Imelda Castro: informe y mitin político
El Masin fue epicentro de la reelección

OBSERVATORIO
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    Estamos en tiempos electorales y se vale, aunque no sea honesto, que otros se cuelguen de la lucha ajena con tal de que resplandezca el personalísimo yo. Obligados a la modestia propia en respeto y reconocimiento a quien informaba de su trabajo camaral y gestiones que benefician a los sinaloenses, Rivera Aguilar y Ramírez optaron por caer en la tentación de mostrarse como parte de la caballería pesada, al menos en la oratoria, de la izquierda que tiene el poder en México.

    Por más que la Senadora Imelda Castro quiso darle a la presentación de su quinto informe un rasgo sencillo, de natural rendición de cuentas, fueron sus compañeros morenistas Ana Lilia Rivera, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara alta, y Eduardo Ramírez Aguilar, presidente de la Junta de Coordinación Política, los que convirtieron el evento en mitin político para la promoción y defensa del régimen autodenominado Cuarta Transformación. Además, el balance de logros de la legisladora transmutó también a la inevitable cargada con la mujer que consideran se acerca a la reelección y roza la candidatura a Gobernadora de 2027.

    El examen de resultados de Imelda Castro debe sobrevivir a la fachosa grandilocuencia de disertantes que dieron la impresión de estar en un concurso de oratoria, tratando de robarle los aplausos a quien realmente los merece. Los méritos de la Senadora, que sí los tiene, fueron el pretexto para sacar el podio senatorial del edificio de Insurgentes y Reforma, en la Ciudad de México, y traer a la sede del Museo de Arte de Sinaloa, de Buelna y Paliza en Culiacán, la arenga de la salvaguarda presente y futura del amloísmo y cuatroteísmo.

    Era innecesario que los invitados, cuya participación se requería mínima para reconocer a la compañera de bancada, se apoderaran por tanto tiempo del micrófono sólo con la intención de cortar de tajo la historia de la lucha social por décadas en busca de transformar a México. Al asumir la amnesia como recurso retórico, plantearon que todo comenzó el 1 de julio de 2018 sin percatarse de que antes la perseverancia cívica hiciera lo propio por restablecer la democracia y las libertades y combatir la corrupción. Todo porque el recuento de la gestión que hizo la anfitriona les pareció buen subterfugio para el lucimiento oportunista.

    Tal vez lo sobresaliente esté en que si un año antes, al asistir al cuarto informe, el Gobernador Rubén Rocha la declaró su “corcholata” para la próxima sucesión de titular del Ejecutivo Estatal, el reciente sábado fue la legión guinda de Sinaloa la que aclamó a Imelda como Senadora para un nuevo período de seis años y le dio otro empujón hacia la proyección a 2027. Sí, así sea como en los viejos tiempos de adoración al poder, con la parafernalia de porras y transfiguraciones, figuras partidistas prominentes sumadas a la anticipada coronación política, y el infaltable besamanos.

    Es que estamos en tiempos electorales y se vale, aunque no sea honesto, que otros se cuelguen de la lucha ajena con tal de que resplandezca el personalísimo yo. Obligados a la modestia propia en respeto y reconocimiento a quien informaba de su trabajo camaral y gestiones que benefician a los sinaloenses, Rivera Aguilar y Ramírez optaron por caer en la tentación de mostrarse como parte de la caballería pesada, al menos en la oratoria, de la izquierda que tiene el poder en México.

    Lo mismo aprovecharon el informe como pasarela algunos diputados locales y federales, alcaldes y miembros del Gabinete de Rocha Moya que pretenden saltar desde sus actuales responsabilidades, que sienten que les quedaron chicas, a altos niveles del servicio público y representación popular. Desde Feliciano Castro Meléndrez, al que dan por hecho al frente de la poderosa Secretaría General de Gobierno una vez que el actual titular, Enrique Inzunza Cázarez, deba dedicarse a la campaña para ir al Senado, hasta el ex Alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, que se aferra a ser la mosca en la sopa morenista. O el Presidente Municipal de Mazatlán, Édgar González, único edil en el presídium como modelo de la función pública en la era de la 4T.

    Del informe de la mujer que es parte de la izquierda política mexicana desde mucho antes de la 4T, destaca la modificación de 61 artículos de la Constitución en materia educativa y de movilidad segura e inclusiva, convirtiendo los programas sociales en derechos y ampliando a universal la cobertura de salud. Enumeró la erradicación de privilegios al prohibir la condonación de impuestos, implementar la extinción de dominio, el reconocimiento a la participación en consulta popular y revocación de mandato, eliminación del fuero presidencial y las partidas secretas en el Presupuesto de Egresos, así como las reformas al Poder Judicial, en seguridad pública, y prisión preventiva oficiosa en los delitos de corrupción y electorales.

    Habló de los avances en materia de reconocimiento de derechos a los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas para su libre determinación, autonomía, desarrollo e inclusión; la inclusión de los jóvenes en los ámbitos político, social, cultural y económico. Se refirió a lo que llamó revolución legislativa en lo que respecta a igualdad de género y paridad política; ampliación del tiempo por el cual el Ejecutivo federal podrá disponer de la Fuerza Armada Permanente en materia de seguridad, y suspender derechos para ocupar cargos de elección y de gobierno a quienes tengan sentencia firme en materia de violencia y deudores alimenticios.

    Y no obstante que el mayor tiempo lo ocupó el prolongado pregón ideológico que llamó a construirle en 2024 el “segundo piso” a la 4T que inició en 2018 con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, predominó la figura de Imelda Castro a tal grado de que fue interrumpida en varias ocasiones durante su mensaje político por aquellos que encomian el esfuerzo de esta mujer para destacar en las grandes ligas de la representación popular en el ámbito nacional, y que con gritos de “¡Senadora! ¡Senadora!” los asistentes la instaron a continuar en dicha posición.

    Reverso

    Consejo que no tiene precio,

    Y que Imelda debe escuchar:

    Nunca le prestes tu trapecio,

    A alguien que te lo pueda robar.

    Ausencias notables

    Y el colofón: sin el Gobernador Rubén Rocha presente pues tuvo que asistir en Hermosillo a la Séptima Reunión Regional de Seguridad Mar de Cortés; la prudente inasistencia de Enrique Inzunza Cázarez que de seguro la acompañará en la fórmula de Morena al Senado, e inclusives las extrañas ausencias de Merary Villegas, dirigente de Morena en Sinaloa, del Alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez, y del también Senador Raúl Elenes, Imelda Castro tomó el control del evento y se situó como líder natural ante los invitados y arrimados que le rindieron honores.