Estrategia antiguerra de Rubén Rocha
Gobernador, Morena y el plan Sinaloa

OBSERVATORIO
06/01/2025 04:02
    La detención de Zambada perturbó a todo y todos, inclusive a apetitos políticos que de antemano sabían del sacudimiento del organigrama criminal y aun así intentaron llevar agua a sus molinos proponiendo la disolución del Gobierno local por métodos políticos o hasta violentos.

    A la apuesta del derrocamiento del Gobernador de Sinaloa, con la cual se la jugaron sus adversarios en la temeraria estrategia de solucionar la violencia con mayor violencia, Rubén Rocha Moya les está ganando la partida con el fortalecimiento del pacto social a través de obra pública de impacto urbano, de alto beneficio popular, apoyos a sectores afectados por la guerra que estalló en el Cártel de Sinaloa, y cercanía con actividades empresariales que se sentían desatendidos. Y en medio de tal activismo del Mandatario también incuban los movimientos incipientes de quienes buscarán la titularidad del Ejecutivo Estatal en las votaciones del primer domingo de junio de 2027.

    El mes de diciembre no dejó lugar a dudas sobre el cambio de tácticas en el gobierno de Rocha, con viraje a la solidaridad, una vez que desde Palacio Nacional se tomó el control de la crisis de seguridad pública que se estancó en bucles de baja intensidad seguidos de rachas de barbarie que recuerdan la prolongación del terror y las semiparálisis de casi cuatro meses. La ciudadanía, por su parte, procede a hacer lo propio retomando con la debida precaución los espacios que le pertenecen.

    Todo indica que nace un nuevo orden no sólo en el quehacer político sino también y sobre todo en el crimen organizado en choque desde que el 25 de julio fue emboscado en Culiacán Ismael “El Mayo” Zambada y puesto a disposición de la justicia de Estados Unidos por la vía extrajudicial. La anulación del emblemático jefe del Cártel de Sinaloa trastornó el establishment mexicano del narco del cual era el fiel de la balanza e insta a reconfiguraciones profundas.

    La detención de Zambada perturbó a todo y todos, inclusive a apetitos políticos que de antemano sabían del sacudimiento del organigrama criminal y aun así intentaron llevar agua a sus molinos proponiendo la disolución del Gobierno local por métodos políticos o hasta violentos. Personajes siniestros de partidos se frotaron las manos al creer que les llegaba el bono de poder que no han podido obtener en la competencia electoral, mientras que maletas de dinero fueron destinadas a la operación para tumbar a Rocha Moya.

    Sin embargo, el último mes de 2024 y el primero de 2025 corroboran que la operación rochista fincada en la proximidad con la población en situación de vulnerabilidad es la acertada y lo será más en la medida que la Presidenta Claudia Sheinbaum logre la pacificación de Sinaloa, lo cual tampoco les gustará a los contrincantes del Movimiento Regeneración Nacional que al ver cercano el retorno de márgenes habituales de seguridad se anticipan a adjudicarlos a pactos con el narcotráfico. ¿Cuál acuerdo si los hijos de “El Mayo” y los de Joaquín “El Chapo” Guzmán no dan tregua en la disputa por el mando del Cártel de Sinaloa?

    Para atenuar tan larga y cruel confrontación, Rocha Moya decidió reforzar la alianza social al desplegar recorridos por Sinaloa entregando infraestructura urbana como son los casos del paso deprimido en la México 15, al norte de Culiacán; el malecón de Guamúchil en su primera etapa y el ofrecimientos de concretar la segunda; así como las carreteras que comunican a la comunidad El Guadare con la carretera internacional, y la que enlaza a Mocorito con Badiraguato. De igual forma realiza el periplo para inaugurar la pavimentación de calles entre las que destaca la que rescata del abandono a la colonia Renato Vega Amador en la capital del estado.

    También sirven para sustentar el fracaso de la apuesta a la inmovilidad del Gobierno de Sinaloa, los apoyos por 135 millones de pesos otorgados a 40 mil micro, pequeños y medianos empresarios como aliciente frente a la embestida en sus negocios por la narcoguerra. Dentro del mismo programa “Sinaloa Late Fuerte” alrededor de mil músicos desempleados por la violencia han recibido 2,500 pesos cada uno.

    Otra acción sincronizada al acuerdo social que encabeza el Gobernador la realizan dos hombres claves en la sucesión de 2027, que son el Senador Enrique Inzunza Cazarez y el Alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, que se han sumado a la gira de Rocha de apuntalamiento de la gobernabilidad. Y dos mujeres, la Senadora Imelda Castro y la presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, María Teresa Guerra Ochoa, ganan audiencias a través de campañas en redes sociales.

    Hasta en esto va tomando la delantera Morena en contraste con la Oposición desdibujada que le destinó bastante tiempo al plan para deponer al Gobernador. Los partidos Acción Nacional, dividido en tribus que pelean desde la insignificancia, y el Revolucionario Institucional, que hace de la narcoguerra una arma proselitista, se rezagan de cara al 2027 que exige empezar desde ya a preparar victorias electorales.

    Es decir, en el panorama del cisma en el Cártel de Sinaloa que la estadística delictiva traduce en 670 homicidios dolosos, 779 personas privadas de la libertad, 2 mil 125 vehículos robados, 205 personas detenidas y 47 personas abatidas, esto del 9 de septiembre de 2024 al 3 de enero de 2025, tanto el Gobierno como la sociedad sinaloenses intentan levantarse de la adversidad y edificar la nueva realidad, en espera de que el estado de cosas se asiente y emerja el Sinaloa reconfortante.

    La clave está en el humanitarismo como antídoto de la crueldad que nos rodea desde hace casi cuatro meses, sin que haya hoy signos claros de cese de hostilidades en las células del narcotráfico enfrentadas.

    Reverso

    Los truenos de estas fechas,

    Ecos de días bestiales,

    Apremian a abrir brechas,

    Guiados por los ideales.

    Cuidar al mensajero

    Las vocerías implementadas en Sinaloa por el Ejército y secretarios de Seguridad Pública en anteriores contextos de narcoguerra han tenido un alto costo para los comunicadores que asumen tales funciones, lo cual expone la fundamental necesidad de proteger a la experimentada periodista Verona Leticia Hernández Valenzuela, ex directora del área de Prensa de la Fiscalía General del Estado, para que se concentre en mensajes específicos de comportamientos delictivos y se aleje de información castrense privilegiada, blindando así a la mensajera de cualquier riesgo.