Desvirtuadas, las becas al desempeño académico

    Nuestra solidaridad para el doctor Jorge R. Ibarra Martínez en su lucha por la transparencia en la UAS.
    El programa de Becas al Desempeño Académico de la UAS, otorgado por la Secretaría de Educación Pública y destinado originalmente a incentivar el rendimiento académico, se ha desvirtuado, convirtiéndose en un instrumento de opresión por la discrecionalidad en la entrega de pagos mensuales, que parecen depender más de los caprichos de las autoridades que de méritos académicos reales.

    La labor de un académico universitario abarca áreas clave como la docencia, investigación y gestión académica. Originalmente, el programa de becas al desempeño académico fue concebido como un incentivo para promover y potenciar estas actividades primordiales. No obstante, en la Universidad Autónoma de Sinaloa este programa ha sufrido una desviación significativa de su propósito inicial, transformándose en un mecanismo para la manipulación y el acoso de los académicos. Esta perversión se manifiesta en una falta de transparencia en los criterios de evaluación, una gestión opaca de los fondos y una distribución de recursos que favorece a aquellos alineados con los intereses del grupo dominante en la administración universitaria.

    Esta situación no sólo subvierte los objetivos del programa, sino que también refleja una crisis más amplia dentro de la institución. Muchos académicos hemos experimentado directamente las consecuencias de este sistema represivo. La reforma de la Ley Orgánica de la Universidad surge como una necesidad urgente para rectificar estos abusos. Con una nueva ley revisada y actualizada, podemos aspirar a restaurar la integridad y la efectividad del programa de becas, asegurando que cumpla su función de apoyar genuinamente el desempeño académico en un marco de legalidad y transparencia. Esta reforma es fundamental para superar la crisis actual y reorientar a nuestra Universidad hacia un futuro donde la justicia y la excelencia académica prevalezcan.

    El programa de Becas al Desempeño Académico de la UAS, otorgado por la Secretaría de Educación Pública y destinado originalmente a incentivar el rendimiento académico, se ha desvirtuado, convirtiéndose en un instrumento de opresión por la discrecionalidad en la entrega de pagos mensuales, que parecen depender más de los caprichos de las autoridades que de méritos académicos reales. Lamentablemente, este apoyo, a pesar de que se trata de un recurso etiquetado, se ha retenido hasta por años y, en algunos casos, ha desaparecido por completo, sin ningún tipo de justificación o explicación por parte de las autoridades responsables.

    Este sistema de manejo discrecional de las Becas al Desempeño Académico no sólo perjudica a los profesores que participamos y logramos recibir este apoyo, después de cumplir con los criterios de la convocatoria, sino que también excluye a muchos profesores que, por decisiones arbitrarias y abusivas de las autoridades actuales de la UAS, se ven imposibilitados para acceder a estos beneficios.

    La SEP, como ente regulador y distribuidor de los recursos para los programas académicos, debe ejercer una supervisión rigurosa para prevenir desvíos en la asignación de fondos. Es imperativo que desde las oficinas centrales de la SEP se realice una evaluación exhaustiva del programa de becas al desempeño en la UAS y se implementen las correcciones necesarias para asegurar su correcta administración. Los errores en la gestión y la falta de acción por parte de las autoridades responsables en nuestra institución deben ser abordados con urgencia. Como comunidad académica, somos los principales afectados por esta mala gestión y es nuestro deber no permanecer pasivos. Es necesario alzar la voz y exigir que nuestros derechos y los beneficios que hemos obtenido mediante esfuerzos sean respetados y cumplidos adecuadamente.

    Exigimos el fin de esta lamentable situación que afecta a los académicos universitarios. Solicitamos la implementación inmediata de medidas que erradiquen este lastre, que no solo daña las aspiraciones académicas de muchos sino que también genera un ambiente de impotencia y desánimo, debilitando el impulso de las actividades académicas que nos son encomendadas.

    Además, no debemos dar ni un paso atrás y asegurar la realización de la reforma a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Resulta urgente y necesaria la democratización de la Universidad para permitir la elección de directores y del Rector de manera transparente, buscando un balance apropiado en la representación de estudiantes y académicos dentro del consejo universitario.

    Estamos convencidos de que una universidad democrática, crítica y plural no sólo nos permitirá alcanzar niveles académicos sobresalientes, sino también sanear y mejorar el programa de Becas al Desempeño Académico, entre otros aspectos críticos. Esta transformación es fundamental para fortalecer nuestra comunidad educativa y garantizar que las decisiones se tomen de manera justa y representativa, reflejando verdaderamente los intereses y necesidades de toda la comunidad universitaria.

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    eteran@uas.edu.mx