En su último libro, titulado “El espíritu de la esperanza. Contra la sociedad del miedo”, el filósofo Byung-Chul Han nos invita a no desmayar ante el fantasma del temor que merodea sobre el mundo tratando de amedrentar al ser humano mediante desastres y escenarios apocalípticos, entre los que cita la pandemia, la guerra mundial y las catástrofes climáticas, a los que los sinaloenses podríamos añadir la violenta situación actual que nos frustra y agobia.
El filósofo surcoreano y profesor de la Universidad de Artes de Berlín reflexiona lúcidamente sobre el ambiente que, como negro presagio, invita a pensar en el fin del mundo o en el final de la civilización humana. Hoy, nos dijo, parece que los apocalipsis están de moda y se venden como si fueran mercancía. La ficción climática, afirmó, es un nuevo género literario.
El futuro, agregó, se nos antoja angustiante y tétrico, porque perdemos el bastión de la esperanza. Con tantos problemas a cuestas, vacilamos como cansados Sísifos que han creado una sociedad en la que ya no se vive, sino que se sobrevive.
El miedo, recalcó, crea un ambiente depresivo en el que se extravían la solidaridad, empatía y cordialidad, al grado que conduce al embrutecimiento de una sociedad resentida. Por eso, recordó la exhortación de Barack Obama en su discurso de despedida: “La democracia puede derrumbarse si cedemos ante el miedo”.
Por si fuera poco, añadió, el miedo es un excelente instrumento de dominio, pues nos hace perder hasta el valor de pensar, además de que vuelve a las personas dóciles y fáciles de extorsionar. El miedo nos cierra las puertas a lo distinto y hace que impere el conformismo, haciéndonos vivir en una cárcel o cuarentena. Sólo la esperanza nos pone en camino.
¿Vivo con esperanza?
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