Distintas formas de gobernar

14/09/2024 04:01
    Es difícil que un país crezca y se desarrolle bien y en armonía si se está dividiendo desde arriba.

    En la columna anterior se planteó como una solución, ante un México sorprendido y dividido que actualmente se tiene, con un gobierno autoritario que no sólo está imponiendo su forma de gobernar, sino también pretende imponer su forma de pensar. Se concluyó que, si este tipo de gobierno está afectando y perjudicando a la sociedad en general, será la propia sociedad, con su liderazgos y organizaciones, la que debe iniciar y continuar los mecanismos de cambio, con propuestas positivas que convenzan y venzan las propuestas negativas y destructivas del gobierno.

    Para iniciar este proceso social conviene saber y conocer los instrumentos que pudiera utilizar cualquier gobernante para llevar a cabo su labor, para bien o para mal:

    - Un gobierno se puede fincar y consolidar utilizando el miedo en los gobernados: miedo al abuso de autoridad, miedo a perder los bienes logrados, miedo a perder el empleo, miedo a perder la libertad, a perder la vida o a perder la familia, no solo frente a las mismas autoridades sino frente a la delincuencia a la que se le ha permitido actuar a su antojo, es decir, miedo a todo y por todo. En México se está viviendo una situación de miedo, porque se sufren todos estos elementos.

    - Gobernar comprando votos o voluntades de ciudadanos y organizaciones; se compra utilizando recursos públicos o dinero de procedencia oscura, o aún con dinero propio del gobernante, con lo que con ello se está utilizando mal; también se puede comprar voluntades ofreciendo favores y canonjías; igualmente se puede comprar ofreciendo y otorgando poder dentro del Gobierno, convirtiendo al ciudadano en cómplice. En México, directa o indirectamente se ha estado comprando voluntades, sobre todo de ciudadanos más necesitados.

    - Un gobierno que en todo está, que todo lo decide y que todo lo hace o permite que se haga, es un gobierno que utiliza el control desde el poder, aplicando para ello las leyes que le conviene y las instituciones que a su vez controla. En México se han estado perdiendo las instituciones ciudadanas independientes y se quiere acabar con las que quedan, incluyendo ahora al Poder Judicial; cualquier defensa contra este control casi total, es cada vez más limitado, porque ya no se tienen contrapesos, excepto la fuerza de la misma sociedad.

    - Una forma de gobernar que siempre les ha gustado a los regímenes y gobernantes totalitarios, es el de la mentira. Todo está bien ahora y todo estaba mal antes; todos los que se oponen son corruptos o enemigos del progreso y quieren quitar al pueblo lo que ahora tiene; hoy todo es más seguro y es el pueblo el que gobierna directamente y no a través de organizaciones intermedias que todo lo obstruyen, lo corrompen y no dejan gobernar. Los gobiernos totalitarios se sostienen mintiendo, bajo la premisa de mentir siempre hasta convencer o por lo menos: “algo queda” y lo peor es que siempre “algo queda”.

    - Otra fórmula muy socorrida es dividir a la misma sociedad o dividiendo y enfrentando a los contrarios, también a través de la mentira, del control, del miedo o de la compra de voluntades. Ha sido dramático cómo este gobierno mantiene una sociedad dividida: el “pueblo bueno” contra los corruptos de siempre; mis candidatos bien intencionados contra los de siempre que se han aprovechado del poder: nuestros partidos, oficiales o afines, contra los partidos conservadores “retrógrados” que han explotado al pueblo y al gobierno; un Poder Ejecutivo “impoluto” frente al Poder Judicial “podrido”; gobernantes de los partidos corruptos frente a los gobernantes de nuestro partido que todo lo hacen bien; en fin, los buenos del gobierno contra los malos y corruptos de siempre.

    Es difícil que un país crezca y se desarrolle bien y en armonía si se está dividiendo desde arriba. Se aplica la sentencia: “divide y vencerás”.

    - Existen países gobernados por líderes autoritarios aparentemente sin problemas, porque el pueblo “está cansado”, ha perdido buena parte de la esperanza, prefiere emigrar hacia otros países, ya no lucha en su país al que ve sin futuro para él y para su familia. El caso de Cuba es muy claro, los ciudadanos prefieren el riesgo de huir en deleznables embarcaciones hacia Florida que luchar por su país. En México, este proceso de los que huyen se ha intensificado últimamente; México es el país con más migrantes en E.U.A.

    - Faltaría por comentar las formas positivas de gobierno, pero el espacio y el tiempo son crueles y si Dios y este gobierno lo permiten se verá en la siguiente columna.