Hace poco tuve la oportunidad de ver una película basada en un hecho increíble de la aeronáutica moderna y en cómo el factor humano hace la diferencia en una decisión de vida o muerte, así que me di a la tarea de investigar un poco sobre la toma de decisiones de los pilotos y como esto lo podemos llevar a otros planos de nuestra vida diaria.
La toma de decisiones en especial en situaciones críticas o de emergencia. El análisis de riesgos puede verse afectado por factores como el estrés, la fatiga o presiones externas. Todo el proceso se realiza con base en la actitud y las habilidades (competencias), los procedimientos y la formación.
Probablemente una de las decisiones de vida o muerte más conocida de estos últimos tiempos, fue la del comandante Sullenberger cuando, tras perder los dos motores por un impacto con aves, amerizó en el río Hudson en lugar de intentar regresar a un aeropuerto, logrando así que todos los pasajeros sobrevivieran.
El Capitán tardó 22 segundos en analizar la situación desde el impacto de las aves en la aeronave, hasta su declaración de emergencia y alrededor de 2 minutos en gestionarla y decidir finalmente amerizar en el Hudson. Fue por esta capacidad de respuesta que casi me sentí obligado a saber más de su historia, de sus bases y como llegó a esa capacidad de análisis y de control emocional.
Cito un fragmento de una entrevista de una reportera al Capitán Sullenberger.
Respecto a cómo lo hizo: -”Tienes que tener la disciplina para poder tener una calma profesional, a pesar de que fisiológicamente tu cuerpo quiera reaccionar de cierta manera natural. Podía sentir cómo se me estaba disparando la presión, podía percibir todo eso. Pero tuve la capacidad de separar en compartimentos lo que estaba haciendo de lo que sentía, a pesar de cómo reaccionaba mi cuerpo”.
Su consejo de qué podemos hacer cuando nos encontremos en repentinas situaciones de riesgo extraordinarias.
-”Te obligas a estar tranquilo y uno a la vez va resolviendo los problemas, uno a uno, hasta que llega un punto en el que ya los resolviste todos. Tienes que tener la habilidad de mantener dos pensamientos completamente separados de manera simultánea en tu mente. Tienes que saber sin la menor duda y tener la confianza basada en verdadero conocimiento y técnica que al final puedes triunfar, resolver el problema, sobrevivir”.
Al relatar lo ocurrido decía: “En 40 años y más de 20 mil horas de vuelo nunca sabes si vas a estar preparado para un desafío así. Un día te lo encuentras y tienes 208 segundos para solventarlo. Nunca había afrontado el fallo de un motor en vuelo. Llevaba 40 años volando, 30 de ellos como piloto comercial. En ese tiempo haces cursos para saber cómo reaccionar, planificas, tratas de prever emergencias, Y de pronto, los motores dejan de funcionar. Estás entrenado para lo que pasa, pero cuando esto pasa es un shock. Te toca echar mano de tus conocimientos de una manera totalmente nueva y sin tiempo que perder. Y lo hice”.
¿Con qué me quedo de lo que vivió el capitán Sully? Con las palabras clave que son disciplina, obligarte a estar tranquilo, (inteligencia emocional), confiar en tu conocimiento y tu técnica.
El capitán tenía las competencias necesarias para lograr aterrizar ese avión y salvar a todos. Para mí es una confirmación que estar preparado, tener disciplina y manejar bien tus emociones puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte, entre el éxito y el fracaso, entre crecer o estancarse.
Como siempre termino con una invitación al análisis, ¿lo que estoy haciendo hoy me lleva a donde quiero llegar?, ¿Qué necesito fortalecer más, disciplina, competencias, manejar mejor mis emociones?
Gracias Capitán por las buenas noticias.
francisco.quintero@icami.mx
Gerente de Vinculación de Proyectos.
ICAMI, Centro de Formación y Perfeccionamiento Directivo.