Eficacia del 100% contra el cáncer. ¿Sabes qué es el dostarlimab o qué son los anticuerpos monoclonales?
En México, el cáncer colorrectal es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad por cáncer. Según datos de la OMS, en 2020 se registraron aproximadamente 14 mil 901 nuevos casos de cáncer colorrectal en el País, posicionándolo como el tercer tipo de cáncer más común, después del cáncer de mama y el de próstata. Ese mismo año, se reportaron más de 7 mil muertes relacionadas con esta enfermedad, ubicándola como la segunda causa de muerte por cáncer. Estas cifras subrayan la relevancia de implementar estrategias de prevención, detección temprana y tratamiento oportuno para reducir la carga de esta enfermedad en la población mexicana.
Los anticuerpos monoclonales han revolucionado la medicina al permitir tratamientos más precisos y personalizados, mejorando la eficacia y reduciendo los efectos secundarios en comparación con las terapias convencionales. Los anticuerpos monoclonales son proteínas diseñadas en el laboratorio que imitan la función de los anticuerpos naturales del sistema inmunológico. Se producen a partir de células clonadas. Estos anticuerpos pueden reconocer y unirse a moléculas específicas en el cuerpo, lo que los hace herramientas valiosas en el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades. Tienen aplicaciones en enfermedades autoinmunes, bloqueando moléculas inflamatorias responsables de patologías como la artritis reumatoide, donde adalimumab ha demostrado eficacia, y la esclerosis múltiple, tratada con natalizumab. En el ámbito de las enfermedades infecciosas, se han desarrollado anticuerpos monoclonales para combatir el Covid 19, como la combinación casirivimab/imdevimab, así como tratamientos contra el virus del Ébola. Además, desempeñan un papel fundamental en la prevención del rechazo de órganos trasplantados, como el uso de basiliximab para inhibir la activación de linfocitos T. En el diagnóstico médico, se emplean en pruebas para detectar enfermedades mediante ensayos inmunológicos utilizados en la identificación de infecciones virales y ciertos tipos de cáncer. En oncología, se utilizan para atacar células cancerosas específicas sin dañar las células sanas, como es el caso de trastuzumab para el cáncer de mama HER2+ y dostarlimab para tumores con deficiencia en la reparación del ADN.
Dostarlimab es un novedoso anticuerpo monoclonal diseñado para inhibir la proteína de muerte programada 1 (PD-1), un receptor expresado en linfocitos T que desempeña un papel clave en la regulación de la respuesta inmunitaria. Se dividen en diferentes subtipos con funciones especializadas. Los linfocitos T citotóxicos (CD8+) destruyen células infectadas por virus y células cancerosas mediante la liberación de perforinas y granzimas, que inducen apoptosis. Los linfocitos T colaboradores (CD4+) regulan y coordinan la respuesta inmunitaria al activar otras células inmunes, como macrófagos y linfocitos B. Los linfocitos T reguladores (Treg) modulan la respuesta inmune para evitar reacciones excesivas que puedan causar enfermedades autoinmunes, mientras que los linfocitos T de memoria permiten una respuesta más rápida y eficiente ante una reinfección con el mismo patógeno. En el contexto de la inmunoterapia, como en el uso de dostarlimab, la activación de los linfocitos T citotóxicos es fundamental para reconocer y eliminar células tumorales, restaurando la capacidad del sistema inmunológico para combatir el cáncer.
La interacción de PD-1 con sus ligandos (PD-L1 y PD-L2) conduce a la supresión de la actividad de los linfocitos T, permitiendo que las células cancerosas evadan el ataque del sistema inmunológico. Dostarlimab bloquea esta interacción, restaurando la capacidad del sistema inmunitario para reconocer y eliminar células tumorales.
El mecanismo de acción de dostarlimab se basa en la inhibición de PD-1, lo que facilita la reactivación de los linfocitos T agotados dentro del microambiente tumoral. Al impedir la unión de PD-1 con sus ligandos, dostarlimab promueve la proliferación y activación de células T citotóxicas, aumentando la capacidad del sistema inmunológico para destruir células malignas. Este enfoque es particularmente relevante en tumores con deficiencia en la reparación de errores de emparejamiento del ADN (dMMR) o alta inestabilidad de microsatélites (MSI-H), ya que estos presentan una mayor carga mutacional y, por ende, generan más neoantígenos que pueden ser reconocidos por el sistema inmunológico.
El potencial de dostarlimab en la oncología de precisión es significativo. Ha sido aprobado para el tratamiento de cáncer de endometrio recurrente o avanzado con deficiencia en la reparación de errores de emparejamiento, y se investiga su eficacia en otros tipos de cáncer, como el colorrectal (donde se ha observado eficacia del 100 por ciento) y el gástrico. Además, estudios clínicos han mostrado respuestas prometedoras en pacientes con tumores sólidos MSI-H/dMMR independientemente de su localización, lo que sugiere que dostarlimab podría tener aplicaciones más amplias en la terapia oncológica.
Uno de los aspectos más relevantes de dostarlimab es su capacidad para inducir respuestas duraderas en pacientes con cáncer metastásico, lo que representa un avance significativo en el campo de la inmunoterapia. No obstante, como ocurre con otros inhibidores de puntos de control inmunológico, su administración puede asociarse con eventos adversos relacionados con una respuesta inmune exacerbada, incluyendo colitis, neumonitis, hepatitis y endocrinopatías autoinmunes. Por ello, es fundamental el monitoreo clínico riguroso de los pacientes que reciben este tratamiento.
Dostarlimab representa una herramienta poderosa en la lucha contra el cáncer, con un mecanismo de acción basado en la reactivación del sistema inmunológico para combatir tumores con alta carga mutacional. Su potencial terapéutico y las investigaciones en curso podrían consolidarlo como un pilar en la inmunoterapia contra múltiples tipos de cáncer. A medida que se profundiza en su perfil de seguridad y eficacia, dostarlimab podría ampliar su uso clínico, ofreciendo nuevas esperanzas a pacientes con enfermedades oncológicas difíciles de tratar.