En las últimas dos semanas tuve largas e interesantes charlas con el maestro José Ángel Pescador Osuna (JAPO). Una persona con larga trayectoria en el servicio público, tanto a nivel local, como estatal y nacional. Me ha recibido en su casa en Mazatlán para contarme un poco de su experiencia como Cónsul General de México en Los Ángeles, California.
JAPO es un hombre sumamente inteligente y culto, con una memoria impresionante, tanto que en las charlas que tuvimos me cuenta a detalle, anécdotas y nombres de personas con las que, de alguna manera, se relacionó en el servicio público hace décadas.
La sala de su casa es modesta y reconfortante, amueblada con muebles artesanales de Sinaloa, seguramente fabricados en el municipio de Concordia. En cada rincón abundan libros de diversos temas, y en las paredes múltiples reconocimientos por su trayectoria, tanto en el servicio público como en la academia. Sobresale en la pared principal, uno que lo reconoce como Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Sinaloa. “Ese es mi favorito” me dice muy orgulloso.
Puesto que, a ambos nos apasiona el tema de la migración internacional, rápidamente fluye la conversación, mencionando nombres de activistas y académicos relacionados con el tema, así como títulos de libros.
“¿A poco tú eres Omar Lizárraga? Yo te conocí cuando estabas así de chiquillo”, señala con su dedo índice. “Me saludas mucho a tu papá”, “Me gusta mucho leerte en el periódico Noroeste”.
Comienza una de las charlas, narrándome la importancia del consulado de Los Ángeles, para la población migrante, dado que en esa ciudad se concentra el mayor número de mexicanos fuera de su país. En su paso por esa institución, se dedicó arduamente a la protección de nuestros connacionales mediante iniciativas encaminadas a mejorar sus condiciones de vida.
Una de ellas fue la gestión para que los mexicanos pudieran tener la doble nacionalidad. “Ese fue el mejor instrumento de protección que les pudimos ofrecer a los mexicanos ante leyes antiinmigrantes como la propuesta 187 y la 209 que causaron tanto temor y racismo. Nosotros ubicamos la posibilidad de la preservación de la nacionalidad ante la circunstancia tan difícil que atraviesan en Estados Unidos. También les permitió mantener su mexicanidad que es muy importante para ellos”.
En cuanto a protección de los derechos humanos, JAPO condenó enérgicamente los abusos y la prepotencia de autoridades estadounidenses, agilizó la gestoría para documentos legales y fue un incansable defensor de los derechos laborales. “Los mexicanos son sujetos expuestos a una serie de abusos e irregularidades como las pirámides para multiplicar dinero, el sesgo racista de fiscales y jueces; la discriminación en trámites administrativos, envíos de dinero, mudanzas y trato en escuelas”.
En los años como Cónsul General, impulsó la creación de 13 clubes y fraternidades de oriundos mexicanos, entre los que se encuentran los de poblanos, sonorenses, michoacanos, y por supuesto, el de sinaloenses.
Recuerda que, en alguna ocasión, saliendo del consulado, se percató de que unos policías estaban arrestando, por sospecha, a unos connacionales. De inmediato JAPO se interpuso entre los oficiales y ellos, y exigió que se les liberara por estar en territorio mexicano.
Su enérgica defensa por el bienestar de los migrantes mexicanos era tal, que el diario californiano Los Angeles Times, alguna ocasión lo calificó de “cónsul activista”. Y el Gobernador Pete Wilson declaró que su actividad diplomática se había excedido.
Recuerda: “también hay grupos racistas allá que veían mal lo que yo hacía, como Stop It, Voice of Citizens Together y otros. Recibimos muchas amenazas de esos tipos, que hasta tuvimos que reforzar la seguridad en el consulado. En algún momento a mi esposa hasta le preocupaba que saliera a la calle solo, por temor a represalias”.
Estas son sólo algunas de las acciones que JAPO emprendió durante su paso por el consulado mexicano en Los Ángeles, para que nuestros paisanos tuvieran una mejor calidad de vida en aquel país vecino. Por todo esto y mucho más, aún lo recuerdan y tienen en su más alta estima, miles y miles de mexicanos que vieron en él a un amigo.
En agradecimiento a su labor, hoy le estaremos entregando un humilde reconocimiento por parte de la asociación civil “Mazatlán Fraterno”. La cita es en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Sinaloa, a las 10 de la mañana.
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