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Todo indica que los mexicanos estamos próximos a ver la luz del largo túnel en que se ha convertido la pandemia de Covid-19. Las buenas noticias, que han dado los encargados de la Secretaría de Salud, sobre la proximidad de que nuestro País cuente con la vacuna, para de inmediato empezar a aplicarla a la población, llena de optimismo a los connacionales.
La información, difundida por las autoridades de Salud y reforzada con los comentarios del Canciller Marcelo Ebrard, dan certeza a la ciudadanía que se está cerca del inicio del fin del flagelo que por más de 10 meses ha enclaustrado a la mayoría de la población, en condiciones difíciles de soportar por muchas razones. Pero los mexicanos, mujeres y hombres, han demostrado una entereza admirable en el cumplimiento de las medidas implementadas por las autoridades de Salubridad, tales como quedarse en casa, mantener sana distancia, usar cubrebocas y lavarse constantemente las manos. Se han cumplido dichas medidas ejemplarmente por parte de la ciudadanía; lo mismo ha ocurrido con las demás medidas preventivas, se han acatado de manera irrecusable, eso tiene que decirse.
La idiosincrasia del pueblo mexicano es de una gran nobleza, lo ha demostrado en distintos momentos de su historia, de eso no hay duda. Por eso hay tanta efervescencia que por fin se cuente con un gobierno federal idóneo y que se estén tomando las medidas políticas y económicas de toda índole para asegurar la salud de los mexicanos; pero no para ahí, se están tomando todas las decisiones para sacar a México de la pobreza en que se encuentra en la actualidad, por causa de la corrupción que se profundizó en las entrañas del País y que creció exponencialmente, en más de mitad de la población, durante estas tres décadas pasadas de gobiernos omisos y corruptos que se sufrieron durante el prianato.
Hay muchos indicadores que así lo prevén en un futuro cercano, cuestión de no bajar la guardia y el paso firme por lograr los objetivos de la cuarta transformación, pese a los gritos de los agoreros del pasado, que quisieran volver al pasado régimen de corrupción y de privilegios para unos cuantos, en detrimento de la mayoría de la población; ese régimen del prianato lo único que propició fue la mayor desigualdad y sufrimiento para los humildes, para los de abajo.
El progreso ascendente del País tiene que servir a la abrumadora mayoría de los ciudadanos que defienden su futuro, esa lucha lleva implícita la defensa de los más pobres. Imposible que la mayoría de los ciudadanos comulguen con ruedas de molino, entienden demasiado bien cuáles son los intereses políticos de los que quieren volver al antiguo régimen y quiénes representan un futuro halagüeño para su bienestar y el de su familia.
Los 36 años de neoliberalismo dejaron una huella indeleble en la mente de las capas marginadas de la población, sus estragos aún se sienten y son difíciles de olvidar, como para que sean receptivas de los cantos de sirena que hoy entonan los políticos corruptos y logreros, que se conocen demasiado bien hasta por su forma de andar, que no se hallan en condiciones de volver al poder, están demasiado frescas las triquiñuelas y latrocinios que cometieron en perjuicio de los trabajadores y capas pobres y medias, a las que arruinaron como nunca en la historia.
La cuarta transformación tiene que elegir un(a) buen(a) candidato(a), con trayectoria de izquierda, que enarbole el programa de regeneración para Sinaloa, con las demandas de los pescadores, de los habitantes de la sierra y del campo, de las capas populares y trabajadoras de las ciudades. Cuidar que las alianzas sumen y no resten y evitar cargar con rémoras del pasado (los chapulines), que sólo frenarían el urgente y necesario cambio de rumbo político, económico y cultural, en un sentido democrático, que es lo que anhela Sinaloa.
En las próximas elecciones los ciudadanos van a marchar inhiestos, van a hacer valer su sufragio y que se cuenten bien en los votos, manteniendo como supremo imperativo la voluntad popular. Esa lucha la van a librar con gallardía los ciudadanos, que ya demostraron en 2018 de lo que son capaces.