Dialéctica entre luz y oscuridad

ÉTHOS
31/03/2025 04:00
    “Los cambios a veces nos asustan. Por un lado, nos atraen, a veces los deseamos, pero por otro preferiríamos quedarnos en nuestras comodidades”.

    Como anunciamos en la columna anterior, el Papa Francisco comenzó una serie de reflexiones sobre la temática del encuentro, para comentar un contenido esperanzador en las audiencias programadas cada miércoles por la mañana.

    “De hecho (dijo Bergoglio), hay encuentros que iluminan la vida y traen esperanza. Puede suceder, por ejemplo, que alguien nos ayude a ver desde una perspectiva diferente una dificultad o un problema que estamos viviendo; o puede suceder que alguien simplemente nos regale una palabra que no nos haga sentir solos en el dolor que estamos atravesando. A veces también puede haber encuentros silenciosos, en los que no se dice nada, y sin embargo esos momentos nos ayudan a retomar el camino”.

    Indicó que comenzaría con el encuentro con Nicodemo, narrado en el capítulo 3 del Evangelio de Juan, que muestra la posibilidad de salir de la oscuridad y encaminarse a la luz. Nicodemo va en la noche, una hora inusual, a encontrarse con Jesús. La noche tiene un valor simbólico: el corazón de Nicodemo se encuentra traspasado por la oscuridad de las dudas y no encuentra el camino a seguir. Por eso, Jesús le habla de un nuevo nacimiento.

    Sin embargo, señaló el Papa, “los cambios a veces nos asustan. Por un lado, nos atraen, a veces los deseamos, pero por otro preferiríamos quedarnos en nuestras comodidades”.

    No obstante, pese a las dificultades, Nicodemo conseguirá salir de la oscuridad e ir a la luz. Cuando Jesús fue crucificado, se presentó ante Pilato para pedir su cuerpo y darle sepultura. “Nicodemo”ñ, subrayó el Papa, “ha salido a la luz por fin, ha renacido y ya no necesita estar en la noche”.

    ¿Permanezco en la noche del dolor y la duda? ¿Ofrezco a los demás encuentros de gozo, luz y esperanza?