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"DESDE EL ICAMI"

"El poder de una crayola"

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    ICAMI Centro de Formación y Perfeccionamiento Directivo
    Profesora de ICAMI en las áreas de Administración y Operaciones
     
    Mi hijo tiene 3 años, es mi primer hijo y debo confesar que todos los días me sorprende con sus preguntas y su forma de ver la vida. Hace un mes aproximadamente, al recogerlo en la escuela noté que quería subirse a un auto de otra mamá, le dije - ¡Este no es nuestro auto, el de nosotros es aquel de color negro! Él contestó - ¡Mami este es azul! - y así pasó, lo deje seguir, pero esta situación continuó. Al ir al supermercado, al pasar autos en la calle, siempre diciéndome entusiasmado - ¡Mami es azul! -. Pensé que simplemente le gustaba el color y pasaría en algún momento la “Fiebre del azul”.
    Pero para mi sorpresa, un día, al terminar de cenar tomó unas crayolas, a él le encanta dibujar y me gusta ayudarlo a expresarse con el arte, por tanto, siempre hay crayolas y cartulinas en casa. No me pareció extraño que tomara crayolas azules. Me dijo sonriente - ¡Mami a pintar! - y le dije como siempre - ¡Adelante mi amor! -, salió a la cochera muy tranquilo y lo seguí, se acercó al auto y me dijo de nuevo - ¡Mami a pintar azul el carro! - Me sentí impactada de su imaginación, sorprendida de su insistencia con el color. Él de verdad deseaba un auto azul y se había propuesto tener un auto azul. Confieso que mi reacción fue de alegría, me entusiasmó ver en él algo que a veces sin razón alguna pierdo.
    Nacemos sin límites, como niños vemos ventanas en donde otros ven cuartos obscuros, los niños le dan usos inimaginables a las cosas que como adultos jamás pensamos ¿En qué momento perdimos ese valor? ¿En qué momento dejamos de ver las cosas con perspectivas distintas?
    Crecemos con reglas, límites e incluso creencias que poco a poco encierran nuestras mentes en una caja compleja para luego decirnos que debemos “pensar fuera de la caja”. Creo que nacimos pensando fuera de la caja, pero crecemos construyendo una.
    El poder de una crayola depende de la visión de quién la usa, depende de la apertura de su mente y de los límites que la persona se ponga. Mi hijo ese día, con una crayola y su determinación con su propósito consiguió que mamá se propusiera y le prometiera que el próximo auto sería azul. ¿Tú que puedes lograr con una crayola?