@isaacarangureconacentoenlae
La semana pasada quedó definida la que será la candidata por el Frente Amplio por México y estamos a unos días de que sea revelada (como todo parece indicar) la candidata por Morena, por ahí faltaría el sin postura de Movimiento Ciudadano, aguantando ofertas a la mejor usanza del casi extinto Partido Verde, lo que daría el banderazo inicial de las campañas de cara a la elección del 2024 y las posteriores definiciones de los cuadros locales.
Por fin llegó el tiempo para las y los suspirantes y aspirantes de conocer su destino próximo y desafortunadamente nos llegó a nosotros el tiempo de tolerar la venta de mensajes al por mayor de los “ciudadanos modelo” humildes y éticos. Lo que me puso a pensar, la mayoría podemos estar de acuerdo en la necesidad de ciudadanos más éticos, que luego se traduzcan en funcionarios más éticos, pero cuando hablamos de ética ¿de qué estamos hablando?
El gran ensayo conocido por muchos sobre Ética se escribió alrededor del año 350 a.C., por el filósofo griego Aristóteles, titulado “Ética a Nicómaco”, por una serie de cartas escritas a su hijo, donde el filósofo explora temas como la virtud, la moral y la felicidad, es una de las obras más importantes en el campo de la ética y ha tenido una gran influencia en el pensamiento moral a lo largo de la historia.
En “Ética a Nicómaco”, Aristóteles establece varias premisas importantes en su exploración de la ética. Algunas de las más destacadas son:
Telos. Donde sostiene que el objetivo último de la vida humana es alcanzar la felicidad o eudaimonía. Según él, la felicidad solo se alcanza al vivir una vida virtuosa y plena.
Virtud. Argumenta que la virtud es un componente esencial de una vida ética. Distingue entre virtudes intelectuales y virtudes éticas, y sostiene que el desarrollo de virtudes morales es fundamental para alcanzar la felicidad.
El punto medio. Ligado al punto anterior, propone que la virtud se encuentra en un punto intermedio entre dos extremos viciosos. Por ejemplo, la valentía, se encuentra entre la cobardía y la temeridad.
Ética y Política. Aristóteles sostiene que la ética y la política están intrínsecamente interconectadas. Argumenta que una vida ética se desarrolla mejor en una comunidad política justa y bien gobernada.
Sobre este último punto me gustaría que pusiéramos especial atención, pues desde aquellos entonces Aristóteles reconoce que la responsabilidad de fomento a una vida más ética está interconectada a nuestro sistema, un sistema corrupto, genera ciudadanos corruptos, en un sistema ético, no caben los corruptos. Este principio nos sirve para reconocer la corrupción como una causalidad de las fallas estructurales de nuestro sistema, en el que participamos todos en diferentes niveles y con diferentes aportaciones u omisiones.
Entonces cuando decimos que queremos ciudadanos más éticos ¿qué queremos? En definición, la ética es la rama de la filosofía que se ocupa del estudio de la moral, los valores y las normas que guían el comportamiento humano. Se centra en cuestiones de lo que se considera correcto o incorrecto, bueno o malo y como deberíamos actuar. Busca explorar y comprender los fundamentos de la moralidad, así como aplicar principios éticos en la toma de decisiones y la conducta diaria, tanto en nivel individual como social. Es decir; personas capaces de cuestionar la moral, reflexionar respecto a ella y encaminarse de acuerdo a los principios emanados de esa reflexión. Pero ¿estamos listos para un sistema así? Un sistema dónde no quepan los favoritismos, el nepotismo, los privilegios.
La moral y la ética están estrechamente relacionadas pero se pueden distinguir de la siguiente manera:
La moral se refiere a las creencias, valores y normas que una persona o comunidad consideran buenos o malos. Es el conjunto de reglas y principios que rigen el comportamiento de las personas en un contexto particular. En este sentido la moral se vuelve subjetiva, porque está sujeta al tiempo y espacio especifico y por ello es que esta varia entre culturas y personas. Sin embargo, la ética, se ocupa del estudio de esta, busca establecer criterios y normas más generales que puedan aplicarse a diferentes contextos. Busca comprender y proporcionar una base racional para nuestras creencias y acciones morales.
¿Queremos ciudadanos más éticos? Sí, este país está en condiciones de generarlos pero tenemos que entender que las fallas estructurales van a seguir generando ciudadanos de ética distraída, y mientras eso suceda, tenemos que trabajar en más y mejores mecanismos de rendición de cuentas, pero empecemos por la campaña, una campaña sin principios éticos ¿dónde creen que termina?
Ojos bien abiertos.
Gracias por leer hasta aquí, nos leemos pronto.
Es cuánto.