Una frontera, es una línea convencional que marca el confín de un Estado y el ingreso a otro al pasar dicha línea marcando la soberanía de cada uno. La sola palabra se refiere al límite territorial de un país, un predio, un territorio o una parcela. El término proviene del latín frons o frontis que significa frente o fachada.
Se habla de convención porque en el proceso, los Estados involucrados acuerdan hasta dónde llegan sus límites mutuos. Este límite puede ser una línea imaginaria, un elemento natural como una cordillera o un río, o bien, elementos construidos por el hombre, como rejas, muros o cercas. En términos de Gobierno, la frontera es una división político-administrativa que puede modificarse en el tiempo según las circunstancias geográficas, o por causas políticas, bélicas, económicas y religiosas.
En el norte de México, la frontera se modificó a raíz de la venta de La Mesilla que en 1853 realizaron los presidentes de Estados Unidos y de México, en los cuales involucraron los actuales estados de California, Arizona, Nuevo México y Texas. Cruzar de o hacia cualquiera de los Nogales (Sonora y Arizona) se limitaba a cruzar una calle de la cual la mitad pertenecía a un país y la mitad al otro con una línea imaginaria. Lo mismo sucedía en otras ciudades fronterizas. Todo sucedía en paz, la gente iba y venía, y cuenta la historia que un día, el carpintero Zeferino Gil Lamadrid, muy conocido en Nogales, Sonora, cruzaba después de un día de trabajo hacia su casa, cargando sus herramientas en una caja grande que llamó la atención de un aduanal americano, exigiéndole se regresara para inspección. Zeferino es retenido por los aduanales mexicanos quienes reclamaban que ya estaba en suelo mexicano, ante la confusión, otro aduanal que bien pudo haber sido soldado disparó, y los disparos fueron contestados, lo que originó la suficiente reacción para que a partir de ahí la línea imaginaria fuera delimitándose materialmente.
Las primeras fronteras físicas comenzaron a construirse con materiales fijos alrededor de 1918 derivadas de la tensión política del país por la Revolución Mexicana y la amenaza que el Gobierno estadounidense tenía después de la Primera Guerra Mundial, pero se limitaban a columnatas de material con algún mecate o cadena.
Desechos del equipo aéreo, como aviones o helicópteros que se usaron para combatir en Vietnam fueros reutilizados posteriormente para construir fronteras físicas. Su uso fue vulnerado por la demanda popular de no perder contacto con sus seres queridos, haciendo hoyos que permitieran la comunicación entre los habitantes de ambos estados nacionales cuando fue necesaria mas documentación para poder cruzar la frontera.
En todo el mundo el tema de las fronteras cobra importancia diferenciando las formas de vida, los sistemas de Gobierno, las costumbres sociales, el desarrollo económico o su búsqueda, la seguridad personal. Ejemplos sobran: Gaza, Croacia, Argentina, Chile, Israel, Palestina, Afganistán, las Coreas, ahora se suma Chiapas.
Fronteras también son las que cruzamos las personas, operan de la misma forma: se van modificando por diferentes causas, mas no políticas, ni administrativas, mucho menos convencionales, sino emocionales y sentimentales. El reto para la conquista de la libertad humana que engrandece el alma, es cruzar las fronteras autoimpuestos con el corazón, tal cual se refiere la canción que lleva el mismo nombre (Fronteras interpretada por Eugenia León): cuando regalamos sueños a los demás, cuando nos subimos a sueños de libertad, cuando besamos la mañana y celebramos el privilegio de respirar. Dice acertadamente la letra: Que no pase el tiempo sin un momento de libertad, que la vida es siempre de amor y cosecha, solo si sembramos con semillas de verdad.
FE DE ERRATAS._ En el artículo anterior “Luz que no cuesta” el año correcto de expedición del Decreto es 1937 y no 1957. Gracias al lector por el comentario.
