El renacer de la primavera

    La primavera llega siempre con un mensaje de alegría, renovación y esperanza. Hoy, más que nunca, es necesario recibirla con regocijo y optimismo, pues a pesar de los rebrotes se avizora el final del largo túnel de la pandemia. Sí, debemos seguir cuidándonos, pero entonando un himno de anhelos y confianza.

    El verdor de la primavera incita al florecimiento de nuestros proyectos e ideales. En la ciudad de Kioto, Japón, existe un paseo llamado Paseo de la Filosofía o Camino de los Filósofos, que resplandece con el espectáculo de los cerezos en flor. Fue bautizado así porque muchos filósofos y literatos acostumbraban reflexionar impresionados con el fascinante colorido de la naturaleza, que invita a un renacimiento y emocional y espiritual.

    Los artistas siempre han rendido culto a la primavera, como hizo Sandro Botticelli, quien pintó un cuadro entre 1477 y 1482, el cual puede admirarse en la Galería Uffizi, en Florencia. La pintura contiene muchos significados alegóricos y utiliza figuras mitológicas entre las que destaca Céfiro que fecunda a Flora y la transforma en primavera, quien alegra al mundo con toda suerte de flores. Al centro se encuentra Venus que representa el ideal de armonía entre naturaleza y civilización. A la izquierda danzan las tres gracias, Cupido intenta flechar a una y Mercurio disipa las nubes.

    Es también famosa la composición musical de conciertos para violín llamados “Las cuatro estaciones”, de Antonio Vivaldi, quien en 1723 representó el paso del tiempo con paisajes sonoros que imitan la naturaleza en bella música programática.

    Disfrutemos la primavera, a pesar de la pandemia. La escritora Anne Bradstreet dijo: “Si no tuviéramos invierno la primavera no sería tan agradable; si no pasáramos por la adversidad la prosperidad no sería tan bienvenida”.

    ¿Disfruto el renacer de la primavera?