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Empezamos a caminar por este nuevo año preñado de interesantes augurios para nuestro pueblo, comienza con frutos que son celebrados con entusiasmo por los sectores sociales que, en el pasado, eran excluidos y vilipendiados. No le quitamos ni le ponemos, esa es la realidad.
Comienza el año sin gasolinazos y con el anuncio de que el servicio de salud será universal. Gracias al Insabi, desde ahora, los ciudadanos que no tenían cobertura médica, tienen derecho a atención médica y medicinas gratuitas, sin más trámite que presentar en las instituciones de salud públicas su credencial de elector o su Curp. Ese derecho, que está consagrado en la Carta Magna, se cumplía sólo parcialmente o era letra muerta para los gobiernos tradicionales.
Hoy las cosas han cambiado en favor de los sectores desprotegidos, se trata por todos los medios de reducir la franja de las desigualdades; eso tiene un positivo significado para el desarrollo de los sectores sociales de esta Nación. Hasta donde se percibe, los alcances de la Cuarta Transformación, los indicadores, apuntan a una mejora y a buenas expectativas.
Nada de lo anterior está en entredicho, porque coinciden con muchos pronósticos, señalando buenas razones para alcanzar los objetivos en bien de la sociedad en su conjunto, existe un panorama halagüeño y, como lo hemos venido vaticinando, este año va a marcar el inicio del despegue del país en puntos nodales; hay razones sobradas para prever halagadores resultados, en el curso del presente año se esperan incuestionables mejoras; se han sentado las bases para el abatimiento de lastres que abrumaban a las clases sociales en condiciones más desfavorables; eso lo comienza a presenciar la ciudadanía, las condiciones están dadas para que eso suceda.
Son muchos los presagios que permiten augurar un futuro incluyente, los ciudadanos se sienten contentos por las buenas noticias, que prodigan señales de un ambiente mejor para los desprotegidos; han aprendido a separar el trigo de la paja, a valorar y entender esos movimientos telúricos que se presentan previos a los acontecimientos de progreso o retroceso, lo constructivo es indicador de lo positivo, lo negativo se presenta como una oposición sin alternativa a todo lo que sea progreso e independencia nacional.
Con base en los indicadores en el seno de la sociedad, pese a los augurios pesimistas de los nostálgicos del pasado, se está logrando la estabilización de nuestra moneda, se dan pasos gigantescos en el combate a la corrupción, se construyen megaproyectos de impacto benéfico para las regiones y el país, se fortalece la guardia nacional, garante de la seguridad; todo esto se viene impulsando por parte de las instituciones nacionales.
Lo que se siembra se cosecha, esa es una verdad incontrovertible, entonces los cambios realizados en el año que acaba de terminar, van a producir frutos de manera diáfana en el curso del presente y ulteriores años.
Una cuestión demasiado sencilla de entenderse, tomando en cuenta elementos que se dan de manera objetiva, señalado el rumbo al que apuntan los programas que tienen como fin el despegue económico del país; ese desarrollo va a incidir en mejoras de las condiciones no de unos pocos privilegiados, sino de la ciudadanía de la Nación; esa es la meta fijada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, sus objetivos marchan bien para alcanzar sus propósitos; los ciudadanos confían en el camino que se ha emprendido desde el 1 de diciembre del año pasado, y enhiestos van al encuentro de su destino.
Se percibe por todos lados optimismo, la gente ha fincado firmes esperanzas que para fines del presente año muchos aspectos de los programas y reformas establecidas en el curso del año que acaba de terminar, van a germinar en dividendos positivos. Los esfuerzos del año anterior empiezan a producir sus frutos; los oráculos están alineados en ese sentido y el mejoramiento de las clases sociales, con repercusiones ostensibles en los más olvidados de la sociedad, comienza a hacerse realidad.
Muchos y positivos acontecimientos van a tener lugar en toda la Nación; para regocijo de sus habitantes, después de esperar largo tiempo, hay señales que presagian la cercanía de eventos con buenos resultados para resolver la problemática nacional.