Primero, una brevísima introducción a mi añorado amigo y maestro de la ironía. ’Gog y Magog, Aventuras lingüísticas’, Editorial Universidad Autónoma Metropolitana, Compilado por Miguel Ángel Muñoz. Selección de textos publicados por Gutierre Tibón a lo largo de casi cuatro décadas, que permite recorrer la amplitud de temas de los que se ocupó Tibón durante esos años, a través de juicios y pasiones, hallazgos y fascinaciones, descubrió la historia a partir del lenguaje. Es el testimonio de un historiador que amó a México, que lo estudió y lo descubrió como pocos.
¿Sirve este contexto para entender el mega despapaye que se desata con la guerra entre Israel y Palestina (que detona, oh qué casualidad, justo cuando se agota la guerra en Ucrania, a la que sustituye en la distracción de la borregada, o sea nosotros)?
Magog (en hebreo , en griego) es el nombre del segundo hijo de Jafet según la Tabla de Naciones de Génesis 10. Es también el nombre de una nación, tierra o reino situado en los extremos del mundo conocido, vinculado a los eventos del Juicio Final. Suele ser mencionado en conjunción con Gog, nombre de su gobernante, como Gog y Magog.
Magog es mencionado originalmente en el Libro de Ezequiel, donde es el país regido por un soberano de nombre Gog; se trata de una tierra o región vinculada a naciones ubicadas al norte de Israel, lugar de origen de una invasión devastadora. En el Nuevo Testamento, aparece en el Apocalipsis. En dicho libro, Magog, junto a Gog, son naciones que se encuentran: en los cuatro extremos de la tierra; después del Milenio serán engañadas por Satanás, para la batalla final contra el pueblo elegido. Sin embargo, el fuego del Cielo las consumirá.
A partir de estos textos, Magog, con su soberano Gog, son asociados con eventos catastróficos relacionados con el final del mundo; en los cuales representan a los enemigos arquetípicos del pueblo elegido y de Dios.
En el Islam, Magog es nombrado en el Corán en conexión con Gog como:Ya’juj wa Ma’juj (en árabe) . Se los menciona en la sura 18, conocida como La Caverna en relación con Dhul Qarnein, quien construyó una muralla para detenerlos más allá de las tierras civilizadas. Más adelante, en la misma sura y en la sura 21, Los Profetas, se revela que en el Día del Juicio este muro será “reducido a polvo”; entonces Gog y Magog reaparecerán para la última batalla.
La etimología de Magog es incierta; su primera aparición, cronológicamente hablando, es la del capítulo 38 de Ezequiel; es decir, la presencia del mismo nombre en la Tabla de Naciones debe considerarse posterior. Esto implica que Magog debe derivar de Gog, el nombre de su supuesto monarca, también que se debería buscar el origen de ambos nombres en el contexto mesopotámico del profeta, pero sin olvidar sus raíces hebreas. Ma se ha relacionado con el asirio mat, forma de matu, país o región. Magog no sería, entonces, sino La tierra de Gog (*matGaga).
Otra derivación, basada en el hebreo, sostiene que ma es un reflejo (en forma de mem locale) de mim, la proposición que indica de o desde, la expresión equivalente a de Gog (m-Gog). Gog, por su parte, ha sido relacionado por A. van Hoonacker con el sumerio Gug, que significa literalmente una mancha negra y, por extensión, la cornalina, pero también un resplandor, dependiendo de la raíz elegida. Esta propuesta no ha sido aceptada por la mayor parte de los estudiosos, quienes prefieren ver en Gog un calco hebreo del acadio Gugu, que no es más que el nombre (atestiguado en la documentación cuneiforme de la época) del rey lidio: Giges. Magog es, pues, la tierra de Giges. El problema con esta interpretación es que en el texto se dice que Gomer, es decir, el pueblo cimerio, es aliado de Magog, lo cual no corresponde con el hecho de que eran enemigos de Lidia y su rey; Giges”.