Cuauhtémoc Celaya Corella
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La izquierda mexicana de los años 90 hizo creer, basado en la ignorancia de muchos ciudadanos, que el Fobaproa (Fondo Bancario de Protección al Ahorro) era una maniobra del estado para fondear a la banca, y con ello garantizar la protección del ahorro del pequeño y mediano ahorrador. No fue así, pero así se quedó. Y es Ernesto Zedillo, Presidente priista fue marcado con ello.
Fue bandera de la izquierda en los debates en todo tipo y en los discursos de candidatos en campaña. Es toda una historia que parece cuento, o cuento que parece historia Inge, y bien vendida por la izquierda. El actual Presidente también la utilizó en sus tres campañas presidenciales. Los creyentes de las ideas de la 4T, que sin fundamentos discuten y se salen por la tangente cuando se ven acorralados con criterios ciertos que buscan eliminar su ignorancia, mejor dicen, aquí está mi café, dejando unas monedas y con un simple hasta luego, se retiran.
Resulta que si habrá un nuevo Fobaproa, que irá directo al bolsillo del mexicano creyente de los cuentos mañaneros. No será un fondo, pero sí proveerá recursos al erario para que lo gaste ya sabes quien. A lo mejor lo maneja el Fideicomiso para Devolverle al Pueblo lo Robado (FIDEPURO).
Genial la idea del Presidente. Primer Acto: Se regresa el avión. Segundo Acto: Se rifará el avión. Levanta más polvo que el de las calles de Aguaruto, ahora que fuimos a la Expo Agro Inge. Tercer Acto: Suspenso. Pronto veremos qué hacer con el avión. Se presenta un posible boleto de lotería. A lo mejor se vende, a lo mejor se renta, a lo mejor se rifa. Cuarto Acto: Se decide rifarlo bajo una nueva modalidad. Como se llamó la obra: Nos quedamos con el avión.
Pues resulta Inge, que el avión será el gancho de un sorteo patrio. Quien parte el queso en el país, impuso su ocurrencia: se rifa el avión, pero no se rifa, porque el estado se quedará con él. Fija el tiraje de boletos, seis millones de cachitos en 100 series de 20 millones de pesos, a $500.00 el cachito. Fijó la fecha: 15 de septiembre, y la tarea es para Lotería Nacional.
Con ello no se liberará del avión, porque lo conservará la Sedena, utilizándolo para lo que requiera, menos para que ponga sus zapatos en él, el Presidente. En el probable caso de que venda todos los cachitos, generará 3 mil millones, e ingresarán al arca nacional mil millones, restando los dos mil de premios. Esto indica que el adeudo lo pagará el pueblo bueno y obediente, y el activo TP01 seguirá teniendo un valor en libros en la contabilidad nacional.
Buena maroma a un asunto que espinaba. La urdió la astucia de los asesores, y desde luego, las medallas se las colgará una mañana tú sabes quién en Palacio, su casa.
Pero ¿a dónde irán a dar los mil millones restantes a los que hay que sumarle los impuestos que deberán pagar los cien ganadores? ¿A los llamados programas sociales? Informará sobre los datos que arroje tal acción de gobierno, o ¿él tendrá otros datos que no dará a conocer?
Jugada de tres barandas como en la carambola. Y ¿El pueblo, Inge? Más feliz que antes, aunque siga el desorden en salud, en seguridad, en educación, en migración, y como en los melate, lo que se acumule en las semanas del 2020. Patriótica noche mexicana, redonda, se quedan con el avión, con mil millones de pesos y, ¡Viva México!
Qué fácil gobernar a un pueblo que duerme, con la ilusión que ahora las cosas son diferentes. En lo que terminará un activo del pueblo mexicano, que terminó pagando lo que no le pertenece y quedará contento, al menos una parte.
Pero mejor te platico sobre el olor que dejó la serie final del beisbol de invierno, el nuestro, pues, Inge. Después que los Tomateros ganaron los dos partidos y pagaron la visita a Culiacán y que estos durante 18 entradas no hicieron carreras, hubo voces que no se callaron y dijeron, está arreglada la serie. El arreglo decían, está para no perder las taquillas millonarias que darían los tres últimos partidos. Hasta el edil culiacanense lo expresó, y un viejo periodista de beisbol le reviró en una de sus columnas que se publican a nivel nacional.
Esto hace que el edil, no pierda su rating como el Alcalde más conocido a nivel nacional por su presencia en páginas de diarios de circulación nacional y con entradas a noticieros importantes de radio y televisión.
¿Tú crees, Inge que puedan arreglarse los juegos?
Yo no lo creo. Me cuesta tan siquiera intentarlo. Es no conocer este deporte, llamado el Rey de los deportes. Lo que sucedió de entradas sin anotar, los jonrones, los robos de base, los golpes a bateadores, el bateo y corrido y mil eventos más resulta muy difícil que suceda. Pero quedó el olor en muchos a que todo estaba arreglado. Y la duda expuesta deja mal parada a la liga en cuanto a su dirección, a los dos equipos finalistas y en algo merma el nivel de confianza de quien se divierte en este apasionante deporte.