El PAS, en un predicamento

    Cuén creyó que sirviendo a don Adán Augusto la balanza la tenía de su lado y que retratándose con el Secretario de Gobernación ya había vencido a Rocha. Lo cómico es que otros políticos menores pero muy ambiciosos, entre ellos varios de Morena, veían las fotos y ya daban por hecho que el habitante del Palacio de Bucareli iba a subordinar al inquilino del Tercer Piso, lo que los llevó a arrimarse a Héctor Melesio Cuén. ¿Y ahora quién los podrá salvar?

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    Debido a que el PAS usa a la UAS como instrumento partidario es inevitable que el actual conflicto entre el PAS y el Gobierno de Sinaloa -y no entre la UAS y Rocha Moya como lo quieren hacer ver los cuenistas- sea un elemento más del proceso político que llega hasta el 24. Por lo mismo, el desalojo de Héctor Melesio Cuén como representante de Adán Augusto López en la búsqueda de la candidatura a la Presidencia le corta el principal sostén en su pugna por ganar la candidatura al Senado, el trampolín que él desea para después ser candidato a Gobernador.

    Cuén está en un predicamento porque ahora no ve por dónde pueda asirse para estar en la lista electoral el próximo año. Su primera reacción fue decir que él prosigue como una especie de dupla del diputado Ambrosio Chávez en la representación de Adán Augusto, pero el coordinador general del Secretario de Gobernación lo niega.

    Esta decisión comprueba que, cuando el Gobernador Rocha Moya finalmente se convenció de que había que terminar con el cacicazgo de Cuén en la universidad, era necesario que Adán Augusto López le cortara las alas al dueño del PAS. Con esa representación, Cuén puede atraer miembros de Morena a su bolsillo y relacionarse con diferentes aspirantes a candidatos a puestos de elección popular con el sello morenista en diferentes partes del estado. Cuén estaba retando a Rocha Moya en varios pasillos de la política interna de Morena seduciendo de diferentes maneras a sus integrantes. Tal actividad parecía muy audaz, pero en realidad era desmedida e ingenua. No entendía el pasista que una cosa era ser el dueño del PAS y cacique de la UAS, y otra disputarle el poder de Morena al Gobernador.

    Cuén creyó que sirviendo a don Adán Augusto la balanza la tenía de su lado y que retratándose con el Secretario de Gobernación ya había vencido a Rocha. Lo cómico es que otros políticos menores pero muy ambiciosos, entre ellos varios de Morena, veían las fotos y ya daban por hecho que el habitante del Palacio de Bucareli iba a subordinar al inquilino del Tercer Piso, lo que los llevó a arrimarse a Héctor Melesio Cuén. ¿Y ahora quién los podrá salvar?

    Por lo pronto, el líder del PAS intenta no ser separado totalmente de su corcholata favorita porque no tiene muchas opciones para aliarse en la búsqueda desesperada de la candidatura al Senado. Al margen de que el político tabasqueño ya se convenció, o lo convenció AMLO, de que el jefe político de la 4T en Sinaloa es Rocha y había errado en darle juego y despertarle ilusiones a Cuén, lo cierto es que en la carrera morenista va muy abajo en los momios, donde algunas casas lo ubican por debajo de Monreal; es decir, en un cuarto sitio, muy lejos de Sheinbaum y Ebrard. Por donde la veamos, las posibilidades de que Cuén llegase a ser candidato por Morena al Senado son prácticamente nulas.

    Y si el jefe pasista da el giro, ya en plan desesperado, e intenta aliarse con MC, Sergio Torres no le va a permitir que le quite la bandera para competir por el Senado. Mario Zamora, que busca seguir en la Cámara Alta por la vía pluri, tampoco le va a dar chance, y si el PAN le abre un hueco significaría anular en Sinaloa la alianza de Vamos por México. Quizá solo le quedaría intentar la compra de los dirigentes del PT o el Verde para que él fuese el personaje para buscar la candidatura al edificio de Reforma. Aquí el problema es que no le alcanzan los votos para obtener la plaza de minoría. El PAS o los partidos de bolsillo no suman lo suficiente.

    Al mismo tiempo que el PAS recibe un gancho al hígado cuando Adán Augusto López le arrebata la representación oficial a su precampaña, Cuén lidera, aun sin salir a la palestra, la defensa de su partido, disfrazada de protección de la autonomía universitaria, en el seno de la UAS.

    Ambos procesos van de la mano: el PAS se debilita cuando el Secretario de Estado lo hace a un lado y el PAS se ve contra las cuerdas con las dos iniciativas de ley que buscan modificar las estructuras legales sobre las que se levanta el control de ese partido sobre la UAS.

    Hasta el momento el PAS no ha podido sacar a los estudiantes a las calles como amenazó el doctor Madueña porque su eco sería mínimo en número y limitado en tiempo. Es más, deben sentir temor que de intentarlo hubiese manifestaciones espontáneas o dirigidas contra el PAS, tal y como ya sucedió, aunque mínimamente, en la Facultad de Derecho, en Culiacán.

    Y, si Cuén busca atrincherarse en la UAS, el centro de su fuerza, relegando la búsqueda de alianzas partidarias para el 24, la coyuntura electoral lo puede devorar. Así que, en efecto, pasa por un predicamento político que no había experimentado porque ahora ya no se trata tan solo de una posible derrota electoral , e incluso que ni siquiera pueda participar en ella, sino que lo que está en juego es su misma sobrevivencia como partido en la UAS y fuera de ella.

    Posdata

    Un factor más, de mucho peso en la actual coyuntura, es que la lucha binacional contra el tráfico de fentanilo está afectando seriamente al Cártel de Sinaloa o por lo menos a una de sus fracciones. Habrá que ver las repercusiones de este hecho en cómo afecta al narco en sus acciones políticas en Sinaloa y en otras regiones de México.