El reto #10de10 que lanzó Mario Zamora.
La transparencia como estrategia electoral

OBSERVATORIO
26/03/2021 04:05
    Mario Zamora hace suyo el discurso en favor de la transparencia al adelantarse a los planteamientos al respecto de los demás candidatos, por más que se trate de la postura incipiente que deberá validar con la congruencia y conducta que muestre durante los 60 días de la campaña que inicia el 4 de abril.

    Aunque puede haber algo de exageración en el desafío #10de10 que formuló Mario Zamora Gastélum el miércoles, en la víspera de que los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática lo registraran ayer como candidato a Gobernador, sí emana de la propuesta la intención primera de transparentarse inclusive más allá de lo que exigen los órganos electorales y organizaciones en pro de la rendición de cuentas. Resalta porque a los políticos se les da cualquier cosa, menos la translucidez de sus actos.

    Mario Zamora hace suyo el discurso en favor de la transparencia al adelantarse a los planteamientos al respecto de los demás candidatos, por más que se trate de la postura incipiente que deberá validar con la congruencia y conducta que muestre durante los 60 días de la campaña que inicia el 4 de abril. La entrega a la Intercamaral de Culiacán, que agrupa a las organizaciones empresariales más importantes, de la declaración de su situación fiscal, patrimonial, crediticia y legal, lo pone bajo la lupa ciudadana por voluntad propia.

    ¿Hasta dónde está dispuesto a desnudar su estatus moral, patrimonial y de salud mental ante los electores? Es la pregunta que los sinaloenses deben formularles al resto de los aspirantes a dirigirlos desde los cargos de presidentes municipales, Gobernador o diputados locales. Y aquí no vale el sofisma de que basta con la buena intención, sino la regla popular que determina que hechos son amores y no buenas razones.

    Lo que hace el candidato de la coalición “Va por Sinaloa” es adelantarse a la iniciativa #3de3 que desde 2015 se les intenta aplicar a todos aquellos que buscan cargos de elección popular con la plataforma y formato ya existentes para que declaren en cuestión de situación fiscal, patrimonial y de intereses. Le añade la obligatoriedad de entregar la opinión técnica de un contador público certificado que acredite la congruencia de la declaración patrimonial, es decir que el dinero percibido es el que se dispuso como gasto. También que se anexen los resultados de las consultas realizadas en los registros públicos de la propiedad de los municipios de Sinaloa.

    El tercer elemento que añade tiene que ver con el informe integral notariado del comportamiento y situación fiscal; el cuarto plantea la manifestación bajo protesta de decir verdad de no violencia contra la mujer, soportada en carta de no antecedentes penales que acredite que no existen condenas o sanciones por violencia de género, delitos sexuales, contra la libertad sexual o la intimidad corporal, o cualquier delito del fuero común.

    El quinto se refiere a la comprobación del Buró de Crédito de que no se cuenta con claves de prevención, lo cual significa que nunca le ha ocasionado un quebranto económico a nadie; el sexto requisito agregado a la #3de3 es el examen antidopaje para demostrar que no consume drogas ilícitas y, sexto, que un notario dé fe pública de la veracidad de toda la información de la #10de10.

    Algunas de las propuestas de Mario Zamora van concatenadas a obligaciones de transparencia que ya son obligatorias para lo candidatos, no obstante que los políticos siempre encuentran los vericuetos jurídicos, que son los atajos de opacidad, para evitar que los electores los coloquen bajo el microscopio cívico. Aún cuando el pretenso de la alianza prianredista se fuera de paso en el catálogo para la nitidez, más vale que sobre a que falte disposición a “poner mi hoja de vida al escrutinio de la ciudadanía” como él mismo ha insistido en hacerlo.

    Sea como sea, las demás fórmulas de los partidos que participan en la elección local deberán transparentar lo que por ley se les exige y en caso de estar dispuestos a generarles mayor confianza a los sufragantes ir más allá atendiendo los 10 puntos que por su parte abarcó Mario Zamora, o inclusive si quieren agregar otras cláusulas pues el ranking de la rendición de cuentas saldrá fortalecido. Es un reto que el priista lanzó y lo hizo con el guante blanco de la anticipación y el ejemplo, a reserva de que el sistema anticorrupción y la potente lente ciudadana validen que la carpeta del #10de 10 que entregó es verídica.

    Y ayer que se registró abriendo a la opinión pública el lado esencial, el familiar, con la compañía de su esposa e hijos dio otra muestra de disposición a colocarse dentro de la vitrina donde la gente quiere ver a los liderazgos para nunca más caer en la trampa de lobos con piel de oveja. “Todo arriba de la mesa, nada por abajo de la mesa. Nosotros sabemos jugar limpio, sabemos ganar limpio y así va a ser... por eso invito, sobre todo a los candidatos que estamos punteando, a que en lugar de utilizar la parte oscura y por debajo de la mesa, que nos veamos de frente cuantas veces quieran... frente a los ciudadanos que nos pregunten, que nos cuestionen, que nos digan qué quieren de nosotros”, reiteró.

    Vamos a ver cómo se abren o qué tanto se enconchan los demás candidatos a Gobernador. O si la transparencia únicamente es de fachada con el reflector de la simulación encima y en lo profundo la oscuridad de conciencia y de propósitos.

    Reverso

    Como en vitrina de carnitas,

    Todos se deberán mostrar,

    Y estén muy crudas o bien fritas,

    La gente sabrá si probar.

    El turno de Sergio Torres

    Y después de criticar la movilización de personas a los registros de los candidatos a Gobernador de las alianzas Morena-PAS y PRI-PAN y PRD, por organizar eventos masivos que ponen en serio peligro la salud de la gente, hoy viernes le toca turno a Sergio Torres para formalizar ante el Instituto Estatal Electoral de Sinaloa, a las 12 del mediodía, su postulación por Movimiento Ciudadano. Se dijo fuerte y creciendo porque “los sinaloenses no quieren un Gobernador servil al Presidente de la República ni tampoco un Mandatario estatal sin calzones”.