Durante este primer semestre del 2024, el estado de la libertad de expresión en Cuba no muestra una mejoría respecto a los anteriores años. La falta de alimentos, los apagones de electricidad y las interrupciones del servicio de internet, son sólo algunos de los aspectos que motivan a las personas a salir a las calles, o a pronunciarse en el espacio digital, a ejercer su legítimo derecho a la protesta para exigir mejores condiciones de vida.
Hasta el 15 de agosto de este año, ARTICLE 19 registró 89 agresiones contra personas periodistas, de las cuales 71 estuvieron dirigidas a hombres, 17 a mujeres y una agresión a un medio de comunicación. Así como 256 agresiones en contra de activistas, de las cuales 184 estuvieron dirigidas a hombres, 71 a mujeres y una a una mujer trans.
Las detenciones arbitrarias, las citaciones para interrogatorios, las amenazas de encarcelamiento, así como las interrupciones de internet, sobre todo en el marco de manifestaciones, siguen su trayectoria incesante.
Durante el tercer aniversario de las históricas protestas realizadas el 11 de julio de 2021 (11J), hubo arrestos domiciliarios que tenían como objetivo impedir una nueva manifestación. Además, las personas privadas de su libertad por el 11J y que continúan con su labor de defensa aún dentro de las cárceles, fueron víctimas de tratos crueles e inhumanos como el aislamiento prolongado, la reducción de los alimentos, la prohibición del contacto con la familia, la denegación en la atención a la salud, amenazas, por mencionar algunas.
Periodistas y activistas como Carlos Michael Morales Rodríguez, Yoelexi Alonso Acosta, Camila Acosta, Alina Bárbara López, Jenny Pantoja, Mabel Páez, Sulmira Martínez son sólo algunas de las personas que han sido intimidadas, acosadas, hostigadas y vigiladas de manera sistemática por la Seguridad del Estado cubano durante estos meses.
No sólo es castigado y perseguido el disenso en los espacios públicos, el espacio digital también es asediado y silenciado. Sulmira Martínez, influencer cubana de 22 años, fue detenida arbitrariamente desde hace año y medio en 2023, por los supuestos delitos cometidos contra el orden constitucional y desacato, por llamar a protestar mediante sus redes sociales.
El cierre del espacio cívico en Cuba no es más que un síntoma del deterioro del régimen cubano en la isla. Es urgente que el Estado cubano cese la persecución en contra de periodistas y activistas independientes que apelan por una nueva realidad en el territorio, en donde no sea un peligro expresar la diversidad de ideas inherente a la condición humana; y por ende parte de la pluralidad misma como lo menciona el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Ante este escenario, las promesas de una sociedad igualitaria, equitativa y justa de aquel socialismo instaurado en 1959 tras el triunfo de la Revolución cubana, hoy se encuentran desgastadas por la inoperancia del régimen cubano que, sumado a los intereses geopolíticos del territorio, han sumido hoy a Cuba en una profunda crisis económica, política, social y cultural sin precedentes.
Es apremiante que las personas periodistas, defensoras de derechos humanos, activistas, artistas, escritoras y cualquier voz que ejerzan su derecho a la libertad de expresión, manifestando su disenso, deje de ser expuesta a violencias estatales so pretexto de poner en peligro los ideales revolucionarios y constitucionales del país.
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La autora es Alina Bárbara López Hernández, académica cubana.
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