"Despensas por votos, correlación alterada. Tomar ayuda hoy; luego decidir el sufragio"
alexsicairos@hotmail.com
Esa rara amalgama de pandemia y proselitismo político le está gustando a la población más que desagradarle. Será la desesperación de los sectores vulnerables que en la doble fragilidad de pobreza y coronavirus se agarrarían de cualquier clavo ardiente, o tal vez la lógica de “el que ocupa ayuda no piensa si el voto vale lo que una despensa”, sin embargo, la interrogación a responder es si los políticos que están ofreciendo apoyos recibirán a cambio el respaldo social en caso de postularse a un cargo de elección popular para las votaciones del 6 de junio de 2021.
Si es verdad lo que cada pretenso publica, entonces a los sinaloenses de las colonias marginadas y comunidades rurales les está llegando buena ración de productos de la canasta básica y sustancias de limpieza que matan al Covid-19. Aunque podría ser que algunos candidateables entreguen una o dos bolsas con sardinas y frijol para tomarse la foto y no pase de ahí la solidaridad que publicitan.
Pero de eso a que el voto recíproco esté seguro existen de por medio las emociones y el momento en que estas se producen. A miles de familias marginadas les urge, aunque se tratara de condiciones “normales”, que el auxilio les llegue ya sea de los programas sociales que también traen consigo una importante carga electorera o de quienes tratan de seducir a sufragantes en circunstancias frágiles.
Entre electores en condiciones de suma precariedad y políticos de urgente necesidad de poder siempre ha existido un vínculo bilateralmente oportunista. Solamente que los ciudadanos que reciben la dádiva tienen la sartén por el mango, así literalmente, para dirimir qué entregan y qué tanto a cambio del favor material recibido.
En un modo de comportamiento socialmente aceptado donde todos sacamos provecho de todos, a ninguno debería sorprendernos que los aspirantes a medirse en la próxima elección intermedia anden desatados entregando apoyos en la circunstancia de pandemia. En todo caso debería de preocuparnos más que otros actores políticos estén cruzados de brazos, criticando a sus opositores que por los motivos que sea sí tienden la mano a los vulnerados, mientras aquellos guardan en sus cuentas los privilegiados sueldos que reciben o presupuestos que manejan.
La reacción de consentimiento de los beneficiarios aporta al análisis. Por ejemplo, el actual Secretario de Pesca del Gobierno de Sinaloa, Sergio Torres Félix, acude a la táctica de ir en la madrugada a los barrios más pobres de las ciudades y deja en las puertas de las casas bolsas con artículos de alacena para que la gente al despertar las encuentre ahí. ¿Acaso alguien de los que horas antes se fueron a dormir preguntándose qué comerán al día siguiente no quisiera amanecer con la despensa a la vista?
En Facebook la decisión de Sergio Torres fue aceptada por el 90 por ciento de los que interactuaron en la correspondiente publicación. Los que deploraron tal medida se centraron en cuestionar si debió llevar o no la despensa el nombre del benefactor o se lanzaron contra la trayectoria en el servicio público del hoy Secretario de Pesca. La audiencia legitimó el donativo de víveres y finalmente optó por desviar la atención hacia las circunstancias adyacentes.
En sí son los priistas en posición de liderazgos o servidores públicos los que mayor activismo presentan en respaldo a la gente más proclive a sufrir consecuencias en la contingencia de salud. Desde el 21 de marzo el Partido Revolucionario Institucional instaló las jornadas vecinales de ayuda y los datos con corte al 15 de abril calculan que habían sido beneficiadas 24 mil familias. ¿Esto significa que el PRI tiene seguros esos votos?
Igualmente, el Partido Sinaloense es de los que registran mayor presencia al lado de la población en la presente circunstancia. Con jornadas de sanitización y ayuda alimentaria en la Fase 2, al escalar la pandemia al nivel 3 y ser más difícil la compra de víveres, decidió entregar sobres con apoyo monetario. El PAN, que tiene estructura territorial estatal, y Morena, que carece de la misma, pero con recursos económicos ambos, no efectúan o no publicitan acciones de solidaridad.
Resulta exagerado establecer que el que más despensas entregue tiene triunfos electorales asegurados. Lo que sí se puede conjeturar es que la gratitud característica de los sinaloenses guarda en algún rincón de la memoria los gestos de solidaridad y más cuando estos llegan en momentos de mayor congoja. Así como hiere el abandono, también se agradece la mano fraterna, amén del partido al que pertenezca quien la extiende o la niega.
Sin duda la pandemia de coronavirus dejará muchas moralejas en Sinaloa. Ya que pase la etapa de salvar vidas y restablecer los quehaceres, la población se pondrá a sacar cuentas y definirá si fue oportunismo voraz o solidaridad sin epítetos la que recibió y mientras puede resolverlo las posdatas se están escribiendo. ¿Alguien en medio de la mayor calamidad de salud pública tiene tiempo para abandonarse en el hambre y el miedo con tal de desentrañar quién lo asiste cuando más lo necesita?
Reverso
Si fuera un canje de votos,
A cambio de recibir apoyos,
Piensen al tomarse las fotos,
Que el horno no está pa' bollos.
¿Y Salinas Pliego, apá?
En la lista de empresas que incumplen las medidas contra el coronavirus, presentada ayer por Luisa María Alcalde Luján, Secretaria del Trabajo, no aparecen los negocios de Ricardo Salinas Pliego, el dueño de Elektra, Banco Azteca y TV Azteca cuya rebeldía a la emergencia sanitaria ha sido manifiesta una y otra vez. Medir a unos con la vara del influyentismo y a otros con la regla del revanchismo político, equivale a hacer propia la rupestre ley de Herodes: o eres chairo, o te jodes.