"Hostigamiento contra prensa en Sinaloa. Fundación Colosio: periodismo y política"
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La Fundación Colosio, que preside en Sinaloa Sergio Jacobo Gutiérrez, iniciará mañana el análisis de un tema cuya puntualidad es estratégica por las circunstancias locales y nacionales en materia de libertad de expresión. Con la conferencia del periodista Raymundo Riva Palacio, una de las voces críticas más creíbles de México, se abrirá en Culiacán la ronda de disertaciones y actividades para reflexionar en torno al nuevo periodismo y la política de hoy.
El contexto es el que le da relevancia al programa lanzado a la discusión pública por la organización priista que se dispone a dar herramientas para la toma de criterio y de medidas en un gremio que está entre la espada de la intolerancia blandida desde las altas esferas del servicio público y las denuncias penales con las cuales cacicazgos políticos de diferente índole intentan intimidar el periodismo insumiso.
El martes, la activista y analista María Teresa Guerra acudió al Poder Judicial de Sinaloa llevada por una denuncia de daño moral que interpuso en su contra Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y dirigente del Partido Sinaloense, y el 16 de octubre el ex Gobernador Francisco Labastida amenazó con demandar a las organizaciones Iniciativa Sinaloa y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad debido a que lo incluyen en la investigación denominada “Operación desfalco Sinaloa” que exhibe corrupción y tráfico de influencias de 16 políticos y servidores públicos en calidad de ex o en funciones.
El lunes 4 de noviembre Labastida Ochoa extendió hacia el autor de esta columna el amago de la denuncia penal debido a que en la entrega publicada ese día se hizo eco aquí de las situaciones de posible tráfico de influencias en las que IS y MCCI lo vinculan a él y su hijo Francisco Labastida Gómez de la Torre, y se expone también la investigación que el Gobierno Federal lleva a cabo por posibles irregularidades, en las que aparece él, no su hijo, en el proyecto de la planta de amoniaco de Topolobampo.
Labastida Ochoa se suma al hostigamiento a periodistas en un estado en el que paradójicamente el Gobernador Quirino Ordaz Coppel ha sido cuidadoso en respetar todas las expresiones, aun cuando sea él quien esté en el centro del quehacer crítico de la prensa. Reaparece el ex candidato presidencial del PRI en el preciso momento en que los alcaldes de Morena en Culiacán, Mazatlán y Ahome se han confabulado para derribar de un manotazo la libertad de expresión.
Viene ni más ni menos cuando desde el pódium presidencial se azuza a las masas enajenadas a denostar y atacar al periodismo solo por el hecho de que reporteros, medios y analistas realizan esfuerzos cada día más arriesgados para mantener a salvo el derecho ciudadano a la información. Es otro Labastida; no es el mismo que ha sostenido que las garantías constitucionales han de prevalecer muy por encima de quienes sean afectados por el hecho de hacerlas valer.
Cuidado con tales tentaciones a amordazar. El Gobernador Quirino Ordaz Coppel debe tomar nota y mediar para que las aguas bravas de la intransigencia no alteren el de por sí agitado mar de la gobernabilidad sinaloense. A él, igual que a los periodistas y medios de comunicación, no nos conviene que Sinaloa se convierta en el estado del País donde más se hostiga a la prensa.
Nadie debería quebrar la vara de la justicia para tomar solo aquella parte que le permita medir y azotar a sus críticos con el rencor como motivación. La lupa cívica y el microscopio del periodismo, cada día más implacables, lo único que pretenden es empujar condiciones para que la vida, el patrimonio y las libertades de los ciudadanos se respeten por más poderosos que se sientan los que quisieran implantar la impunidad como modelo de coexistencia.
Sin embargo y a pesar de todo, la circunstancia resulta idónea para reflexionar sobre el nuevo periodismo en esta etapa de desencuentros con actores políticos. Para empezar, la Fundación Colosio con la colaboración del Instituto Sinaloense de la Cultura y la Universidad Autónoma de Sinaloa aportarán el análisis de Riva Palacio este viernes 8 de noviembre a las 17:45 horas en el Centro Sinaloa Centenario de las Artes, y dentro de una semana, el 15, disertará sobre el mismo tema el escritor y ensayista Rafael Pérez Gay, a la misma hora en la sala Jaime Labastida del edificio central de la UAS.
Dialogar no solamente es parte de la libertad de expresión sino la sustancia que nutre los esfuerzos por colocar el razonamiento muy por encima de las intolerancias. Es lo que resalta al ciudadano civilizado y somete al pre hombre rupestre. Es el punto de encuentro entre el periodismo que denuncia y el derecho a defenderse del denunciado.
Reverso
¿Un México más cavernario,
Y un Estado más difunto,
Si fue por tumbar al contrario,
Que llegamos a este punto?
Tercera llamada
Las autoridades estatales y municipales deberían ponerle mucha atención a la alerta que el 25 de octubre emitió para Sinaloa Artículo 19, la organización independiente que opera en todo el mundo para proteger y promover el derecho a la libertad de expresión, al hacer un llamado al Gobernador para que, en su calidad de garante de ese derecho constitucional, brinde las condiciones idóneas para el desarrollo del ejercicio periodístico en la región, y al Supremo Tribunal de Justicia de Sinaloa y a la Fiscalía General del Estado para que en caso de concretarse la pretensión de iniciar acciones legales contra los autores y promoventes de «Operación Desfalco Sinaloa», utilicen criterios que prioricen el derecho de estos a investigar y difundir información de interés público.