“Volver con la frente marchita. Las nieves del tiempo platearon mi sien. Sentir que es un soplo la vida, que veinte años no es nada”, dice el inolvidable tango Volver, del compositor argentino Carlos Gardel.
Javier Camarena está cumpliendo 20 años de carrera artística y vuelve a Culiacán, en un concierto organizado por el exitoso binomio SAS-ISIC, este jueves 10 de abril, en el Teatro Pablo de Villavicencio. No vuelve, como dice el tango, con la frente marchita, sino con la frente muy en alto, tan alto como ha puesto el nombre de México en los escenarios internacionales.
Hace 10 años, en abril, alcanzó una de sus más grandes hazañas, al sustituir en el papel protagónico de la ópera La Cenicienta, de Bellini, en el Metropolitan Ópera House de Nueva York, al tenor peruano Juan Diego Flórez. Tan magistral fue su interpretación al cantar el aria “Si, ritrovarla, io giuro”, que el público pidió el bis, hazaña que hasta ese momento solamente habían logrado en ese recinto Luciano Pavarotti y el mismo Juan Diego Flórez.
Pero, no bastó este logro para embelesar al público del MET de Nueva York, sino que les repitió la dosis en 2016, cuando obtuvo el bis en la ópera Don Pasquale, de Donizetti. Y, para reafirmar su acrisolada voz y altísima calidad interpretativa, logró un nuevo bis en el aria “A mes amis”, de la Hija del regimiento, de Donizetti, en ese mismo recinto.
Éstas y otras muchas hazañas han lanzado a la cima del olimpo al tenor veracruzano, quien no se encasilla en un rol, ni pierde su compostura y sencillez. Es poseedor de una voz potente y tierna, sonora y dulce, poderosa y aterciopelada. Alcanza las arias agudas y susurra las canciones románticas.
¿Vuelvo renovado y triunfal?