En riesgo, la integridad del registro de desaparecidos

    Al finalizar los sexenios de Calderón y Peña se filtraron bases de datos con los registros de personas desaparecidas por el temor de que estas fueran alteradas. Al final del sexenio de López Obrador el registro corre el mismo peligro

    Hay un intento por descontar miles de casos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). Hace varias semanas el Presidente anunció que se realizaría un “censo confiable” de personas desaparecidas y en días recientes comenzamos a vislumbrar a qué se refería. Las presiones sobre la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) deben ser enormes para reducir las cifras.

    El RNPDNO conjunta dos fenómenos, el de personas desaparecidas y el de las no localizadas. Una persona se encuentra desaparecida cuando su ausencia es producto de un delito o se trata de un menor de edad, la no localizada se tipifica cuando se desconoce el motivo de la ausencia. A las 72 horas de que una persona no localizada continúa sin aparecer se reclasifica como desaparición.

    Desde su origen el RNPDNO tiene varios problemas. Un enorme subregistro producto de la falta de denuncias debido a la nula confianza en las autoridades o por temor a ellas, la clasificación de desapariciones por parte de las fiscalías como otro tipo de delitos (mayormente trata) y por un cálculo político perverso de fiscalías y gobiernos de no reportar casos al registro. También existen errores debido a que los casos de personas no localizadas no son reclasificados como desapariciones por parte de las fiscalías cuando pasa el tiempo marcado por ley o se tienen indicios de la comisión de un delito. Adicionalmente hay un sobre registro debido a que personas no localizadas regresan y no se reporta a las fiscalías o si estas reciben el reporte no lo reflejan en el registro. Todo esto mantiene un registro poco confiable. Por si fuera poco, el RNPDNO no desagrega si las personas encontradas con o sin vida eran desaparecidas o no localizadas. En resumen, un desastre.

    Para atender las fallas del RNPDNO se debe atender el subregistro, los errores de registro y el sobre registro. El subregistro y errores de registro solo pueden ser resueltos desde las fiscalías, caso perdido. Se tendría que hacer una revisión independiente de todas las investigaciones dentro de cada una de las fiscalías. Esto no ocurrirá mientras no existan fiscalías verdaderamente independientes. Si no hay investigaciones y seguimiento de cada denuncia por parte de las fiscalías, el sobre registro tampoco se podrá atender desde allí. Es por ello que la CNB cruza otro tipo de información para poder esclarecer este fenómeno. Bases de datos de personas vacunadas en la pandemia, de personas que reciben apoyos sociales, actas de defunción y muchas otras.

    En este cruce de bases de datos contra el RNPDNO aparecen miles de casos. No por encontrar coincidencias se puede deducir ninguna conclusión. Cada caso debe ser investigado ya que las posibles hipótesis son muchas. Aquí algunas.

    Puede haber errores en el registro de esas bases de datos. Se puede tratar de casos de suplantación de identidad. Una persona que se vacunó o recibe un programa social pudo haber estado desaparecida y fue liberada o se escapó de sus captores, también se puede tratar de una persona no localizada que regresó por sí misma y en ambos casos no se notificó a las fiscalías o estas no lo reportaron al registro. En el caso de actas de defunción pueden ser cuerpos encontrados y que no se notificó a los familiares o actas sin tener el cuerpo para “resolver” casos y un largo etcétera de posibilidades.

    En cualquier caso, la CNB tiene la obligación de notificar a los colectivos y familiares de lo que se está haciendo y nunca alterar el RNPDNO a partir de inferencias por cruces de información. Los cruces positivos deben ser indicios de la búsqueda y no elementos conclusivos.

    Las visitas domiciliarias que realizan comisiones estatales de búsqueda y fiscalías con información que provee la CNB deben ser para validar y no para informar del hallazgo. Esta validación se tiene que hacer con un alto grado de sensibilidad y profesionalismo, no se trata de tocar la puerta y preguntar por la persona desaparecida mostrando un documento de alguna base de datos. Solo con evidencia es que se puede depurar el RNPDNO, no con prisas ni con intencionalidad política.

    Al finalizar los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto se filtraron bases de datos con los registros de personas desaparecidas por el temor de que estas fueran alteradas. Al final del sexenio de Andrés Manuel López Obrador el registro corre el mismo peligro, su integridad está en riesgo si lo que se pretende es maquillar las cifras o reducirlas al costo que sea. Esto podría resolverse si la base de datos del RNPDNO fuera pública.