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Iniciamos ayer la semana con una jornada mixta para los mercados accionarios del mundo. Las bolsas neoyorquinas arrancaron la semana con desempeño encontrado, pues los inversionistas han sopesado medidas de confinamiento más estrictas en medio del inicio de la vacunación masiva en Estados Unidos.
El ánimo del mercado aminoró luego que el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que la ciudad podría experimentar un cierre total muy pronto, pues los casos de contagio y hospitalizaciones han ido en aumento exponencial. Lo anterior enfrió el optimismo de que en esta semana la vacuna de Pfizer comenzará a distribuirse desde las instalaciones del laboratorio estadounidense en Michigan a cientos de centros de distribución en todo Estados Unidos, siendo las primeras dosis administradas en Nueva York. En suma, la alerta de mayor sufrimiento económico por la pandemia es el telón de fondo de las conversaciones de los legisladores sobre un mayor estímulo económico.
Paralelamente, un grupo bipartidista planea proponer un paquete por 908 mil millones de dólares, que se dividiría en 748 mil millones para desempleados y pequeñas empresas y otra parte que incluye las controvertidas medidas, como protecciones de responsabilidad y ayuda estatal.
En México, las bolsas locales frenaron dos días de ganancias, pues los inversionistas sopesaron el hecho que aunque se comience con la etapa de vacunación en varias partes del mundo, aún se podrían considerar algunos cercos sanitarios severos que ayuden a controlar la pandemia.
Aunque a mitad de la jornada, las bolsas locales aplaudieron el anuncio de la Secretaría de Salud de México sobre el pedido de la vacuna Covid-19 desarrollada por Pfizer, por lo que en un tiempo estimado de cinco a ocho días al país, los inversionistas evaluaron que el control de pandemia aún tardará. De esta manera también se nubló el optimismo derivado por el inicio de distribución de la vacuna de Pfizer-BioNTech, con tres millones de dosis para 50 estados de la unión americana, y un potencial tramo de ayuda financiera en Estados Unidos, que sigue siendo discutido.
En temas energéticos, los precios del petróleo alcanzaron este lunes su mayor nivel en nueve meses, ya que los inversionistas han considerado que con la llegada de la vacuna es posible que la pandemia pueda ser controlada, situación que ayudaría mejorar la demanda de combustibles. Así, el precio del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, subió 42 centavos para colocarse en 46.99 dólares, mientras que el crudo europeo, Brent del Mar del Norte, avanzó 32 centavos para cotizar en 50.29 dólares el barril.
Al margen los petroprecios también ampliaron sus ganancias en medio de la expectativa de que la oferta podría aminorar luego que una empresa naviera dijo que su petrolero explotó después de ser golpeado por una fuente externa mientras descargaba en el puerto de Jeddah, en Arabia Saudita. En suma, este domingo se produjeron dos incendios separados en la terminal de exportación de petróleo crudo Qua Iboe de Nigeria y en un oleoducto en Irán, con la mayoría de los incidentes contenidos hasta el momento.
En asuntos cambiarios, el peso mexicano cerró este lunes con una depreciación frente al dólar por cuarta jornada consecutiva, con lo que alcanzó su nivel más débil en cuatro semanas haciendo a un lado el optimismo al inicio de la sesión por el temor de la nueva reforma al Banco de México. De acuerdo a los registros de Banco de México, el tipo de cambio interbancario cerró este lunes en 20.20 pesos por dólar, lo que representa una depreciación de poco más de 10 centavos respecto al cierre previo, alcanzando un nivel no visto desde el 18 de noviembre.
Las presiones sobre el peso se extendieron tras la minuta aprobada en la Cámara de Senadores que, de ser avalada por los diputados, modificaría la Ley del Banco de México, lo que ha generado nerviosismo entre los participantes del mercado ante las consecuencias para la autonomía del banco central abriendo la posibilidad de que se incorporen a las reservas internacionales dólares de procedencia ilícita.
El retroceso de la moneda se da pese al debilitamiento del dólar, el cual pierde terreno gracias a una menor aversión al riesgo generalizada, lo cual se observa en una baja de 0.29 por ciento del Índice Dólar o DXY, que mide la fortaleza de la divisa estadounidense frente a seis monedas de referencia, para ubicarse en 90.69 puntos. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.