A propósito del suicidio de Verónica Forqué y de muchas personas deprimidas más, hechas polvo por la plaga del “hate” de las redes sociales (forma electrónica de un bulling anónimo, multiplicado, imborrable, indiscriminado), creo que conviene tener presente la triple recomendación ancestral: “No digas nada antes de verificar que tus palabras son verdaderas, son aplicables al caso y serán útiles para su destinatario”.

    Oportunidades

    El paisano Joaquín: “Ya desde el Siglo 19 había chinos en Mazatlán. Fueron expulsados durante el gobierno de Obregón. Durante la Segunda Guerra Mundial, los japoneses fueron concentrados en Guadalajara y creo que también en Puebla, entre todos ellos quedarían dispersas unas 10 familias. La mayoría de los alemanes mazatlecos prefirieron regresar a su país.

    La tumba china de la imagen, permanece abandonada en el panteón Ángela Peralta y ostenta la fecha de 1903. En Culiacán existe otra en el panteón más antiguo de la ciudad cerca del ‘mercadito’, precisamente ahí donde abundan las casas de cambio cuyas empleadas operan en la calle.

    Tengo un documento que muestra que a inicios del Siglo 20 el tráfico de mariguana y hojas de coca no estaba penalizado. La ley seca gringa fue para afectar los intereses alemanes en USA porque apoyaban a su país con las ganancias de la venta de cerveza en Milwaukee; así nació la industria del alcohol y mezcal en Sinaloa con miles de galones de producción diaria; con el alcohol se podían fabricar cualquier bebida como whiskey o ron y nacieron bebidas ‘medicinales’ como el ‘Hemostyl’ para propiciar el crecimiento y atenuar la debilidad. Ooootra forma para enviar sustancias ilegales a gringolandia. El periódico El Demócrata Sinaloense está lleno de anécdotas de cargamentos de vinos confiscados a comerciantes locales con nombres fifís.

    La guerra trajo consigo el cierre de los mercados europeos y fue así que nace la industria de la joyería de plata en Taxco, capitaneada por William Spratling, así como la pesca del camarón en el Pacífico mexicano, que tiene su origen en un convenio de investigación científico para la pesca del crustáceo; desde luego que venían a mapear los puertos mexicanos y espiar los movimientos de los gringos.

    Fue así como nacen empresarios como el Tungui Castro de Teacapán, quien se hizo millonario, primero con la pesca del tiburón, muy abundante en la Segunda Guerra Mundial y cuyo hígado tuvo alta demanda por su contenido vitamínico; después vendría la etapa de la pesca del camarón de altamar que superaría la producción de estero controlada entonces por el español Elías Pando, que operaba la planta del general Abelardo Rodríguez en Escuinapa, quienes además de una empacadora, fueron los primeros en adquirir barcos para la pesca de camarón en altamar; ahí llegó un joven biólogo de nombre Julio Berdegué (creador del complejo turístico mahatleco El Cid), que se casó con doña Dolores Sacristán, a su vez hija de don Emilio Sacristán, personaje de los años 50 en México.

    Entonces el General se la compró a Pancho Rivera, quien de acuerdo al Cronista de Escuinapa, les trajo bicicletas a los trabajadores y así nace el mote de “pueblo bicicletero”; corresponde entonces al general la adquisición de barcos camaroneros en San Diego, quien dicho sea de paso era socio del Grupo Somex y del Banco Mexicano de Occidente con oficina Matriz en Mazatlán.

    Todo lo anterior me dice que cuando los gringos entran en ciertas crisis, a México le va de maravilla”.

    ...Y amenazas

    Si el paisano Joaquín tiene razón, a México le esperan tiempos de amplias oportunidades, pues EU hace rato que entró en una épica crisis crediticia, por mucho la mayor deuda en la historia mundial, con un consecuente estallido hiper-estanflanario (su sistema monetario del petródolar, tras el fallido sistema Bretton-Woods, se ha estirado al límite y ya no da más). No hay manera de que EU evite este inminente mega colapso económico, político y social que le durará muchos años y tal vez lo termine como imperio planetario (en cuyo caso, por desgracia, México será arrollado también, como cola que es del cometa gringo).