El despertar del lince en la UAdeO
Sylvia Paz y la democracia al revés

OBSERVATORIO
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    Díaz Camacho vio cortar las barbas de la UAS y no puso las de la UAdeO a remojar. Todo lo hizo al revés Sylvia Paz y ahí está el resultado. La orden que dio el Gobernador Rubén Rocha Moya a su equipo de gobierno fue de cero intromisión y la Rectora la interpretó como oportunidad para mover todos los hilos de conducción de la Universidad jalándolos hacia el proyecto particularísimo de relevo controlado.

    Sólo había dos escenarios posibles en el proceso de designación del Rector de la Universidad Autónoma de Occidente y la actual responsable del gobierno de la institución, Sylvia Paz Díaz Camacho, optó por el que le conviene a ella al impulsar a Pedro Flores Leal como el sucesor y no a quien le era crucial a la comunidad lince en la encrucijada de academia, libertad y legalidad que en los tiempos nuevos le sería a la UAdeO tan trascendental como lo es el conocimiento para los estudiantes.

    Se trata del súbito desenlace con las correspondientes toxinas de la alevosía y ventaja, sin el contraveneno que es la cordura. ¿Cómo la Rectora que en 2009 fue víctima de la imposición que le cerró el paso al mismo cargo en la Universidad Autónoma de Sinaloa cae en seducciones del poder que obnubilan la memoria? ¿En qué momento pasó por alto la emergencia social de hoy que apremia a regresarles los universitarios el derecho a decidir sobre sus autoridades?

    La tentación por el continuismo, que no es otra cosa que el autoritarismo con disfraz de democracia, pudo más que la tendencia vigente en Sinaloa para liberar a los centros de educación superior de ataduras que obstaculizan el fortalecimiento de valores como la buena enseñanza, el libre albedrío en la cátedra y los ejemplos de civilidad que desde los recintos universitarios permean hacia la sociedad. Dicho de manera más simplista, Díaz Camacho vio cortar las barbas de la UAS y no puso las de la UAdeO a remojar.

    Todo lo hizo al revés Sylvia Paz y ahí está el resultado. La orden que dio el Gobernador Rubén Rocha Moya a su equipo de gobierno fue de cero intromisión y la Rectora la interpretó como oportunidad para mover todos los hilos de conducción de la Universidad jalándolos hacia el proyecto particularísimo de relevo controlado. Aprovechó también la omisión de la 64 Legislatura del Congreso del Estado en materia de darles nuevas leyes orgánicas a las universidades públicas y se apegó a la lógica de a río revuelto ganancia de pescadores.

    Ahora, la Universidad que desde su creación ha navegado en la estabilidad forzada debido a que su régimen interior permite únicamente el dominio de un cónclave de notables tastabilla hacia la crisis de credibilidad pues sus autoridades no quisieron o no pudieron darle el respiro libertario ad hoc al movimiento social que pone a la educación de calidad en el centro de todos los afanes. Santuario del raciocinio de altas miras, resulta paradójico que alguien, quien sea, pretenda ponerle diques de intransigencia.

    Impensable que se presten a la simulación los perfiles concursantes, todos con estudios de doctorado, como lo son Ezequiel Avilés Ochoa, Fridzia Izaguirre Díaz de León, Jorge Antonio Gastélum Escalante, José Alfredo Inzunza Valenzuela, Juan Carlos Leyva López, Guadalupe Arlene Mora Romero y José Guadalupe Robles Hernández. Grotesco que las comparecencias y consultas hayan terminado en sentido contrario del anhelo de estudiantes y profesores.

    Puntual la posición del maestro Ezequiel Avilés al precisar que “el gobierno de una universidad autónoma, como el de un Estado, debe ser democrático y garante de la legalidad, porque en ambos casos la verdadera legitimidad de los dirigentes dimana del consentimiento que le confieren los representados. No obstante, la democracia de una Universidad debe responder a códigos propios y no a los del Estado, porque sus finalidades son incomparables con los propósitos del poder político.

    Razonable también la duda de otro de los participantes, José Alfredo Inzunza Valenzuela, quien obtuvo más de 2 mil 500 firmas de un total de las 5 mil 612 que levantó la UAdeO durante el proceso, y eso no le valió a la Junta de Gobierno en la promesa de democratizar y legitimar la elección de Rector.

    Quede aquí la acotación oportuna para legitimar la acción de los estudiantes y catedráticos en defensa de lo que creen mejor para la Universidad. Bienvenida sea la ruptura del conformismo pernicioso para instalar los acuerdos consensuados que aceleren la marcha de la UAdeO hacia la cumbre porque la casa de estudios necesita proyectarse mucho más allá de lo que le han permitido sus administradores y cadeneros a la vez.

    Escuchemos a los académicos y alumnos con la indicación de consumar la demolición del esquema tribal que suplanta a las mayorías, y desde los cimientos edificar el sistema participativo de universitarios incidiendo en cargos de dirección que entiendan qué Universidad imaginan para egresar con la preparación futurista que el mercado laboral requiere. Allí están las puntas de la complicada madeja conflictiva en que se convirtió la UAdeO por si a alguien le interesa desenredarla.

    Reverso

    La Rectora dio por no oído,

    El gran exhorto democrático,

    Y le pareció más pragmático,

    Que el lince siguiera dormido.

    La distopía del campus

    Ayer se realizó en todo el estado la toma de las sedes de la Universidad Autónoma de Occidente, en protesta por la designación irregular de Pedro Flores Leal como Rector titular para el período 2024-2028 que inicia el próximo 5 de enero. En Culiacán a los automovilistas que circularon por el bulevar Lola Beltrán les llamó la atención que la apacibilidad del campus lince estuviera trastocada por la inconformidad de maestros y alumnos que mostraron leyendas como “no a la imposición y al cacicazgo en la UAdeO. ¡Que se respete el sentir mayoritario”. Es la antiutopía de la educación superior que en Sinaloa se extiende igual que el musgo en tierra húmeda.