En Mazatlán, frente opositor modelo
Candidatura por PRI, PAN, PRD y MC
Dónde más si no en Mazatlán, el municipio de mayor cultura política en Sinaloa, tenía que suceder el hecho de que los partidos de oposición realicen un ejercicio de trabajo en bloque e incluyente para definir al candidato a la Alcaldía que postulará el Frente Amplio por México, con la idea de sacarlo por consenso y en unidad. Buena convergencia, sin duda, en medio de contiendas de pretensos que se enredan en pleitos buscando destruirse entre ellos.
En la disputa electoral que se adelantó a los plazos oficiales, la hazaña de los aspirantes a cargos de elección popular consiste en resistir o sobrevivir a los odios y zancadillas internas y externas. Pues el planteamiento de Mazatlán es que quien quiera participar vaya a un proceso organizado y transparente, sin manos negras ni cláusulas en letras chiquitas, con reglas claras e intenciones sanas que motiven el involucramiento del meticuloso electorado marismeño. Parece ingenuo pretender demasiada perfección, pero sí puede lograrse siempre y cuando los candidatos se comporten a la altura.
Este esfuerzo lleva un año preparándose a iniciativa del empresario Martín Heredia Lizárraga, con la estipulación de honor que le impide a él aspirar a la Presidencia Municipal y la ventaja de que representa al ala de Movimiento Ciudadano que se adhiere al frente opositor que encabeza Xóchitl Gálvez, mismo en el que empujan Enrique Alfaro, Gobernador de Jalisco; Agustín Basave, Secretario del Ayuntamiento de Monterrey y hasta el Alcalde de la capital neolonés, Luis Donaldo Colosio. Además Heredia ha sido eficaz en tender puentes en el puerto con los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional, De la Revolución Democrática y Frente Cívico Nacional.
Se trata del Frente Político Plural y Ciudadano de Mazatlán, integrado por dos representantes de cada partido y en el que confluyen figuras claves de la política como el panista Martín Pérez, la priista Maribel Chollet, la emecista Celia Jáuregui y con la bandera ciudadana el ex Secretario de Educación Pública y Cultura, Juan Alfonso Mejía López, todos aspirantes a la Presidencia Municipal. De ellos, más los que se apunten en lo que queda de septiembre, se intentará la candidatura por aprobación unánime, carente de fracturas.
Las reglas establecen que los pretensos deberán recabar un mínimo de 1,500 firmas cada uno, tendrán dos meses (octubre y noviembre) para el contacto con la población y en diciembre se someterán a una encuesta para determinar quien concentra la mayor intención del voto. El que resulte ganador será la propuesta que se le presente al Frente Amplio por México para que formalice la candidatura ya libre de conflictos como el que brotó en el Movimiento Regeneración Nacional cuando Marcelo Ebrard descalificó el método de encuesta que favoreció a Claudia Sheinbaum.
La idea de construir este movimiento democrático donde la palabra imposición no figure en el manual de definición de candidaturas está jalando la atención de liderazgos o figuras de tracción de votos que se han desprendido de las filas partidistas, como ocurrió en la reciente desbandada que sufrió el PRI en Sinaloa al inconformarse por la designación que hizo Alejandro Moreno Cárdenas a favor de Paola Gárate como lideresa priista estatal. También ha motivado a que en las demás siglas políticas e inclusive en pretensos independientes, renazcan motivaciones que estaban en pausa ya sea por desencanto o exclusiones.
El modelo Mazatlán debería ser retomado en el resto de los municipios sinaloenses con tal de limpiar las nominaciones a alcaldías, regidurías, senadurías, diputaciones federales y locales de prácticas nocivas cuyo desprestigio trunca posibilidades de ser aceptadas y acompañadas por los ciudadanos habilitados para el sufragio. Abrirles canales legítimos de participación a mujeres y hombres que al ser valiosos para las comunidades podrían resultar también excelentes servidores públicos.
Y el prototipo proviene de Mazatlán donde la gente utiliza la fuerza cívica como instrumento correctivo de malos gobiernos. Allí donde ocurrió la inicial alternancia política y luego la secuencia natural de quitar a un partido para poner a otro; el primer juicio político que en 2002 retiró a Jorge Rodríguez Pasos de la Presidencia Municipal y actualmente con el ex Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres a disposición de los tribunales por posible desempeño irregular de la función pública. El pueblo que sí pudo transitar de la ingobernabilidad a que lo sometió “El Químico” a la estabilidad que le significa el gobierno sustituto de Édgar González.
Entonces en Mazatlán podría lograrse un movimiento electoral plural que concrete la enésima alternancia en el gobierno municipal, el signo característico de ciudadanos que a ningún partido le dan el voto para siempre ni soportan por mucho tiempo a especímenes de la política que en las campañas hablan bonito y ya en el poder roban a lo lindo.
Pues tratándose de demasiados,
Que un solo cargo desean,
Podrían salir más enredados,
Que dos pulpos cuando pelean.
Más sabe “El Diablo Azul” por viejo que por desempeñar el cargo recientemente inventado de Subsecretario de la Industria de Reuniones, ya que en cuanto Alejandro Higuera Osuna llegó a ese puesto de la Secretaría de Turismo del Gobierno del Estado comenzó a trabajar en la promoción y proyección política de la titular del ramo, Estrella Palacios, como “corcholata” del Movimiento Regeneración Nacional para la Presidencia Municipal de Mazatlán. Bueno, si la chamba de organizar reuniones está en entre sus atribuciones nada ni nadie le especifican para quién y para qué deben ser tales tertulias.
