Fuga de dinero

    Si en el mundo de los negocios es importante contar con el respaldo de un buen despacho de abogados, en el gobierno municipal es imprescindible contar con un buen departamento jurídico.

    Grandes boquetes se han hecho a las finanzas municipales por no tener operando un departamento jurídico eficiente, integrado por abogados capaces y sobre todo honestos.

    Además de los grandes temas que se han ventilado en los medios sobre asuntos legales perdidos por el Ayuntamiento, que han costado millones de pesos (el caso NAFTA es solo uno de ellos), en los archivos del departamento jurídico se encuentran litigios que, si no son bien atendidos, le costarán al municipio varios millones de pesos.

    Muchos de esos litigios tienen que ver con despidos, es decir, son asuntos laborales que invariablemente pierde el Ayuntamiento.

    Y lo malo no es solo que los pierda, sino que permite que los trabajadores que demandaron los “engorden” dejando que los laudos (sentencias) dictados contra el Ayuntamiento acumulen otras prestaciones adicionales que, sumadas a las reclamadas, implican que un pleito de unos miles de pesos pueda volverse un pleito millonario.

    A nivel federal (ISSSTE) se descubrió un millonario fraude similar al que comento en esta ocasión. Ex empleados demandando al gobierno federal y engordando laudos.

    Pero esa “engorda” no sería posible si el departamento jurídico hiciera bien su trabajo y recomendara el pago inmediato del laudo en cuanto este perdido el juicio definitivamente o de perdida ganara uno que otro juicio.

    Contar con buenos abogados en su departamento jurídico le ahorraría muchos problemas y mucho dinero al Ayuntamiento.

    A pesar de lo anterior, tratan al jurídico como un patito feo y le regatean recursos económicos y humanos y si a eso le sumamos sueldos muy por abajo del mercado, estamos en presencia de un perfecto caldo de cultivo para la corrupción.

    Los jurídicos se han vuelto una fuga de dinero, no porque gasten mucho en ellos, sino porque pierden constantemente asuntos legales que no deberían perderse.

    Si, algunos jurídicos son malos abogados (hay otros que son aceptables), pero de eso a perder casi de todas, todas, hay una enorme diferencia.

    Durante años se ha ignorado el valor de tener buenos abogados trabajando para el Ayuntamiento y eso ha costado millones de pesos. Ya es hora de que le den más importancia a esa área y empiecen a ganar juicios y ahorrar dinero público.

    Por cierto, mi pronóstico profesional, basado en los documentos que pude revisar del caso NAFTA, es que el Ayuntamiento ganará finalmente esta segunda reclamación y no por los abogados que tiene, sino a pesar de esos abogados y porque la anterior Síndica Procuradora (Dra. Elsa Bojórquez) dejo prácticamente ganada la segunda reclamación. Hagan sus apuestas.