El eslabón más débil

27/03/2025 04:00
    Una de tantas lecciones que deja esta crisis de inseguridad en Sinaloa sería la de apostar por fortalecer las corporaciones municipales, que son las que más cercanía tienen con la gente y a la que menos herramientas se les otorga para cumplir con sus funciones.

    En medio de la crisis de violencia que ha vivido Sinaloa en casi siete meses, las estrategias de seguridad han dado preponderancia a la presencia de las fuerzas federales en la entidad para fortalecer las tareas de vigilancia en los puntos más críticos.

    Y se entiende, al ser las dependencias federales como la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana las que tienen un mayor y mejor equipamiento.

    Pero las estrategias diseñadas han sido más reactivas ante los hechos de violencia que preventivas y las acciones que emprenden son para intentar contener las operaciones de las organizaciones criminales.

    Y en el otro lado, están las corporaciones locales, las que están más cercanas a la gente, cuyo margen de maniobra se ve limitado por las limitaciones que tienen para poder operar.

    En las últimas semanas, el tema de las privaciones de la libertad ha sido recurrente en las diferentes comunidades de la entidad y en localidades pequeñas, la primera reacción de parte de las familias ha sido recurrir a las policías municipales para denunciar la falta de algún familiar.

    Sin embargo, las corporaciones preventivas ni están capacitadas ni cuentan con los vehículos suficientes ni el personal necesario para coadyuvar en la búsqueda de las personas desaparecidas.

    Y eso deja de alguna manera a las población en la indefensión, porque los protocolos señalan que hay que esperar un plazo legal para que se reciba la denuncia, se integre una carpeta de investigación y posteriormente definir cuándo se podrá realizar la búsqueda.

    Y pasa lo mismo con el despojo de un vehículo o los asaltos en negocios. La capacidad de las corporaciones locales está limitada y permite que los índices delictivos y la impunidad sigan imperando en esas comunidades.

    Una de tantas lecciones que deja esta crisis de inseguridad en Sinaloa sería la de apostar por fortalecer las corporaciones municipales, que son las que más cercanía tienen con la gente y a la que menos herramientas se les otorga para cumplir con sus funciones.