Jueves negro del Sistema Anticorrupción. Órgano de Gobierno avergonzó a Sinaloa
A puertas cerradas, como lo hacen los que saben que cada intriga necesita de la madriguera infranqueable, el Órgano de Gobierno del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción de Sinaloa completó la maquinación aviesa para imponer a Rosa del Carmen Lizárraga como nueva Secretaria Técnica, aunque en realidad deslegitimó el nombramiento porque lo pudo haber hecho de manera correcta sin que el presidente del Consejo de Participación Ciudadana, Fernando Ruiz Rangel, pervirtiera el espíritu de la convocatoria y acabara riéndose a carcajadas de la extenuante lucha ciudadana para sanear los albañales de la función pública.
La noche del 28 de septiembre, jueves que para no variar resultó negro para la transparencia y rendición de cuentas en Sinaloa, salió del escondrijo la noticia de que así nomás, sin pizca de voluntad de corrección, siete servidores públicos aprobaron despacharse con la cuchara grande un puesto apartado para uno de los suyos. Acudieron al subterfugio del boletín de prensa que les evita a los confabulados dar la cara.
Pareció la operación de Estado perfecta en la que todos habían consensuado primero la contratación de la mujer que fue la vocera oficial en el gobierno de Juan Millán Lizárraga, para que asumiera el área de prensa del SEMAS y de allí saltara a la Secretaría Técnica con un proceso ideado en la simulación y predestinado a la farsa. Por ello Ruiz Rangel alevosamente votó al seleccionar la terna de finalistas para apuntalar a Rosa Lizárraga y excluir al mejor perfil que se presentó a concursar, el de Annabel Quintero Ríos Molina.
Es fundamental dejar asentado este momento regresivo del Sistema Anticorrupción estatal porque aquellos que fraguaron y consumaron tal involución, pero sobre todo los corruptos, han de celebrar lo que consideran es una burla a la sociedad sinaloense, a pesar de que son ellos quienes se autoinfligieron una derrota moral. Sin dar acceso a la prensa ni transmitir en vivo la sesión del jueves, la encerrona de todas formas los delató como camarilla a la cual lo que menos les interesa en moralizar la función pública, pues de lo contrario hubieran empezado evitando que la podredumbre los rociara.
El Órgano de Gobierno, apremiado por organizaciones locales y nacionales a que corrigiera, prefirió solapar por unanimidad. Qué lamentable espectáculo ofrecen los servidores públicos Emma Guadalupe Félix Rivera, Auditora Superior del Estado; Ana Karina Gutiérrez Arellano, Magistrada del Supremo Tribunal de Justicia del Estado; Francisco Carlos Galicia Morales, presidente del Tribunal de Justicia Administrativa; José Luis Moreno López, presidente de la Comisión Estatal de Acceso a la Información Pública; Marco Antonio Álvarez Armenta, Fiscal Anticorrupción, y María Guadalupe Ramírez, Secretaria de Transparencia y Rendición de Cuentas.
Al avalar el dictamen del CPC que Ruiz Rangel le presentó con el speech de todo perfecto, aportaron a que el Sistema Anticorrupción de Sinaloa fuera colocado entre los peores del País en cuestión de transparencia interna. El que prefiere convertirse en agencia de colocaciones, hacer el pago de favores políticos del pasado y estar en total inacción en materia de prevención de delitos contra las finanzas públicas. La percepción del aparato costoso que nada le reditúa a la sociedad, pero sí beneficia a quienes lo integran. La maquinaria difícil de mover contra las corruptos pero ágil al tratarse de asignarse privilegios.
Algún interés colosal u orden de algún poderoso hubo de intervenir para que el SEMAS desoyera la opinión del Observatorio del Sistema Nacional Anticorrupción y de 21 organizaciones nacionales y estatales que apremiaron a limpiar los trabajados para elegir al titular de la Secretaría Técnica, reponiendo el procedimiento mediante metodologías que no den pie a la simulación. También fue borrada de un manotazo la postura de las integrantes del CPC, Raquel Zapien, Lucía Mimiaga y Rosa Elvira Jacobo solicitando que Ruiz Rangel explicara y justificara los criterios de su evaluación y el desastroso impacto de sus acciones en el resultado final de la conformación de la terna.
Nada de eso valió. El jueves negro del Sistema Anticorrupción de Sinaloa se perpetró para validar la violencia en razón de género que Fernando Ruiz Rangel lanzó con saña contra Annabel Quintero Molina cuya trayectoria en la materia del SEMAS es superior, por mucho, a la de la persona que al fin de todo resultó impuesta. ¿Para qué le sirve a Rosa del Carmen Lizárraga la asignación tatuada con el favoritismo?
Al Órgano de Gobierno lo delata la secrecía y el contubernio. Un asunto de interés público debe ser ventilado frente a los ciudadanos porque el Sistema Anticorrupción es propiedad del tesón cívico que a duras penas lo edificó. Convertirlo hoy en patrimonio de unos, o de uno solo, forzosamente convoca al Congreso del Estado a intervenir para regresárselo a los sinaloenses y quitárselo, ya, a aquellos que lo asumen como su agencia de colocaciones.
En la guerra contra la corrupción,
Que sirva esta batalla perdida,
Para hacer juntos la incisión,
Que extirpe la manzana podrida.
El Diputado Ricardo Madrid Pérez, pero ya no como coordinador del Grupo Parlamentario del PRI sino en calidad de integrante del Grupo Plural que es la segunda bancada más importante en la 64 Legislatura, presidirá de nuevo la Mesa Directiva del Congreso del Estado durante el primer período ordinario de sesiones del tercer y último año de ejercicio constitucional que inició ayer. La propuesta la hizo la Diputada de la misma y robustecida fracción camaral, Celia Jáuregui, recibiendo 31 votos de los 40 disponibles. Otro nombramiento es el del Diputado Adolfo Beltrán Corrales, quien es el representante del Grupo Común que también integran los asambleístas Gloria Himelda Félix Niebla, Cinthia Valenzuela Langarica, Feliciano Valle Sandoval y Concepción Zazueta Castro.