Biden, a pesar de que su gestión como Fiscal californiana está llena de claroscuros.

    Como representante del Partido Demócrata, Kamala le está dando la pelea a su contrincante Donald Trump, un belicoso conservador, quien sin tapujo alguno rechaza a los inmigrantes, llegando a criminalizarlos y muestra su negativa a los tratados internacionales de libre comercio, prometiendo romper con los países socios comerciales para conseguir que las empresas norteamericanas vuelvan a establecerse en la tierra de las barras y las estrellas.

    En ese sentido, por lo hasta ahora visto en el accionar de la candidata californiana, se inclina por un mayor respeto a los inmigrantes y habla de ahondar las relaciones comerciales con nuestro país, amén de fortalecer alianzas para combatir el narcotráfico, sin llegar a las amenazas de invasión que ha pintado Trump.

    Kamala representa para Claudia la posibilidad de un agregado a su gestión presidencial; digo, si es que logra derrotar a su locuaz adversario. ¡Buenos días!

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