El miércoles 12 de enero de 2022, la violinista ucraniana Anastasiya Petryshak visitó por primera vez Culiacán para ofrecer un inolvidable concierto, en el que interpretó magistralmente obras de Vivaldi, Monti, Ravel y Saint-Säens. Finalmente, como encore, brindó una sublime interpretación de la pieza Después de un sueño, de Gabriel Fauré, obra que expresa una romántica aspiración en que el soñador busca la luz, pero regresa a la misteriosa oscuridad de su sueño, como si fuera un ardiente espejismo.
La buena noticia es que otro sueño se hará realidad este viernes 21, a las 17:00 horas, cuando Anastasiya haga vibrar una vez más el Teatro Pablo de Villavicencio con las trepidantes notas de las Cuatro Estaciones, la obra más conocida de Antonio Vivaldi, bajo la dirección de Armando Pesqueira.
Vivaldi, llamado “prete rosso” porque era un sacerdote con el pelo rojizo, compuso más de 500 conciertos. Las Cuatro Estaciones no son una obra en sí, sino tan sólo los primeros cuatro conciertos para violín de una composición que incluía 12 conciertos, clasificados con el número Opus 8 y titulados Ensayo de la armonía y de la invención.
En realidad, no eran conciertos, sino melodías que estaban inspiradas en canciones (como hizo en su momento Juan Carlos Calderón componiendo la canción Otoño, sobre la música de esa estación de Vivaldi, para que la convirtiera en un éxito el grupo Mocedades).
Además de este suculento platillo, en el concierto se interpretará la conocida obra de Wolfgang Amadeus Mozart, titulada Pequeña serenata nocturna, la cual es de carácter alegre y despreocupado, y no necesita tampoco de mayor presentación. Originalmente, constaba de cinco movimientos, pero se conservan solamente cuatro: Allegro, Menuetto, Romanza y Rondó.
¿Hago realidad mis sueños, como canta Radamés, en Aída (Se il mio sogno/ s’avverasse)?
