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El 12 de noviembre de 1648 nació la Décima Musa, Sor Juana Inés de la Cruz, en cuyo honor se instituyó desde 1979, por decreto presidencial, celebrar en México esta fecha como el Día Nacional del Libro.
Los libros son tesoros intelectuales y espirituales que proporcionan intensidad, placer, cultura y sentido a nuestra existencia. En una de sus conferencias, Jorge Luis Borges expresó: “De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”.
Para rendir un homenaje a este “asombroso instrumento” hemos querido recoger el pensamiento del escritor peruano Julio Ramón Ribeyro, quien en 1957 publicó una obra titulada El amor a los libros:
“El amor a los libros se patentiza en el momento mismo de su adquisición. El verdadero amante de los libros no tolera que el expendedor se los envuelva. Necesita llevarlos desnudos en sus manos, irlos hojeando por el camino, meter los pies en un charco de agua, sufrir todos los trastornos de un primer encantamiento. Llegando a su casa, lo primero que hará será grabar en la página inicial su nombre y la fecha del suceso, porque para él toda adquisición es una peripecia que luego será necesario conmemorar. Con el tiempo dirá: “Hace tantos años y tantos días que compré este libro”, como se dice: “Hace tanto tiempo que conocí a esta mujer”.
Ribeyro agregó: “Un libro amado es un fragmento de vida… Los verdaderos amantes de los libros inscriben su vida en ellos. Se podría adivinar el carácter de una persona, se podría incluso trazar su biografía, examinando no solo qué libros ha leído, sino cómo los ha leído”.
¿Amo a los libros?