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"OBSERVATORIO"

"¿Es Jesús Valdés el candidato de Quirino?"

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OBSERVATORIO

    Un priista sí puede ganar la Gubernatura

    Al cerrar el año 2019, Jesús Valdés Palazuelos realizó su gira de trabajo número 500 desde que asumió en diciembre de 2018 la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional. Esto significa que realizó 1.3 jornadas de acercamiento con la militancia cada día, fuera de las oficinas priistas, y que fue 27 veces a los 18 municipios si los periplos se dividieran equitativamente en la geografía estatal, sin embargo, ¿esto quiere decir que es el hombre que el Gobernador Quirino Ordaz Coppel prepara para que lo releve en el cargo?
    Solamente seguido por el Diputado Sergio Jacobo Gutiérrez que en promedio efectúa tres reuniones de gestoría a lo largo y ancho del estado, y por el Secretario de Pesca, Sergio Torres Félix, cuyo activismo se concentra en el área de su competencia, Jesús Valdés sería, si la determinación se tomara en razón de quién suda más la camiseta tricolor, el pretenso del PRI para buscar la gubernatura el 6 de junio de 2021.
    La estrategia del ex Alcalde de Culiacán consiste en recorrer todas las sindicaturas para atender de manera personal a los ciudadanos y apoyarlos en sus demandas. Lo ha hecho, hay que ser justos al reconocerlo, a pesar de que el suelo político sinaloense se pintó de los colores del Movimiento Regeneración Nacional y ello les complica a los demás partidos ir a la reconquista de los electores.
    El caso es que, esté trabajando Jesús Valdés para él o para quien resulte postulado por el Revolucionario Institucional, cualquier evaluación a botepronto calificaría de absurda toda proyección que indique que el partido tricolor ganaría la votación constitucional del año próximo. Pero Quirino Ordaz y el presidente del CDE del PRI creen lo contrario y la agenda de ambos así lo certifica.
    Existe una posibilidad, por inverosímil que parezca, para que ganando el PRI la gubernatura de Sinaloa gane también el proyecto de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Claro que suena descabellado, pero hoy todos los métodos de cálculo político están en crisis y los reacomodos por efecto del voto dejaron de ser predicciones exactas.
    El Presidente López Obrador presencia imperturbable cómo su partido se convirtió en carroña de tribus ávidas de poder y llama la atención el hecho de que no mueva un solo dedo para impedir el atracón de los buitres. Crece la percepción de que Morena ya cumplió el propósito histórico para el que AMLO lo creó y que lo está dejando morir así como el pulpo hembra muere al momento en que nacen las crías.
    López Obrador ha gobernado muy a gusto con los mandatarios estatales priistas. Inclusive más cómodo que con los de Morena y no se diga de los panistas que se han dedicado a hacerle la vida de cuadritos. He ahí la armonía insólita entre el Presidente y Quirino Ordaz Coppel y la utilización de tal avenencia para suavizar la convivencia con los priistas miembros de la Conago y los legisladores federales del tricolor. La cobija marca PriMor abriga todo lo que venga de los dos partidos y como muestra más reciente está el pacto para implementar el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi).
    En lo que sigue, a manera de advertencia, puede ocasionarles un síncope a los intransigentes fanáticos del morenismo, por lo que se recomienda saltarse las siguientes líneas: con el candidato que decida Quirino Ordaz, el “dedo” único y omnipotente local, el PRI puede ganar la elección de Gobernador si logra convencer al Presidente de que la relación con Sinaloa seguirá igual a la que le ha garantizado Ordaz Coppel.
    Ojo con esto. Por más indiferencia que muestre al respecto el Presidente sabe de la decepción que los alcaldes Jesús Estrada Ferreiro, Manuel Guillermo Chapman Moreno y Luis Guillermo Benítez Torres ocasionan entre los electores de Culiacán, Ahome y Mazatlán, las tres zonas que más sufragios aportan o quitan para ganar o perder una elección.
    De aquí viene la pregunta de si Chuy Valdés es el candidato de Quirino Ordaz para heredarle la gubernatura porque ningún ser humano, por más convicciones priistas que pueda tener, toma con gusto el calvario de recorrer Sinaloa palmo a palmo, ir con las manos vacías y la palabra abundante aun en el descrédito de todo lo que huela a PRI, y poner no solo la otra mejilla sino todo el lomo cuando la gente le reclama todos los agravios pasados.
    El viernes 7 de febrero, al reunirse en Los Mochis con líderes de cámaras y organismos empresariales del norte del estado, Jesús Valdés les pareció más candidato que líder priista, a los asistentes. Eso dijeron quienes lo oyeron hablar, mientras la figura de otro Chuy (Vizcarra Calderón) cobra fuerza por más que el empresario de la carne se autodescarte.

    Reverso
    Qué maniática conjetura,
    la de un fifí demente,
    ¿que gane el Presidente,
    con el PRI la gubernatura?

    Alianzas en pausa
    No hay pactos cerrados todavía. Los partidos Acción Nacional, Sinaloense y Redes Sociales Progresistas con nadie han sellado ni con tinta ni con sangre las alianzas con miras a 2021. Mucho menos han definido el nombre del candidato o la candidata para ir en coalición a una elección que signifique el reposicionamiento panista, puestos públicos para pasistas o sobrevivencia para los redistas. Tienen aspirantes propios (Juan Alfonso Mejía, PAN; Héctor Melesio Cuén Ojeda, PAS y Gerardo Vargas Landeros, RSP) pero hasta ahí nomás.
    alexsicairos@hotmail.com