Juicio al ‘Químico’ sin aval de Rocha. Destitución, por denuncia ciudadana

OBSERVATORIO
08/08/2022 04:18
    Nomás con el caso Azteca Ligthing como ariete, empresa a la que Benítez Torres benefició con contratos por 500 millones de pesos asignados de forma directa sin la correspondiente licitación que ordena la ley de adquisiciones, por mucho este servidor público supera el expediente de ilícitos acumulado por Estrada en Culiacán. No se diga con el agregado de violaciones a derechos humanos, libertad de expresión, acuerdos políticos, leyes de transparencia y la comisión de actos consumados de violencia política en razón de género.

    A la mancuerna político-ciudadana cuyo punto de coincidencia es que también el Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, pierda el fuero constitucional y responda ante la justicia por el cúmulo de delitos consumados, le falta el apoyo de Palacio de Gobierno para que el procedimiento Legislativo y Judicial tenga el mismo desenlace al que obtuvo la destitución del Presidente Municipal de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro. Aunque nunca segundas partes fueron buenas, en este capítulo la reposición de la legalidad depende más de la acción cívica.

    En el caso de Benítez Torres el cálculo que se hace en los despachos del Ejecutivo Estatal, Secretaría General de Gobierno y Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado consiste en el abuso del método de juicio de procedencia cuyo riesgo de revertirse en contra de quienes lo instauran va implícito en la repetición. Deponer a dos alcaldes en el plazo de un año no es fácil ni aconsejable, mucho menos exento de resistencias en aquellos que buscarán en 2027 suceder en el cargo a Rocha Moya.

    Y dicho cómputo de ventajas y detrimentos lleva precisamente a lo electoral. Todavía el Poder Judicial de Sinaloa no resuelve sobre la propuesta de inhabilitar a Estrada Ferreiro en la función pública durante seis años y, en contraparte, Benítez Torres acumula cada día más inconformidad ciudadana porque en lugar de entender su circunstancia complicada y proceder a corregirla, asume la soberbia y certeza de impunidad que blandió su homólogo culichi.

    El pueblo de Mazatlán se siente traicionado, burlado y ninguna sociedad permite que le jueguen chueco tantas veces. Por eso le corresponde a esa alianza no escrita entre organismos no gubernamentales, movimientos populares, partidos políticos y agraviados en general hacer lo correcto ante la 64 Legislatura estatal para que el juicio político contra el gran alquimista mazatleco de la simulación le dé a beber la pócima de la corrección.

    Por lo pronto no está en el ánimo del Gobernador Rubén Rocha Moya intentar otro póker de ases porque por más que haya ganado la primera partida, la mesura obliga a atemperar la reincidencia de la táctica que para nada garantiza igual resultado. Además, Benítez Torres no es Estrada Ferreiro ya que el Edil mazatleco no es de esos orates políticos que comen lumbre y si le hiciera al tragafuego confía que el Presidente López Obrador le echará una cubetada de agua fría para evitarle al “Químico” se incinere en sus propios dislates.

    Pero Rocha Moya tampoco intervendrá para apaciguar a los partidos y organizaciones de la sociedad civil que acumulan los elementos para que la acusación contra “El Químico” sea tan sólida que hasta el Presidente Andrés Manuel López Obrador se sienta avergonzado de proteger contra viento y marea al Alcalde que se dice hecho a imagen y semejanza del Mandatario federal. Una cosa es que el Gobernador evite involucrar al aparato de Estado y otra muy distinta que intervenga para contener la exigencia ciudadana de restauración del marco jurídico.

    Nomás con el caso Azteca Ligthing como ariete, empresa a la que Benítez Torres benefició con contratos por 500 millones de pesos asignados de forma directa sin la correspondiente licitación que ordena la ley de adquisiciones, por mucho este servidor público supera el expediente de ilícitos acumulado por Estrada en Culiacán. No se diga con el agregado de violaciones a derechos humanos, libertad de expresión, acuerdos políticos, leyes de transparencia y la comisión de actos consumados de violencia política en razón de género.

    En el juicio político contra Estrada el Gobernador Rocha atendió el principio de gobernabilidad que al ser alterado causaba estragos en perjuicio de los culiacanenses; es el mismo argumento al que aluden en Mazatlán instituciones como Observatorio Ciudadano, Consejo Popular, Partido Sinaloense y ahora la inesperada operatividad de la Senadora panista Xóchitl Gálvez que llevará el escándalo Benítez Torres al plano nacional.

    Lo que ya es cierto sin lugar a dudas es que es más grueso que el de Estrada Ferreiro el expediente para que “El Químico” sea el siguiente en pagar las consecuencias de un estilo de gobernar a todas luces atrabiliario. Gasta enormes cantidades de recursos públicos en maquillar sus errores, aunque a los políticos cuya imagen la fundan en plastas de cosméticos tarde o temprano se las caen los pegostes y la realidad real los muestra tan atroces como son. La única diferencia es que JEF se lanzó a la yugular del jefe de la Cuarta Transformación en Sinaloa y LGBT aplaza tal episodio de asalto al correligionario.

    En fin, una destitución del Alcalde de Mazatlán lograda por el empuje cívico le vendría bien a Sinaloa en tanto madura el instrumento de la revocación de mandato y la gente pueda detener las aberraciones de gobernantes antes que los daños sean irremediables. Nunca más funcionarios que tengan a su cargo tantos destinos y los pongan en peligro al no dimensionar la importancia de la responsabilidad de servirles.

    Reverso

    Según tu estado anímico,

    Mazatleco, decídelo tú,

    Y de ser así ni la Menchú,

    Podría rescatar al ‘Químico’.

    Clones de Judas

    A Héctor Melesio Cuén Ojeda y su Partido Sinaloense le urge agudizar el olfato en lo que respecta a confiabilidad de sus aliados o cuadros porque en este 2022 el PAS se ha convertido en el ente político más traicionado. Desde presidentes municipales, diputados, aliancistas más lo que se acumule, han saltado de los intereses pasistas a los beneficios que les ofrecen fuera de tales siglas, siendo la puñalada en la espalda más reciente la asestada (¿tú también, Gerardo Vargas Landeros?) en Ahome donde fueron desplazados en los cargos de la Dirección de Educación y de la Juventud.