La tarde del martes pasado nos sorprendió con la circulación en redes sociales de un primer video -se dice que son cinco- donde presuntamente el Diputado morenista Pedro Villegas Lobo hace gimnasia sexual con una joven en su despacho de legislador.
Inmediatamente, como era de esperar por sus promotores, se activaron los resortes de los cibernautas más atentos y morbosos por las noticias espectaculares de alto impacto. Unos, reprochándole al Diputado, sin constatar nada, su actuar en las instalaciones de la hoy llamada Casa del Pueblo y, los menos, pero no por ello necesariamente equivocados, señalando que había que ir con pies de plomo pues se podría tratar de una estrategia mediática para vapulear a quien se ha pronunciado en contra del cacicazgo que está instalado en la UAS desde hace catorce años.
Entre los primeros estaban en juego, sin mediación alguna, las emociones del ¿cómo es posible...? ¿Adónde hemos llegado...? ¿Deberían echarlo...? ¿Eso es la 4T...? Y así, este sector se dejaba ir a la yugular de Villegas Lobo, mientras los otros, reclamaban saber si ese video corresponde a la realidad, sino era una hechura de los enemigos del legislador para desprestigiarlo y exhibirlo literalmente sin calzones ante la opinión pública.
Quien conozca las instalaciones del Congreso del Estado sabrá que no es fácil pasar desapercibido. En él se encuentra una buena cantidad de cámaras para seguridad de los diputados, el personal administrativo y el público en general, no sé que éstas las haya en las oficinas de los diputados, pero sería un exceso porque se rompería el principio de privacidad para realizar sus funciones legislativas.
Quizá, entonces, en el caso de ser verídico, estemos ante una tecnología superior a la existente, o simplemente para que haya ocurrido, que hubiera complicidad con quienes tienen a su cargo la seguridad del establecimiento legislativo o en caso contrario, que se haya filmado fuera con un personaje distinto al exhibido.
Pero, eso lo tendría que resolver una investigación profesional e independiente que hasta el momento de cerrar el texto no parecía ser lo más importante para los diputados, sino que en el ánimo de golpear al legislador, haya quedado en entredicho el propio Congreso del Estado con la idea irracional de que ahí puede suceder cualquier cosa, y el ejercicio de la sexualidad no está excluida.
Y lo sorprendente es que los miembros del Congreso parecieran pasmados con las imágenes sexuales, cuando ante este tipo de casos que deberían tener capacidad para responder, cualquiera que sea la opinión consensuada y en particular, la fracción parlamentaria de Morena, porque se trata de uno de sus miembros el que ha sido puesto en entredicho.
La ausencia hasta el jueves de un pronunciamiento de la Junta de Coordinación Política alimentaba el ronroneo en las redes o peor todavía, el tiempo corría a favor de quien o quienes podrían resultar beneficiados con la desacreditación del Diputado.
En medio de este silencio oprobioso el Diputado cuestionado da una entrevista al semanario Ríodoce donde señala que él no es la persona que aparece en el video de marras y que tampoco las imágenes corresponden a su despacho. Además, señala que en el Congreso existe una gran cantidad de cámaras que se encuentran instaladas en todos los espacios del recinto legislativo de manera que nada pasa desapercibido y si es así, una revisión exhaustiva podría arrojar información valiosa.
Villegas Lobo señaló además que Héctor Melesio Cuén Ojeda, el líder del PAS, es quien estaría detrás de esta campaña de difamación y lo menciona como responsable de lo que le pudiera pasar a él y a su familia.
Cuén Ojeda, por supuesto, negó inmediatamente cualquier responsabilidad en la producción y circulación del video sexual -aunque, hay quien sostiene, que desde el área de Comunicación Social del PAS se difundió vía WhatsApp y eso en una investigación a fondo podría demostrarse si es cierto o no. Lo cual yo dudo, sería estúpido.
Quienes hemos sufrido los ataques del cuenismo por criticar su quehacer en la Universidad Autónoma de Sinaloa, sabemos de su capacidad para armar expedientes infamantes sin ninguna consideración ética y que luego niegan estar detrás de ellos. Se trata siempre de poner en entredicho al sujeto de señalamiento y para su circulación ya no sólo está a su servicio los pasquines que todo mundo conoce sino, por lo visto, ahora han escalado a las grabaciones reales o apócrifas, como podría ser este caso, y que se habría de encargar de investigar el propio Congreso si no quiere quedar en entredicho.
Es conocido que el grupo que ha controlado la UAS, como nunca está en problemas, hace unas semanas Esteban Moctezuma, Secretario de Educación Pública, vino a Culiacán para decirnos a los sinaloenses que “hay universidades que tienen dueño” y que de ahí sale para pagarles todo a sus funcionarios de primer nivel.
Esta opinión evidentemente no fue de gratis, vino a decirlo para que estos funcionarios bien trajeados y peinados pongan sus barbas a remojar, y eso a cualquiera de ellos pone nervioso, especialmente al poder tras el poder, que sin duda es Héctor Melesio Cuén, y anima a quienes desde el propio Congreso del Estado empujan la crítica y la reforma a la ley orgánica de la casa rosalina.
Esto ha sido motivo de encontronazos entre la Diputada Angélica Díaz, esposa de Héctor Melesio Cuén y el también Diputado Pedro Villegas Lobo, y la última edición de los desencuentros coincide con el día en que apareció en redes sociales el video sexual.
Será mera coincidencia, pero no pasa desapercibido y menos por lo maloliente de este asunto, que surge de las entrañas de la Casa del Pueblo sin precedente conocido en la historia de las 63 legislaturas.
En definitiva, el video sexual al margen de su veracidad, busca la descalificación de un actor político y por extensión desacredita al Congreso del Estado, pero, especialmente a la fracción de Morena, que con su silencio hasta el jueves parecía moverse en las coordenadas de que el que calla otorga y eso por omisión es ponerse en los hechos del lado de quien en principio agrede, y eso huele mal no sólo por la política de albañales sino por las alianzas que están prefigurándose entre el rochismo y el pasismo para el 2021 o ¿cuál era el tema del cónclave matutino celebrado el miércoles por la mañana en el restaurante El Cardenal en la ciudad de México entre los senadores Rubén Rocha, Imelda Castro y Héctor Melesio Cuén Ojeda?
