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Proselitismo corto; salvajismo extenso
Como serán muy cortas las campañas políticas para elegir en Sinaloa Gobernador, diputados locales, presidentes municipales, regidores y síndicos procuradores, en noviembre los pretensos y partidos activarán sus cuartos de guerra para tratar de obtener fuera de los plazos formales los cargos de representación popular que se deciden el primer domingo de junio de 2021. Esto quiere decir que resaltar o enterrar cada aspiración dependerá de la capacidad para alterar el marco legal electoral.
Parece exagerarlo plantear ese predominio de la política de las cavernas por encima de la civilidad proselitista, pero los signos adelantados así lo indican. Soplan vientos lóbregos de aniquilación de perfiles, propuestas y oportunidades, aunque lo que más exterminan con bastante anticipación es la posibilidad de que los sinaloenses conozcamos tal cual es la oferta electoral debido al lodo que la cubrirá.
Las campañas para Gobernador, presidentes municipales y diputados a integrar el Congreso del Estado serán del 4 de abril al 2 de junio, tratándose de 60 días en los cuales la carrera por el poder se tornará atroz y atropelladora. Cualquiera que busque participar sabe que estará en desventaja si no comienza desde antes la labor de seducción del voto no obstante que la forma en que lo haga delatará la traza de las intenciones.
Y de ahí deriva la encrucijada de atraer la atención de los sufragantes por medios lícitos, correctos y pacíficos o acudir al inmenso catálogo de métodos ilegítimos y siniestros que son más efectivos en redes sociales donde los cibernautas engullen todo, sin hacer gestos ni intentar el más superficial ejercicio de reflexión. Aparte, los gobiernos federal y estatal, no se diga los municipales, carecen de voluntad para ubicar, denunciar y sancionar la calumnia como arma electoral.
Siendo así, la mesa está servida para la delincuencia cibernética que ofrece sus servicios a los adeptos de las campañas negras. De momento los ataques contra políticos que asoman en la intención del voto serían si acaso caricias tempestuosas que preceden los golpes demoledores que se preparan en el “war room” que cada pretenso quisiera tener. El arte de convertir en ataque demoledor lo que en tiempo normal es disparate insignificante está por mostrar sus mejores frutos y los destinatarios quirúrgicamente designados.
Hay vía libre para que desde las sombras los pretensos muevan sus maquinarias de la ignominia e intenten tumbarse unos a otros. Al no empezar los tiempos formales en lo referente a candidaturas, pues las instituciones electorales corren desde el 1 de agosto la preparación de las votaciones, imposible que alguien arbitre en las operaciones sucias que asoman en la atmósfera preelectoral.
¿Pueden obtenerse victorias electorales mediante la perversión de los protocolos políticos legítimamente establecidos? Quienes llegan a cargos de Gobierno utilizando la diatriba y bailando encima del sistema legal ¿deben ser aceptados como autoridades genuinas? No sucedería ello si el INE y el IEES instalaran a tiempo los sistemas cibernéticos y de seguimiento a pautas que permitan atribuirle con pruebas a cada partido o aspirante la divulgación de contenidos clasificados no sólo como campaña adelantada sino que signifiquen algún tipo de agresión alevosa a los contrarios.
También las autoridades establecidas están obligadas a propiciar el mejor ambiente en la víspera de que el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Electoral de Sinaloa tomen el control de los comicios. Si bien es cierto que no es de su competencia, sí los mandata la Constitución a cuidar la gobernabilidad, que es la que se pondrá en riesgo una vez que se suelten los mil y un demonios que ya comienzan a desatarse.
O de plano, atendiendo el mínimo principio de autoridad, el Gobernador Quirino Ordaz y los alcaldes deben dar manotazos en la mesa del diálogo político para inhibir el posible descuartizamiento de la legalidad, estabilidad y civilidad que le cae muy mal a Sinaloa al empalmarse con las crisis social y económica que provoca la pandemia de coronavirus y la habitual alteración del precepto legal por parte de la delincuencia y corrupción organizadas.
Pero no. Como es temporada de caza en el monte de la impunidad empieza a emerger la fiera que habita en personajes o clanes cuya nostalgia de poder nada sabe de coexistir en las diferencias. Como se les permitió romper todas las reglas, lealtades y leyes sin que alguna institución o ley se los recriminara, el umbral de 2021 los reanima a buscar el mismo botín y despedazar a quien se les ponga enfrente.
Reverso
Dispara desde tu trapecio,
No dejes opositor activo,
Que no pagarás ningún precio,
Por ese potencial agresivo.
Escaparate peligroso
Jesús Valdés Palazuelos y Sergio Jacobo Gutiérrez, uno dirigente estatal del PRI y el otro presidente de la Fundación Colosio, hacen mancuerna en los foros de participación ciudadana que el partido realiza en todo el estado para integrar la plataforma electoral priista de 2021. Está generando envidias domésticas la pasarela que los pone frente a frente con la militancia del Revolucionario Institucional y de un momento a otro esos celos se traducirán en fuego amigo de los que sospechan que de allí puede salir el candidato a la gubernatura. ¡Duro contra cualquier indicio de unidad en el PRI de Sinaloa!