Inflación, recesión, estanflación

    En México, aunque la inflación ronda ya el 7.7 por ciento, no existen políticas de disminución y control, excepto el anunciado control de precios, mismo que ya ha sido probado en México por Miguel de la Madrid y Carlos Salinas, que no sólo no ha funcionado sino que ha provocado más inflación, pues el control de precios afecta de inmediato la productividad y la producción de bienes de consumo y de servicios.

    Finalmente se están viendo las consecuencias de las pobres políticas públicas en la economía de México:

    1. El País cayó en el ranking mundial, pues de ser una economía en el lugar 15 entre 190 naciones, cayó a un lugar 16, siendo desplazado por Irán y a punto de ser superado también por Indonesia, con lo cual bajaría al lugar 17, según el Fondo Monetario Internacional. El lugar 17 lo tenía México en 1988, un retroceso de 34 años.

    En cambio Canadá, nuestro socio en el TMEC, pasa del lugar 9 al 8 pues ese país sí ha sabido aprovechar las ventajas del tratado comercial y del crecimiento de la economía norteamericana.

    2. Claro está que la pandemia afectó las economías de todo el mundo, pero también la mayoría de las naciones tomaron medidas de estímulo de la producción, de la productividad y del consumo; en cambio, México sólo adoptó políticas de estímulo del consumo a través de subsidios a la población, sin impulsar al sector productivo, por lo que muchas empresas cerraron, quebraron o disminuyeron la producción de bienes y servicios; la consecuencia fue una inflación en niveles de hace 21 años.

    3. Se está sufriendo además la inflación internacional, principalmente de Estados Unidos, cuyas políticas buscaron estimular el consumo con subsidios y créditos baratos a los ciudadanos, pero igualmente se otorgaron estímulos y créditos baratos a las empresas, pero fue tanto el dinero inyectado a la economía, que también ha provocado una altísima inflación que no ha podido controlar.

    El problema es que ese dinero en exceso y su efecto inflacionario se ha trasladado a todo el mundo, incluyendo, desde luego también a México.

    Según el economista Rodolfo Navarrete en Reforma, la Escuela Austriaca de Economía sostiene que una expansión monetaria excesiva, genera inflación y finalmente una recesión.

    4. A todo lo anterior se agrega ahora la guerra de Rusia contra Ucrania, países productores del 30 por ciento del suministro global de trigo y 20 por ciento del de maíz; Rusia además es el mayor exportador de fertilizantes y exportador de petróleo y gas a Europa y otros países. Según David Beasley, Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, citado por Berenice González en El Universal, “la guerra ha creado una catástrofe con impacto global no visto desde la segunda guerra mundial”. Ante esto, México no cuenta con medidas preventivas ni ahorros para enfrentar esa crisis.

    5. En México, aunque la inflación ronda ya el 7.7 por ciento, no existen políticas de disminución y control, excepto el anunciado control de precios, mismo que ya ha sido probado en México por Miguel de la Madrid y Carlos Salinas, que no sólo no ha funcionado sino que ha provocado más inflación, pues el control de precios afecta de inmediato la productividad y la producción de bienes de consumo y de servicios. Ahora se está pagando el precio de las políticas que no promueven la creación y crecimientos de las pequeñas y medianas empresas. Precisamente este martes los analistas de Citibanamex calculan un crecimiento del PIB de México en 2022 de 1.3 por ciento y una inflación de 6.8 por ciento y tasas de interés de referencia de 8.5 por ciento, es decir, apunta hacia una economía sin crecimiento y con alta inflación, cercana al fenómeno de estanflación.

    6. Según Oliver Blanchard, del FMI, citado por Rodolfo Navarrete en Reforma, sostiene que una vez que la inflación se sale de control es muy difícil regresarla y tarda varios años. Ante esta perspectiva, duele más el tiempo perdido en estos tres años, con una población con dinero para comprar pero con cosas muy caras y escasas para comprar, pues aunque los salarios han aumentado 8.9 por ciento en promedio este año, la inflación de más de 7 por ciento deja solo un margen de alrededor de 1.7 por ciento sobre el aumento de precios, según la Comisión Nacional de Salarios Mínimos.

    La actividad productiva en México cayó -0.1 por ciento en el cuarto trimestre de 2021, según INEGI, aunado al -0.4 por ciento en el tercero, lo cual apunta también a una leve recesión, la segunda en este sexenio.

    Si acumulamos el crecimiento negativo de 2019 -0.1 por ciento y el de 2020 de -8.3 por ciento y el raquítico 5.1 por ciento de 2021, el panorama sigue siendo negativo y aunque se agregue el estimado crecimiento de 1.3 por ciento en 2022, según Citibanamex, todavía el PIB tiene un crecimiento en rojo, es decir sigue estancada la economía, en tal manera que con crecimientos optimistas de 3 por ciento anual en los siguientes años, la economía apenas crecería 0.5 por ciento en el sexenio, y dejaría AMLO una economía estancada y previsiblemente con inflación, es decir, en estanflación.