En el Partido Acción Nacional se está jugando la dirigencia estatal. Dos candidatas disputan el liderazgo local del albiazul en Sinaloa, se trata de la mazatleca Wendy Barajas y la navolatense Vanessa Sánchez Vizcarra, la primera con una trayectoria de 10 años de militancia y la segunda formada hace 25 años en las filas de Acción Juvenil, la otrora cantera de Acción Nacional.
En medio de la violencia que vive Sinaloa, el PAN instalará casillas para recibir el voto de militantes el próximo domingo 10 de noviembre. A pesar del llamado que hicieran una mayoría de comités municipales para detener el proceso electoral interno, la dirigente estatal y diputada local plurinominal Roxana Rubió insistió que el proceso electivo que convoca a más de 7 mil panistas en Sinaloa será seguro y que hay confianza en que la elección se desarrollará sin contratiempos.
Pero no todos piensan igual al interior del partido, la ex Diputada local y consejera vitalicia Catalina Frank dijo que la decisión de continuar con la elección es una “terquedad”. Aseguró ante medios de comunicación que la dirigencia está empeñada en no escuchar las voces de las y los consejeros que han pedido un alto al proceso mientras en Sinaloa no se recuperen las condiciones mínimas de seguridad para la realización del proceso interno.
Y es que pareciera que las voces nacionales son contradictorias a las voces locales. Mientras senadores y diputados federales del PAN en San Lázaro hablan de la crisis de seguridad que vive la entidad, la dirigencia local y su representación congresional local, minimizan la situación diciendo que la violencia en Sinaloa no es generalizada y que está más bien “focalizada” en ciertos municipios, discurso muy distinto al que predican los panistas en Ciudad de México.
El PAN en Sinaloa pasa por una crisis de credibilidad reflejada en las votaciones marginales expresadas en los últimos comicios. La representación en la Cámara de Diputados local es apenas de dos legisladores por el principio de representación proporcional. En lo federal, el PAN Sinaloa no logró colocar a ningún diputado, ni por la vía de mayoría, ni por la vía de representación proporcional. Los decadentes resultados electorales, sacaron al panismo sinaloense de los lugares preferentes en las listas nacionales.
Ese es el punto de discusión entre las candidatas a la dirigencia estatal. Vanessa Sánchez habla en su propuesta de un programa de recuperación para el partido, un reencuentro con la militancia y regresar al camino de la construcción de mayorías. Dice, con toda razón, que el esfuerzo de la última dirigencia estuvo en conseguir posiciones plurinominales sin pensar en las consecuencias.
Por su parte, Wendy Barajas dice que el PAN tiene mucho potencial por delante, que deben valorarse las cosas buenas que la dirigencia estatal hizo, que todos tienen derecho a buscar posiciones plurinominales y de mayoría. Y que ella no ha tenido ningún problema al recorrer los municipios de Sinaloa para encontrarse con la militancia panista.
Lo cierto es que en la última encuesta de RUBRUM realizada en Sinaloa a finales de octubre, el PAN cae al cuarto lugar de preferencias incluso por debajo de Movimiento Ciudadano. Aún en el complejo escenario de inseguridad, Morena encabeza la preferencia con un 45 por ciento, el PRI con un 21 por ciento, MC con 16.7 por ciento, mientras que el PAN aparece con 16.3 por ciento.
El único municipio que gobierna Acción Nacional en Sinaloa es Choix, en donde Yoneida Gámez rindió protesta como la primera mujer en lograr una Alcaldía por ese partido. Fue notoria la ausencia de la dirigente estatal y del Diputado local, extraño ver que el único municipio en donde triunfó electoralmente el panismo estuvo huérfano de representación política. Tal vez tengan razón los que aseguran que; “hay profundas diferencias entre los que quieren un PAN de mayorías y los que se acostumbraron a las migajas de las plurinominales”. Luego le seguimos...
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