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"DEFENSOR DEL LECTOR"

"Error tras error"

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    El sábado 4 de noviembre, en la página 3A de la sección principal en la edición de Culiacán, y en la página 3B de la sección Local en la de Mazatlán, se publicó una Fe de erratas con el siguiente texto: “Por un error involuntario, en la convocatoria de la subasta pública de Gobierno del Estado difundida este viernes 3 de enero en las ediciones impresas de Noroeste en Culiacán, en la página 3A y en Mazatlán en la 7B, se manejó que la postura legal de la subasta sobre la base de avalúo practicado por dos peritos, la cantidad de $31´000,000.00, cuando la cantidad correcta es $37´000,000.00

    “Ofrecemos una disculpa a Gobierno del Estado y a nuestros lectores”. Lo lamentable no fue solamente ese primer error que se reconoció, sino que en el texto de la corrección se incurrió en otro error, pues se escribió: “este viernes 3 de enero”. Por tal motivo, este defensor esperaba que el domingo se publicara otro recuadro pidiendo disculpa del nuevo error. Sin embargo, supongo que ni en Noroeste ni en Gobierno del Estado se percataron de la nueva falla, pues parece que todos quedaron conformes. Es lógico que a Gobierno del Estado le preocupara más que se corrigiera el monto de la postura legal de la subasta y les pasara inadvertida la fecha. No obstante, el personal de Noroeste debe poner más cuidado en sus publicaciones.

     

    Fe de erratas

    Por otra parte, en cuanto a la expresión “Fe de erratas”, conviene recalcar algo que ya publicamos en la columna del domingo 7 de mayo de este año. Ese día señalamos que no se recomienda la expresión “Fe de erratas” para corregir un error -como el que nos ocupa- publicado en los medios informativos, sino la expresión “Fe de errores”.

    “La expresión «fe de erratas», según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE, 2001), hace referencia a ‘la lista de erratas observadas en un libro, inserta en él al final o al comienzo, con la enmienda que de cada una debe hacerse’. No obstante, esta expresión, en un sentido más amplio, y aunque no lo menciona el Diccionario académico, también hace referencia a las erratas observadas en cualquier publicación (libro, revista, periódico, etc.).

    “La expresión «fe de errores», en cambio, no la registra formalmente el DRAE, pero hace referencia a las ‘informaciones erróneas, en cuanto a contenido, que figuran en los periódicos’; normalmente aparecen en la sección de «Cartas al director» o «Sección de opinión» y hacen una aclaración de la noticia que contiene algún tipo de desacierto. Es el autor de la información errónea el que debe encargarse de su publicación tanto en la versión impresa del diario como en la versión digital, si la tiene; y no importa el momento en que lo haga: si es pronto mejor, pero si se tarda en descubrir el error también se puede hacer una «fe de errores», pues los errores de este tipo no se extinguen.

    “Así pues, con la expresión «fe de erratas» nos referimos a errores de ‘forma’: tipográficos, involuntarios; mientras que con la expresión «fe de errores» nos referimos a los errores de ‘contenido’. Por ejemplo, una errata del tipo: «Américca se descubrió en 1492» debería indicarse con una «fe de erratas», pero si es un error como «América se descubrió a principios del siglo xx» debería indicarse con una «fe de errores». Otro caso en el que se debería publicar una «fe de errores» sería en una noticia como «Las elecciones regionales y municipales de Perú se celebrarán en mayo de 2015», pues la información correcta es «Las elecciones regionales y municipales de Perú se celebrarán en octubre de 2014».

    https://lafuentedelaspalabras.wordpress.com/2014/02/26/fe-de-erratas-y-fe-de-errores/

    http://www.fundeu.es/recomendacion/fe-de-erratas-no-es-lo-mismo-que-fe-de-errores-361/

    Quien fungía como Defensor del Lector del diario El País en 2013, Tomás Delclós, publicó su columna el 10 de noviembre de ese año con el título “Fe de errores”, en la que escribió: “Finalmente, se procedió a su corrección en la edición digital y al final del texto se añadió una fe de errores, como es debido, en el que se aclaraba que “en el texto original se decía por error que las elecciones municipales serán el 14 de diciembre, en lugar del día 8”.

    “Lo que es básico es hacer la corrección y reconocerla, publicando una aclaración, cuando el error modifica un hecho, un dato. Las faltas de ortografía, por ejemplo, deben eliminarse pero no exigen en la mayoría de los casos una aclaración adicional ya que son llamativas y penosas, pero no suelen generar confusión.

    “Craig Silverman, especialista en los errores periodísticos, ha explicado en reiteradas ocasiones que la corrección bien hecha genera confianza en el medio, no la destruye. Los estudios demuestran, ha escrito, que los lectores no pierden la confianza cuando ven los avisos sobre errores, al contrario, ayudan a construirla “porque la gente sabe que metemos la pata”.

    https://elpais.com/elpais/2013/11/08/opinion/1383940231_744533.html

     

    ¿Error involuntario?

    Un suscriptor de Culiacán manifestó que en la “Fe de erratas” se dijo error involuntario y preguntó: “¿hay errores voluntarios?”.

    El columnista Ricardo Espinosa publicó el 26 de septiembre de 2012 en el periódico Zócalo los siguientes comentarios:

    “Lo que sí es una característica esencial del error es que debe ser involuntario porque si alguien “se equivoca” intencionalmente, entonces no está cometiendo un error. En todo caso lo suyo será una mala acción porque se hizo con premeditación, alevosía y ventaja. Bueno, por lo menos con premeditación sí, porque el tipo antes de hacerlo lo pensó y sabía de antemano que su acción iba a tener consecuencias negativas por salirse del camino correcto.

    “Por eso decimos que la aclaración esa que de vez en cuando sale en la tele ‘por causa de un error involuntario, nos vemos obligados… a etc, etc.’ es en sí misma un error porque si todos los errores son involuntarios, al poner el adjetivo estamos diciendo algo innecesario y eso nos lleva caer en una redundancia o pleonasmo, como la de “súbete para arriba” o la de “bájate para abajo”.

    http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/el-error-tiene-que-ser-involuntario

    Sin embargo, la página del Castellano Actual difiere de esta postura:

    “Entendemos que los errores suelen cometerse de forma involuntaria, pero no es necesariamente así; pues hay veces en las que cometemos un error de forma voluntaria con intención de provocar confusión. No hay, por tanto, redundancia”.

    http://udep.edu.pe/castellanoactual/duda-resuelta-lapso-de-tiempo/

    Esta última postura es la que se defiende, también, en Wikilengua:

    “No es redundancia, como tampoco lo es error no intencionado, pues error en su primera acepción es ‘concepto equivocado o juicio falso’, sin más. Nada impide que, por ejemplo, se intente propagar con mal fin un error o juicio falso intencionado”.

    http://www.wikilengua.org/index.php/Pleonasmo

    En la página 130 de la segunda edición del Libro de Estilo, publicado en 2003 por José Ignacio García Gutiérrez, Ramón Garrido Nombela y Nuria Hernández de Lorenzo, de la Pontificia Universidad de Comillas, se admite que hay errores involuntarios al citar las expresiones latinas “lapsus linguae” (error involuntario al hablar) y “lapsus calami” (error involuntario al escribir).

     

    Espero sus comentarios, quejas, dudas, críticas y sugerencias.

    defensordellector@noroeste.com

    rfonseca@noroeste.com