La sociedad de nuestra nación se manifiesta muy alegre con las medidas del nuevo gobierno presidido por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Se observa buen ánimo en los sectores de la población por las iniciativas que viene esbozando nuestra Presidenta.
Se avizoran acertadas iniciativas en sus primeros días de su gobierno. La Presidenta Sheinbaum ha enfatizado proyectos en bien del pueblo, como ha sido la regla de los gobiernos de la cuarta transformación. Esto la ciudadanía lo ve con buenos ojos, pues dichos proyectos abarcarán todo el territorio nacional. Se comprueba que la cuarta transformación tiene un claro propósito: lo más pronto posible sacar al país del subdesarrollo y encausarlo entre los países con desarrollo sostenido, esa es la meta que se persigue para alcanzar el bienestar de la sociedad.
Por lo que observamos de las primeras medidas tomadas por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, se camina por el sendero correcto. Se avanza en la reforma judicial, que busca limpiar de corrupción el actuar de jueces y magistrados y permitir la participación de los ciudadanos en la elección de los mismos. Se ha reformado la industria eléctrica, dándole al fin a la Comisión Federal de Electricidad, prioridad en la generación de esta energía estratégica. Estos primeros pasos de la Presidenta dan certeza en la sociedad, segura de alcanzar las metas que se han fijado para consolidar el mejoramiento de toda la sociedad.
Las estadísticas son reveladoras, no dejan lugar a dudas, ni modo que lo nieguen los banqueros y los grandes consorcios comerciales. La estrategia económica de la cuarta transformación -está comprobado- beneficia a ricos y pobres, moderando la abismal distancia que los dividía. Lo anterior lo señalamos con plena certeza, lo que nos da pie para afirmar que el gobierno de México se ha planteado un acertado sistema económico que propicia bienestar para todos los sectores sociales de este país. Este es el secreto del por qué la ciudadanía le refrendó el mandato a la cuarta transformación.
Por el camino que se inició el 2018 y que continúa en la actualidad, el desarrollo sustentable del País marcha indetenible. A ese ritmo no hay duda que progresaremos hasta alcanzar las metas que garanticen un desarrollo con bienestar. En economía hay proyecciones optimistas en lograr mejoras salariales sustanciales para las clases trabajadoras y de sacar hasta el último habitante del flagelo de la extrema pobreza.
Todas las acciones del gobierno de la cuarta transformación marchan en ese sentido, hasta consolidar sus proyecciones, sin flaquezas de ningún género, todo hasta cimentar que nada falle en alcanzar el bienestar de la sociedad. El camino está bien desbrozado, para que la marcha que se ha emprendido no tenga obstáculos de ninguna índole. La ciudadanía apoya, con clara decisión y sin titubeos, al gobierno cuatrotransformacionista, para consolidar el modelo de bienestar social. Hacia allá se camina.
El estado de ánimo de la ciudadanía es de mucha confianza en la Presidenta Claudia Sheinbaum, quien va a hacer un gobierno apegado a los intereses populares. La amplia obra material y social que construyó el ex Presidente Andrés Manuel López Obrador sentó las bases para potenciar la economía de México. Va a ser un referente infalible por muchas décadas en la historia nacional, por la magnitud de su obra material y social que hereda a la nueva generación de mexicanos. Es un hecho imborrable en la memoria de la ciudadanía. A partir de esa obra y regeneración de la economía mexicana, la doctora Claudia Sheinbaum, no tenemos duda, continuará construyendo infraestructura y riqueza para el País.
Con plena seguridad los ciudadanos han decidido establecer la democracia y la libertad como pilares infalibles y en eso empeñan todos sus esfuerzos. Los ciudadanos saben que los diferendos entre intereses y clases, tan variadas como existen en México, sólo se pueden dirimir con instituciones fuertes, limpias de corrupción, y, sobre todo, con el apoyo decidido del pueblo. La vía de la democracia, la participación ciudadana, es esencial para alcanzar una sociedad más justa y armónica.
Los ciudadanos, como lo afirmamos reiteradamente, confían en el gobierno de la cuarta transformación. Siempre han aspirado a gozar de una economía boyante, con democracia y libertad, banderas irrenunciables para un pueblo generoso como es el mexicano.
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