En un programa de la serie Los Simpson se pronosticó una final de Mundial de Futbol entre México y Portugal, aunque no se precisó que fuera en Rusia 2018. De haber predicho el cotejo este año hubieran errado el vaticinio, pues ambas escuadras fueron eliminadas en octavos de final.
La final se juega este domingo entre los equipos representativos de Francia y Croacia. Francia se coronó campeón en su país en 1998, mientras que Croacia - que ha sido la gran sorpresa- es la primera vez que llega a una final.
Croacia fue colonizada por los Celtas, habitada por los Ilirios y después anexada al Imperio Romano. Muchos siglos después abarcó Eslavonia, una parte de Dalmacia y casi toda Bosnia. Los croatas fueron también dominados por los turcos. Desde 1929 formó parte del Reino de Yugoslavia y en 1945 de la República Federal Socialista de Yugoslavia.
Finalmente, los croatas lucharon contra Serbia por su independencia, la cual consiguieron el 5 de agosto de 1995. La capital es Zagreb, ciudad que se formó en donde existían las poblaciones medievales de Gradec y Kaptol, las cuales vivían enfrentadas y todavía se conserva ese recuerdo por un famoso puente denominado “El Puente Sangriento”. Croacia cuenta con aproximadamente 4.5 millones de habitantes.
Las luchas extranjeras e intestinas forjaron un indomable espíritu croata, como se constató en el Mundial. Croacia ganó sus tres partidos en la fase de grupos. Sin embargo, los jugadores tal vez resientan la fatiga, pues en tres partidos alargaron a tiempos extra para vencer a sus oponentes: Dinamarca, Rusia e Inglaterra; y dos veces dirimieron en la tanda de penales.
Mañana, Croacia puede coronarse campeón. “Los croatas, triunfo deportivo de infancias rotas por una espantosa guerra étnica”, tuiteó Enrique Krauze.
¿Templo mi espíritu en la adversidad?
@rodolfodiazf