Aunque en la columna anterior se trataron en primer lugar los errores del actual gobierno en materia de seguridad y de salud, fue por sus consecuencias tan graves en vidas humanas, contándose miles de ellas; sin embargo, los errores en materia educativa son igualmente graves pues comprometen no solo el presente sino también el futuro del país. La falta de atención, de presupuesto y de perfeccionamiento en la educación de niños y jóvenes mexicanos, se ha puesto en evidencia con el estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 81 países en el Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes (PISA, en inglés), aplicado a educandos de 15 años, en la que México apenas llegó al lugar 51 en las tres materias evaluadas: matemáticas, lectura y ciencias.
El puntaje más bajo que obtuvo México fue en matemáticas con 395 puntos, retrocediendo 14 puntos a los obtenidos en 2018, al término del sexenio de Peña Nieto y, para vergüenza y enojo de AMLO, se bajaron 18 puntos desde los 413 puntos obtenidos en 2012, cuando entregó el gobierno el Presidente Felipe Calderón. Lo mismo sucedió en ciencias en la que se obtuvieron 410 puntos, 9 puntos menos que en 2018 y 3 puntos menos que en 2012; por su parte, en la materia de lectura, la prueba PISA marcó para México 415 puntos, 5 puntos más que en 2018, pero 9 puntos menos que en 2012 con Felipe Calderón.
La prueba PISA indica también que México obtuvo puntajes menores en las tres áreas que el promedio general de los 81 países evaluados. México con sus 395 puntos en matemáticas está por debajo de Uruguay y Chile y del promedio general que fue de 472 puntos; en lectura el promedio fue de 476 puntos y México obtuvo apenas 415 puntos; en ciencias con 410 puntos, México quedó lejos de los 485 puntos de promedio general.
La respuesta de López Obrador ante estos resultados es típica de quien no quiere reconocer sus errores: “Nosotros no tomamos en cuenta esos resultados porque esos parámetros se crearon en la época del neoliberalismo...”, por cierto, la prueba se aplica desde el año 2000 en los países de la OCDE, a la que México pertenece.
Los programas educativos en México prácticamente se detuvieron durante la pandemia, pues ni maestros ni alumnos estaban preparados para las clases a distancia con equipo electrónico, y menos en las escuelas rurales y mucho menos en escuelas indígenas, vaya, ni el gobierno tampoco puede superar el fenómeno pues no había planes completos en digitalización, internet o telecomunicaciones.
Sin programas de educación tecnológica, en ciencias y en el idioma inglés, nuestros jóvenes están en total desventaja.
Según datos del INEGI: el gasto público en educación en 2022 y en 2023 es de 4.1% del Producto Interno Bruto, cifra menor al 5.1% logrado en 2014.
Como acostumbra este régimen, empezó eliminando el Plan Educativo implantado por el Presidente Peña Nieto, sin contar con su propio plan que sustituiría el anterior, en tal forma que los maestros siguieron utilizando los programas propuestos por Cedillo, Fox y Calderón, pues el nuevo apenas se estaba conociendo; López Obrador impuso su proyecto educativo: La Nueva Escuela Mexicana con textos tendenciosas, con una supuesta ideología socialista y antiliberal. La confusión del magisterio fue enorme y el retroceso está a la vista:
1. Sin una adecuada educación nunca se podrá terminar o siquiera disminuir el terrible problema del narcotráfico, el consumo de drogas, los sicarios y sus asesinatos, la siembra y laboratorios de estupefacientes, etc.
2. Sin una adecuada educación, México seguirá sufriendo la tragedia de la migración de los mexicanos a Estados Unidos; se van miles de jóvenes y adultos capacitados en mecánica, electricidad, operación de maquinaria pesada, esto es, mano de obra especializada en mantenimiento, tan necesaria en nuestro país; se van hombres, mujeres y niños a trabajar en labores agrícolas allá porque aquí no ganarían ni para comer.
3. Sin una adecuada educación, México no podrá superar los problemas del cambio climático pues no hay conciencia en el cuidado de la basura, de los desechos industriales, en la tala de montes y bosques, en la prevención de incendios forestales y en la falta de cuidado del agua en ríos, pozos, lagos y humedales, así como en conservación de esteros y playas y en la correcta explotación de especies marítimas, respetando vedas y zonas reservadas.
Esta pobre educación ha tenido un enorme costo social, económico y de falta de oportunidades, cuya recuperación tardará años.
