Diagnósticos socioemocionales y de aprendizaje

20/04/2022 04:09
    La carencia de diagnósticos de aprendizaje oportunos impulsó a organizaciones de sociedad civil como Mexicanos Primero y el Centro de Estudios Educativos y Sociales publicaran el estudio Equidad y Regreso. Este estudio basado en el proyecto Medición Independiente de los Aprendizajes permitió conocer los aprendizajes mínimos de los estudiantes, es decir, si sabían leer y realizar operaciones matemáticas básicas. Asimismo, dio razón de las afectaciones emocionales que enfrentaron los estudiantes en el aprendizaje a distancia.

    Contar con diagnósticos socioemocionales y de aprendizaje es, sin lugar a duda, un aspecto de relevancia estratégica para el sistema educativo. Por tal motivo, es necesario contar con información actualizada y confiable que nos permita conocer la situación y los contextos en la que se encuentran las niñas, niños y jóvenes.

    Esto es imprescindible para contar con evidencia que ayude a ajustar y mejorar las políticas públicas y, de esa forma, lograr una educación más incluyente, sobre todo, después de las afectaciones propiciadas por la pandemia.

    En Mexicanos Primero Sinaloa hemos sido consistentes en advertir sobre la necesidad de que estas evaluaciones no se detengan y hemos levantado la voz para seguir contando y mejorando este tipo de instrumentos, no solo aplicados en México sino a nivel internacional. Saber dónde estamos y hacia donde vamos es fundamental si no queremos quedarnos a la deriva y sin una brújula que nos guíe hacia nuestros objetivos.

    Sin embargo, hemos retrocedido en estos diagnósticos. Desde hace 10 años México ha dejado de tener representatividad estatal en las pruebas PISA. Es decir, podemos tener resultados de las habilidades y conocimientos que tienen los adolescentes de 15 años para enfrentar los retos que demandan las sociedades en cualquier parte del mundo, pero solo a una escala nacional, ya no para Sinaloa ni cualquier otra entidad. Lo anterior impide tener un referente internacional que permita a las entidades atender de forma diferenciada las necesidades de sus contextos y de esa forma tomar mejores decisiones en las escuelas.

    En el caso de instrumentos nacionales, es de reconocerse que a principios de abril se aplicaron nuevamente las pruebas PLANEA para la educación media superior en México. Este tipo de diagnósticos deben de continuar para conocer el progreso educativo que hemos tenido desde el año 2015, fecha en la cual comenzaron a aplicarse. No podemos quitar el dedo del renglón porque sin la exigencia ciudadana existe el riesgo de que estas evaluaciones puedan desaparecer.

    La carencia de diagnósticos de aprendizaje oportunos impulsó a organizaciones de sociedad civil como Mexicanos Primero y el Centro de Estudios Educativos y Sociales publicaran el estudio Equidad y Regreso. Este estudio basado en el proyecto Medición Independiente de los Aprendizajes permitió conocer los aprendizajes mínimos de los estudiantes, es decir, si sabían leer y realizar operaciones matemáticas básicas. Asimismo, dio razón de las afectaciones emocionales que enfrentaron los estudiantes en el aprendizaje a distancia.

    Recordemos que los diagnósticos socioemocionales y de aprendizaje no son un fin en sí mismo, sino que son un medio para mejorar progresivamente en la consecución del derecho a aprender. Esta es perfectible y debemos seguir impulsando este tipo de instrumentos para contar con los insumos para seguir mejorando y transformando el sistema educativo.

    En estos momentos contamos ya con datos del último diagnóstico de aprendizaje realizado en Sinaloa sobre la situación de los estudiantes de segundo de primaria a tercer grado de secundaria. Al finalizar su análisis, tendremos evidencia sobre los factores que mayormente inciden en al aprendizaje y las rutas mediante las cuales pudiéramos ir mejorando para que entre todos avancemos juntos en la misma dirección.