Iniciamos ayer la semana con una jornada bursátil con bajos volúmenes operativos en gran parte del planeta, debido al feriado estadounidense por el Día del Trabajo. El viernes pasado el mercado de valores neoyorquino pasó de positivo a mixto, a partir de los esperados datos de empleo que concluyeron una ola semanal de indicadores alineados con las expectativas del mercado. El Dow Jones y el SP500 presentaron su quinta alza en seis días, mientras que el Nasdaq cayó por primera vez en el mismo número de jornadas.
Los índices industrial y el tecnológico no pudieron retornar a su mejor nivel en semanas, mientras que el SP500 marcó su puntaje más elevado en 19 sesiones. En la semana el Dow Jones marcó su primera alza en tres periodos, mientras que el SP500 y el Nasdaq hilaron dos lapsos positivos, lo que materializó tres semanas consecutivas de pérdidas. Los índices vienen de caer juntos en agosto por primera vez desde marzo.
El mercado asimiló que la nómina no agrícola estadounidense mostró una generación de empleo superior a lo esperado, lo que parecía desencajar con las esperanzas de relajación del mercado laboral para evitar mayor apretamiento monetario. No obstante, el dato fue el cuarto más modesto en 40 meses, o desde la destrucción de puestos de trabajo de la primera mitad de 2020, quedando además debajo del aumento mensual promedio de los 12 meses previos, por lo que los analistas aún ven la posibilidad de que la Reserva Federal no tome decisiones tan agresivas.
Según algunos analistas, el informe de empleo de agosto ofreció la última prueba de que las perspectivas de un “aterrizaje suave” de la Reserva Federal siguen vivas. Sobre el dato de empleo también se expresó Loretta Mester, Presidenta de la Reserva Federal de Cleveland, que señaló que el mercado laboral continúa fuerte. Otro dato que tomó por sorpresa a los inversionistas fue la tasa de desempleo estadounidense, que subió a su mayor nivel desde febrero de 2022, respaldando la visión de relajación del empleo que esperan tanto la autoridad monetaria como los inversores.
Ayer, el mercado de valores mexicano pasó de positivo a negativo, en una jornada en la que hubo algunas actualizaciones económicas y bajo volumen por el feriado estadounidense. Los indicadores, que vienen de hilar cinco semanas de pérdidas, presentaron su segunda baja en siete jornadas y quedaron muy cerca de su nivel más bajo en tres meses. El volumen de operación de la primera sesión de la semana fue 77 por ciento inferior al promedio de las 100 jornadas previas, debido a que los mercados en Estados Unidos permanecieron cerrados.
El mercado incorpora que el consumo privado en México presentó su cuarto avance de los seis meses que lleva el año para alcanzar un nuevo nivel histórico. Además, la inversión fija bruta presentó su tercer mejor avance para un junio en 27 años y rebasó lo esperado por los analistas, con avances tanto en construcción como en maquinaria y equipo que también la llevaron a un nivel sin precedentes. En el ámbito internacional medios reportaron que el gobierno de China planea crear un nuevo organismo para apoyar al sector privado, como una nueva medida para impulsar una actividad productiva que ha decepcionado las expectativas.
En temas energéticos, observamos que la semana pasada los precios del petróleo arrancaron septiembre con el pie derecho, en medio de las expectativas de que los grandes productores de crudo en el mundo podrían seguir con un menor suministro. Así, el precio del contrato de octubre del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, ganó 1.96 dólares para colocarse en 85.55 dólares, mientras que el precio contrato de noviembre del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, subió 1.75 dólares para marcar 88.55 dólares.
De esta manera el precio del crudo estadounidense sumó siete días de ganancias, siendo su segunda mejor racha en este año, mientras que el Brent hiló tres días en terreno positivo. Expertos del mercado esperan que Arabia Saudita extienda un recorte voluntario de producción de petróleo de un millón de barriles por día hasta octubre, sumándose a los recortes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados. En agosto el precio del referente estadounidense subió 2.24 por ciento y el del europeo ganó 2.16 por ciento, siendo para ambos su tercer mes de ganancias al hilo.
Finalmente, en temas cambiarios, tenemos que este lunes el peso mexicano hiló su tercera jornada de pérdidas, en una sesión con escasa información económica y bajo volumen de operaciones por el feriado en Estados Unidos por el Día del Trabajo. De acuerdo a los registros de Banco de México, la moneda mexicana cerró en 17.16 unidades por dólar en su modalidad interbancaria, una pérdida de casi ocho centavos respecto al cierre del día previo. En tanto, el Índice Dólar, DXY, que rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, bajó marginalmente a 104.12 puntos, nivel no visto desde mayo.
El peso ha tenido una mala racha desde el jueves pasado, cuando la Comisión de Cambios de Banco de México anunció el recorte al programa de coberturas cambiarias liquidables en moneda nacional. Analistas señalaron que la noticia de la semana pasada de que Banxico reduciría su programa de coberturas cambiarias provocó una caída en el peso, ya que el programa estaba diseñado para controlar la volatilidad y los operadores lo consideraron una señal de salida de las posturas de larga duración de Banxico. En las últimas tres jornadas el peso mexicano se ha depreciado 40 centavos contra el dólar estadounidense, situación que es atribuible en gran medida a esta disposición del banco central. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.