El INE y la supuesta 'austeridad republicana'

LA TAREA NUNCA ACABA
14/11/2021 04:16
    Regresarle el control electoral al Gobierno de la República pondría en entredicho la credibilidad del proceso electoral y con ello, el máximo acuerdo alcanzado por los mexicanos como sociedad en esta época, incluida la autodenominada IV transformación: utilizar la vía electoral para dirimir nuestras diferencias. A todos nos corresponde salvaguardarlo, a menos que se busque ‘otra cosa’.

    Jean-Claude Colliard no sólo era uno de “los siete sabios” del conocido Consejo Constitucional de Francia mientras fue mi director de tesina y tesis, también había sido el Jefe de la Oficina del Presidente François Mitterand durante todo su primer mandato, 1981-1989. Antes de ser Director de la Facultad de Ciencia Política de la Universidad de París 1, Panthéon-Sorbonne, institución de la cuál llegó a ser su Rector años más tarde, escribió uno de los libros más reconocidos en Europa sobre los regímenes parlamentarios. Miembro distinguido de la clase política y la intelectualidad en Francia y en Europa, formó parte del Consejo de Venecia, un órgano consultivo del Consejo de Europa responsable para la Democracia por el Derecho. A este personaje, cuya biografía y sensibilidad política nunca dejó de impresionarme, le escuché decir: “de México hay que aprender sobre su proceso de alternancia política, tanto como del Instituto Federal Electoral (ahora INE)”.

    La disputa por el presupuesto 2022 en lo que concierne al Instituto Nacional Electoral (INE) no es un asunto de austeridad republicana, hay la intención de deslegitimarlo, ¿por qué?

    Por primera vez en la historia, el Consejero presidente del máximo órgano electoral es convocado a comparecer en el Congreso de la Unión. El ejercicio es positivo por donde se vea, la rendición de cuentas a todos nos viene bien, pero no se puede pecar de ingenuidad. Los argumentos de los Diputados morenistas sorprendieron por la ausencia de fundamento, más bien, de tino. Nunca se discutió sobre temas técnicos, fueron meros discursos histriónicos y nada sobre el fondo del asunto. ¿Tenemos una democracia “cara”, cómo hacemos para que nos cueste menos sin afectar la eficacia demostrada por el instituto?

    Me habría dado gusto escuchar “algo nuevo”, algo sobre los criterios al financiamiento público de los partidos, por ejemplo. En su lugar, lo que más le interesaba a la bancada del gobierno en el poder era, ¿por qué no se baja el sueldo el consejero presidente? ¿Quizás porque es su decisión y el órgano que preside es autónomo? No se logra percibir si les preocupa los supuestos “excesos” o flagelar cualquier reducto en el país donde todavía no se asiente su hegemonía.

    Para la historia queda la reacción del Diputado morenista Óscar Cantón Zetina, quien al momento de hacer uso de la tribuna le negó el saludo a Lorenzo Córdova, quien le dio unas palmadas en la espalda, a lo que “nuestro representante” increpó: “no me toque, no sea Usted igualado”. El fuero le otorga al Diputado algunas concesiones, ni dudarlo, pero ¿tantas como para faltarle al respeto de esa forma al presidente de un órgano autónomo? Lo mejor vino cuando el mismo Diputado le recordó a Córdova su pasado glorioso: “su padre, dijo Cantón Zetina, ese sí era demócrata, fue compañero mío en la LII Legislatura”. Es verdad, mientras Arnaldo Córdova era Diputado por el partido Socialista Unificado de México (PSUM) de 1982 a 1985, este nuevo demócrata formaba parte del todavía partido hegemónico en el sistema, el PRI. Bonitas lecciones de democracia.

    La comparecencia fue un circo, aunque algunos sí supieron aprovecharla. Hoy sabemos que el INE solicita un presupuesto para el 2022 de 24 mil 649 millones de pesos. ¿Es mucho o es poco?, depende de cómo se integra y a dónde va destinado ese recurso. El consejero presidente dio tres argumentos.

    1. Las prerrogativas de los partidos políticos ascienden a un monto de 5 mil 821 mdp. Este dinero es intocable, pues está asignado a partir de una fórmula electoral aprobada por los propios partidos. Por cierto, esta fue oportunidad para dejar en claro que Morena nunca devolvió el recurso financiero que tanto pregonó. Una pequeña confusión de su líder, Mario Delgado.

    2. El segundo rubro está destinado a la operación del INE, 13 mil 084 mdp. Aquí se incluye el costo de la credencial para votar (28.4 por ciento de este total), el costo de la organización electoral de los seis procesos electorales para el 2022 (7.9 por ciento del total), así como el gasto de 332 oficinas estatales y distritales del INE (26.8 por ciento).

    3. El presupuesto precautorio destinado para la Revocación de Mandato y Consulta Popular. Aún no es seguro la realización de este proceso, pero el INE está obligado a prepararse. Se necesitan 5 mil 743 millones de pesos. Si no se realiza, el recurso se reintegra a la Tesorería de la Federación.

    Mientras Usted lee estas líneas, la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen de Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2022. Se propone al pleno un recorte de 5 mil millones de pesos. ¿Con qué objeto, la austeridad republicana?

    Valga un último apunte. La Ley Federal de Revocación de Mandato obliga al INE a instalar un número similar a las casillas que operaron el pasado 6 de junio, y para lograrlo necesita capacitar a las ciudadanas y ciudadanos necesarios. No cumplir con la ley tendría repercusiones administrativas y legales. Entonces, con una obligación de esta naturaleza y un recorte como el mencionado en el párrafo anterior, la tarea del INE equivale a concursar en un triatlón, pero con los brazos amarrados, sin tenis y con las llantas de la bicicleta ponchadas. ¿Por qué?

    Regresarle el control electoral al Gobierno de la República pondría en entredicho la credibilidad del proceso electoral y con ello, el máximo acuerdo alcanzado por los mexicanos como sociedad en esta época, incluida la autodenominada IV transformación: utilizar la vía electoral para dirimir nuestras diferencias. A todos nos corresponde salvaguardarlo, a menos que se busque “otra cosa”.

    Que así sea.